Todo comenzó cuando mi madre cayó desmayada.
Mi padre y madre eran una pareja feliz de casados, retirados pese a ser jóvenes, con dos hijos, yo era el mayor y mi hermana Crystal era un año menor que yo pero nos llevábamos muy bien. Nuestros padres nos dedicaban demasiado tiempo a nosotros sus hijos, tiempo de juego, tiempo de estudio y tiempo en familia, por lo que éramos muy unidos y felices. Yo era un niño con sueños y esperanzas, con un futuro casi asegurado y grandes oportunidades, una familia que me amaba al igual que yo a ellos y feliz, pero todo lo perdí al momento en que mi madre cayó desmayada la tarde en que los Vacíos surgieron.
Esa tarde estábamos empezando a preparar el almuerzo con Cristal y mi madre, era algo que nos encantaba hacer en lo que mi padre terminaba con ciertos trabajos que decía era pasatiempos y se nos unía, pero nada más cuando mi madre prendió la estufa perdió la conciencia. Su cuerpo golpeó contra el suelo de una forma alarmante y el sonido que hizo nos hizo reaccionar a Cristal y a mí y ambos nos levantamos de golpe a ver qué pasaba. El ver a nuestra madre tirada en el suelo mientras no respondía a nada nos hizo preocupar, mi hermana empezó a llorar y yo a gritarle a mi padre que nos llegará a ayudar mientras contenía las lágrimas, aunque no les voy a negar que ya tenía varias deslizándose por mi rostro. Mi padre bajó corriendo y solo llegó empezó a revisar a mi madre para ver qué era lo que había pasado mientras yo trataba de consolar a mi hermana. Por ciertos minutos pareció inmóvil, casi muerta, hasta que abrió los ojos y se levantó como si nada, mi hermana se empezó a calmar al ver a mi madre de pie y corrió a abrazarla, yo empecé a relajarme pero mi padre reaccionó de forma diferente a la nuestra, sus ojos parecían ser los de alguien con miedo mientras observaba a mi madre y eso empezó a preocuparme, luego noté que ella no reaccionó para nada al abrazo de Cristal y tenía una mirada sombría. Luego mi padre apartó a Cristal de mi madre y nos dijo que nos fuéramos. No reaccione al instante y luego me gritó que me llevara a Cristal lo más lejos que pudiera y entonces mi madre volteó. Sus ojos eran vacíos, su rostro sin rastro alguno de emoción y su mirada daba miedo, entonces cuando volteó a verme mi cuerpo reaccionó por mí y me obligó a huir lo más rápido posible arrastrando a Cristal conmigo, y mientras corríamos aún pude apreciar como mi madre estuvo a punto de ir tras nosotros hasta que mi padre la abrazó.
Cuando salimos de la casa logré ver desde una ventana a mi padre ser lanzado con una fuerza descomunal contra una de las paredes de la cocina pero continúe corriendo todo lo que pude en busca de ayuda, hasta que vi como todos se estaban matando entre sí. En ese momento dude y mi hermana se soltó de mi agarre, e ignorando todo corrió a nuestra casa en busca de nuestros padres. Cuando yo trate de ir tras ella tropecé contra un cadáver de los muchos que habían en el suelo, cuando me levante vi a mi hermana entrando a la casa y empecé a correr con todas mis fuerzas con la esperanza de alcanzarla y sacarla de allí, pero ni me acerque cuando la casa explotó.
Solo pude apreciar desde lejos como la casa era consumida por las llamas y como todo dentro de mí era consumido de igual manera. Lo único que me quedaba era algo que sentí hasta ese momento en mi pantalón, un mp3 regalo de mi padre y madre después de ayudarme a arreglarlo tiempo atrás. Luego de eso me escondí en un callejón por un tiempo hasta que un vacío me encontró. La verdad creí que moriría cuando me apuntó con el arma que tenía en mano, estaba seguro de que sería así cuando un disparo resonó, pero no fui yo quien recibió el disparó, desde atrás alguien le había disparado al Vació con un arma que logró atravesar su cabeza. No pude ver quien fue ni siquiera cuando llegó corriendo a levantarme y llevarme consigo, solo logre escuchar que me decía que todo estaría bien y eso bastó para tranquilizarme y fue cuando mi cuerpo cedió al cansancio.
Cuando por fin desperté estaba en una habitación que no había visto en toda mi vida, mientras que de afuera se escuchaba el viento y el aparente mar. Cuando salí logre notar que estábamos en un barco lleno de gente, la mayoría heridos o con mal aspecto y algunos pocos disimulando que todo estaría bien y entonces una mujer se me acercó y me preguntó sobre cómo me sentía. Cuando escuche su voz supe inmediatamente que era la persona que me salvó, era una mujer alta, pelo negro liso hasta la espalda ojos oscuros y buen cuerpo, era hermosa si me preguntan pero no era algo en lo que me enfoque en ese entonces. No respondí a su pregunta al instante, aun no acababa de despertarme y aún estaba terminando de recordar todo lo que estaba pasando cuando me preguntó por mi familia y entonces recordé todo. Mi rostro decayó y las lágrimas empezaron a brotar sin parar, ella supo de inmediato qué fue lo que pasó y me abrazó. Me dijo que lo sentía y repitió aquellas palabras que me hicieron sentir mejor, me dijo que todo estaría bien. Luego de eso ella me adoptó.