Ultima Guerra

Capitulo 6

Aquel hombre con canas en lo que le quedaba del pelo, lentes completamente redondos, arrugas en el rostro y unas bolsas en los ojos un tanto notables, quien vestía aquella tan destacable bata blanca y sostenía la jeringa con un cuidado increíble se acercó al brazo desnudo de Axel y tras haber localizado la vena, introdujo lentamente aquella fría, larga y puntiaguda aguja metálica hasta llegar a la vena y extrajo sangre hasta que la jeringa se llenará. Axel quien ahogó una mueca de dolor durante todo momento sostuvo una pieza de algodón sobre la reciente herida por un par de segundos como lo había indicado el doctor y luego se levantó de su asiento. El doctor le ofreció algo de agua o una venda, pero Axel solo aceptó la segunda y la colocó reemplazando el algodón sobre la herida la cual ya no sangraba.

Los resultados estarán listos a más tardar en una semana.. — Dijo el doctor sin voltear a ver a Axel mientras se dirigía a una mesa con varios recipientes de vidrio, varios vacíos y varios llenos de sangre y con una etiqueta al frente con el nombre de quien era la sangre. Levantó uno vacío e introdujo la sangre. — Una carta te llegará con los resultados a tu casa o se te buscara de parte del área militar, dependiendo de tu suerte — Continuó. Agarró la etiqueta con el nombre de Axel y la colocó en el recipiente con su sangre. — Por último no olvides firmar que ya has hecho el examen al salir — Y tras esto último salió de la carpa probablemente a indicarle a la enfermera que llamara al siguiente individuo.

Tras haber salido y firmado una hoja con sus datos, Axel busco entre la gente a Liz, para esperar junto a ella a que Rick se hiciera el examen y a la vez, ver que tal estaba. Pero su búsqueda fue en vano cuando sintió una mano sobre su hombro, era Liz quien le había esperado al lado de la entrada y tras haber tenido un breve brinco por el susto y ella haber reído por lo mismo empezaron a caminar alrededor de muro del refugio.

¿Y qué tal te fue? — Pregunto Axel, y tras haber agarrado su brazo derecho como una muestra de inseguridad sonrió.

Digamos que bien — Y Lis dio una sonrisa incomoda.

¿Tan mal? —Y Liz solamente volvió a mostrar una risa llena de incomodidad a la que ambos respondieron con una risa.

Tras estar hablando y bromeando por un breve momento, Rick se apareció de sorpresa por detrás de ambos claramente con intenciones de asustarlos, lo cual logró con éxito, y mientras Rick reía y Liz lo reprendía, Axel solamente sonrió. Eran momentos felices pero no duraderos. Al terminar el día, tras varias horas de caza, tras haber llegado a la hora límite de cacería y haber llegado al final del área segura, el grupo de Rick, Axel y Liz, no logro cazar nada. Al principio se lo tomaron como una broma cualquiera, un mal día, una mancha en su racha de victorias, la cual solo empezaba a extenderse.

El día siguiente tampoco fue nada, el día siguiente a ese solo fueron un par de conejos, luego nuevamente nada hasta que pasaron los cinco días. El problema no era que ellos no consiguieran nada, el problema se hizo porque ningún cazador conseguía nada.  

A las 16:00 horas del cuarto día, muchos de los cazadores si es que no todos regresaban al refugio nuevamente sin nada, a excepción nada más de una decepción increíble en sus rostros. La mayoría decaídos, el resto aparentemente cansados de lo mismo, días enteros de trabajo arriesgándose a las afueras del refugio, gastando recursos como agua y comida, para regresar con las manos vacías a casa sin saber el motivo del porqué era así no era para estar feliz. Entre el grupo del norte, justo entrando por el portón, Axel, Liz y Rick se encontraban igual que el resto.

Más tarde, por lo de las 16:30, los tres se encontraban en un café bar de los pocos considerados elegantes del refugio. Las paredes bien pintadas de un color beige, mesas de madera de cedro, sillas de madera de color café con un estilo clásico o sillones de la mejor calidad, lámparas pequeñas pero elegantes en el techo, y tras la entrada la cual tenía un no tan grande pero si notable cartel con el nombre del lugar: “Café Bar Black Star” había una barra de bar. El lugar en sí estaba lleno como de costumbre, tanto de adolescentes como jóvenes y adultos, con un agradable jazz de fondo que ocultaba las pláticas entre amigos dentro del lugar, las y los meseros que vestían smoking por igual eran cordiales y formales con los clientes, el barman era un hombre hábil con las manos quien hacía bailar la mezcladora tanto en sus manos como en el aire y servía las bebidas de una forma rápida e increíble que el hecho de tener una elegante barba y un smoking que solo dejaba al descubierto los tatuajes de sus brazos por tener la mangas de la camisa arremangadas solo lo hacían ver más admirable, y atractivo para varias mujeres, y el leve olor a café del lugar casi nulo solo respaldaban su reputación. El barman rápidamente sirvió un cóctel a Rick con un hermoso color rojizo y una cereza en la orilla del vaso, un moka frio a Liz y expreso frío con canela raspada sobre la bebida a Axel.




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