Los militares empezaban a moverse entre las calles como sombras en medio de la noche, los jóvenes y adolescentes charlaban e interactúan libremente en diversas partes del refugio, casi ocultos, y Axel solamente caminaba sin rumbo escuchando música con un par de auriculares conectados a un mp3.
Mientras el sol terminó de ocultarse los pensamientos inundaban su cabeza, ninguno sobre algo en general: que debía de hacer mañana, por qué aquellos rasguños tan cerca del refugio, como sería la hija de Rick, porque su rutina era de la misma manera, que cosas faltaban en su casa…, todas eran preguntas o pensamiento al azar, cada pregunta conllevaba a otra para llegar a la única pregunta que jamás había podido responder: ¿Por qué todo se había vuelto de esa forma?
Al llegar a su casa lo primero que notó es que había dos cartas debajo de su puerta, por lo que luego de abrir la puerta, las recogió, entró y cerró la puerta. La oscura noche ya se había tragado el refugio, la hermosa luz de luna llena era lo único que iluminaba el refugio, al igual que la oscura casa de Axel.
Al ver la casa desde fuera no se veía tan mal: una casa pequeña oscura promedio en medio de los restos de una antigua ciudad ahora en ruinas no es tan aterradora como las gigantes casas de madera podrida y vieja, con grandes ventas cuyas cortinas blancas y vidrios sucios dan la sensación de que alguien te observa mientras la puerta principal parece la entrada a un mundo de pesadilla; pero en el interior, es como cualquier casa abandonada.
Para algunos puede ser tétrica e intimidante siendo tan oscura, pero para Axel lo hacía sentir de otra manera, lo hacía sentir triste, ese viento que pasaba entre las grietas de las paredes de madera, las oscuras y quietas sombras que llenan el lugar, los muebles viejos y las telas de arañas, no eran más que simples cosas secundarias.
Si prestas más atención, estas cosas podían ser ignoradas por culpa del silencio que habitaba la casa, un silencio que ocultaba tristeza y agonía, ocasionado porque en esa casa no existe sentimiento alguno, porque esa casa a olvidado el gozo de estar acompañada por personas que transmiten fácilmente felicidad, alegría y amor, que con tan solo su presencia lo que la vuelve oscura y sombría a primera vista desaparecía.
Esa casa representaba exactamente lo que Axel era y sentía, por eso hacia lo posible por no pasar tanto tiempo en ella.
Después de ignorar el pasillo oscuro de la entrada, e ignorar casi por completo el resto de la casa, Axel ingresa hacia la primera habitación que había, una sala con un par de sofás algo antiguos, un reproductor de música a base de discos y un mueble con varios libros, donde el olor a polvo y humedad se sentía en el aire de forma tan natural que hasta resultaba cómodo.
Axel encendió el reproductor de música y escogió un disco al azar, después de todo no tenía el privilegio de tener un disco con música completamente de su gusto, pero tampoco era música que le desagrada, solamente una mezcla de varios tipos de música que Axel había aprendido a apreciar y a la vez a disfrutar.
Al colocar el disco en el reproductor y reproducirlo, el sonido casi perfecto y sin ningún tipo de interferencia mató el silencio rápidamente e hizo sentir el lugar más cómodo y a Axel más tranquilo, por lo que tomo asiento en un sofá individual, abrió ambas cartas y verificó su contenido, la primera carta era de parte del área militar, el primer párrafo era para recordar que pronto se empezarían a hacer los exámenes de sangre, un procedimiento casi obligatorio que se empezaban a hacer cada cierto tiempo dentro de cada refugio.
Parte de este procedimiento servía para determinar si algún individuo poseía alguna enfermedad, común o terminal, y si esta era contagiosa, por lo que se tenía cuidado hasta con un simple resfriado tomando en cuenta que la población mundial ya era menos de la mitad de la que fue hace casi una década y suficiente se tenía con tener que combatir con los vacíos, sus recursos y tecnología, para también tener que confrontar el problema de una epidemia cuya enfermedad podría acabar con la humanidad en general.
La otra parte de este procedimiento era para encontrar individuos que puedan ser compatibles y a la vez sean aptos para usar los trajes especiales de combate creados por la milicia: unos trajes que mejoran completamente la parte física del portador, y la única herramienta que le puede hacer frente a los vacíos.
El segundo párrafo de dicha carta era para indicar que se había solicitado al área militar, seguido del nombre de la persona que lo solicitó, por qué necesita dicha cosa, y la compensación de parte del área militar y de la persona de la solicitud si se le donaban dichos objetos.
Entre esto último está de más decir que la mayoría de compensaciones eran munición y medicina. Axel apuntó en una hoja las cosas que él puede conseguir fácilmente, las que ya posee y el nombre de la persona que las necesita.