Última Oportunidad

Verte

-Tu única obligación es estudiar Javier Alejandro- Repite como quinta vez mi padre muy molesto al enterarse de mi fracaso.

-Quien sabe que tenias en la cabeza en ese examen que solo pudiste responder la mitad- Solo yo conozco esa respuesta.

-Ahora estas castigado todo este mes de por medio que queda para la siguiente prueba- Termina de regañarme y me manda a mi habitación.

Recostado en mi cama, comienzo a pensar, como es que pudo llamar tanto mi atención para que se me olvidara todo lo que estudie. Tal vez la forma de sus labios, la perfecta ondulación de cada cabello dorado, o ese hermoso azul de los ojos; no sé que haya sido, pero quiero averiguarlo, y para ello tengo que verla de nuevo, en la última prueba.

Prácticamente quedé sin poder usar la computadora, gracias al castigo, pero de alguna forma pude contarles a mis amigos de lo que paso, la mitad me apoyo y me siguen esperando para poder seguir estudiando juntos, la otra mitad me preguntaba que como conocí la existencia de Pamela, al parecer es más famosa de lo que creí.

 Me esforcé el doble de lo que lo hice en la segunda prueba, estudie mucho más, todo por un objetivo, ya no solo era de seguir con mis amigos de siempre, sino que quiero sacar la mejor nota en este examen para impresionar a Pamela Díaz.

Estudiar sin distractores es mucho más eficaz.

Al fin ha llegado el día, un mes entero sin ver a Pamela, y hoy por fin será la última oportunidad para aprobar ese examen. Esta vez me levanté antes que la alarma me estrese el día, tome la ducha más larga de mi historia y comí muy bien para estar muy presentable ante la presencia de la presidenta; que por cierto no veo la silla donde ella se sentó la prueba pasada. No le di mayor importancia y fui a mi lugar y preparándome mentalmente logro escuchar una voz.

- ¡Hey! Te vine a dar ánimos- Reconozco la voz e inmediatamente volteo a ver.

- ¡Hola Saraí! No esperaba verte por acá. – Era mi mejor amiga, estudiamos juntos desde que tengo memoria.

- Pasaba por aquí, con mi papi, y me recordé que tenías la última prueba hoy. –

-Te agradezco mucho el gesto. –

- Bueno, te deseo lo mejor, ya me tengo que ir. – Me da un abrazo en forma de ánimos y para despedirse de una vez.

- Hasta pronto. – Logro decirle antes que se fuera corriendo.

 Éramos vecinos por eso asistimos a la misma escuela, casualmente ella fue a sentarse al escritorio que estaba al lado mío, al principio, no hablábamos mucho; fue hasta una actividad que teníamos que hacer en parejas de dibujar la caricatura que nos gustaba más y coincidimos, desde ese día un fuerte lazo de amistad se formó.

Los directores empiezan a entrar, el protocolo, el discurso y de nuevo los chistes malos, no faltaron, lo que si faltó fue la presencia de la presidenta estudiantil.

No puedo creerlo, me esforcé demasiado para hacer un papel excelente enfrente de ella y no se presentó, me decepciono aún más cuando me dan el papel del examen; ya ni siquiera me esfuerzo en leerlo, ya nada vale la pena.

Luego de estar pensando por media hora, me viene la brillante idea, ella es la presidente estudiantil, entonces debe estar estudiando en esta secundario, quien sabe en que grado, pero esta estudiando en esta secundaria, tengo que entrar a estudiar con ella.

Este pensamiento basto para inspirarme en hacer un examen excelente, y así lo hice, empecé con lo que ya sabía, lenguaje e historia para que de último tenga el tiempo suficiente para hacer los problemas de matemáticas, no se que me halla pasado la anterior prueba, por que estos ejercicios estaban facilísimos; terminé justo a tiempo, y esta vez estoy seguro que podré estudiar en la misma secundaria que Pamela Díaz.




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