El día ha llegado, desde el día anterior, mi madre ya tenía listo mi uniforme y yo tenía todos los útiles necesarios dentro de la mochila. Me he levantado antes que la alarma suene y ya estoy listo para irme con mi padre, quien por ser el primer día se ofreció a llevarme. Todo parece perfecto para iniciar mis estudios en la Secundaria del Valle Verde, donde también estudia Pamela Díaz.
Afortunadamente el trafico no esta tan pesado hoy, parece que todo el universo esta a mi favor para la primera impresión con Pamela. Así que llego temprano y cuando entro al edificio de los salones, donde Pamela me lanzó aquella mirada, y está repleta de estudiantes; ocupados desde el tercer nivel hasta algunos corriendo en el patio en medio del edificio, desde jovencitos de mi edad que llevan uniforme hasta mucho mayores que están prendidos en su celular. Todo esto es un revoltijo.
Decido ir al sanitario para disimular un poco y con la esperanza de encontrarme a Pamela por el camino, pero a la única que encuentro es a Saraí.
-¡Hey! ¡Viniste! – me dice nomás me ve, con una enorme sonrisa.
- Sí recién acabo de llegar. – Se lo digo con un poco de sarcasmo.
- Ven que por acá estamos nosotros. – Y toma mi mano para guiarme entre tanta multitud, hacía las gradas del primer nivel.
- ¡Hey! Miren a quien encontré perdido en los baños. – Saraí me lleva a donde están Anahí, Mario, Guisell y Oscar.
- Hasta que decidiste aparecer – Grita Oscar.
- Ya era hora, dormilón – Añade Anahí.
- Sí, también me da gusto verlos chicos, ¿Hace cuanto que están acá?
- Yo vine hace media hora – Responde Guiselle muy orgullosa de ello.
- Y yo los acabo de encontrar – Dice Mario con sueño todavía.
Entre las pláticas que armábamos, el timbre suena. Y por el megáfono se oye las palabras del director Victor.
- Los chicos de primer ingreso se forman en el patio principal, los demás pueden ir a sus salones correspondientes.
- Bueno, ya oyeron al viejo vamos a formarnos. – Dice Anahí en tono gracioso y todos reímos mientras vamos hacia donde los otros estudiantes se reúnen.
Son muchos más de los que imagine, el patio principal no parece dar a abasto para tantos estudiantes; como puede cada uno se acomoda y mira hacía la tarima que en un minuto fue levantada delante de todos, por ella sube el director acompañado por otros profesores.
Otro aburrido discurso de bienvenida, donde presentaron los diversos profesores que nos darán las clases en este primer año; El profesor Luis, de computación, es el más joven de todos, Anahí le calculo 23 años. Por otro lado, la profesora Sofía, la más… longeva… parece que nos enseñará de historia; no nos dieron más información ya que tenemos todo un año para conocerlos mejor.
Finalmente, el director habla sobre la elección de un presidente estudiantil, nomás escuchar esa expresión me recuerda a Pamela, así que pongo mucha más atención; esta persona se encarga de la calidad de las diferentes actividades dentro del ciclo escolar, el cual reviso y me percato que dentro de un par de meses hay una conferencia con la presidente estudiantil, para enseñarnos las diferentes responsabilidades que ello conlleva. Una conferencia que Pamela dirigirá, no me lo puedo perder por nada.
El director se despide dándonos los mejores deseos e indicándonos que nos organizáramos en grupos para que los profesores nos puedan guiar en un pequeño tour de toda la instalación. Nos agrupamos con otro grupo de amigos que parecen haber tomado la misma idea que nosotros y nos dirigimos al segundo nivel a ver los laboratorios de Química y Física.
La profesora Lesly, nuestra guía, nos explica muchas cosas que se pueden hacer y las millones que no. Un poco distraído después de oír muchas reglas, aprovecho a salir al pasillo y alzó la vista hacía el tercer nivel buscando ver a Pamela. Para mi fortuna la encuentro bajando las gradas, dirigiéndose al nivel donde estaba yo; muy emocionado por la situación, se me ocurre la brillante idea de ir hacia las gradas y así poder encontrarme con ella. Solo logro decirle a la profesora que voy a ir al baño y salgo corriendo en dirección hacia las gradas sin darme cuenta de que alguien venia por el mismo camino.
Solo siento un golpe... Y un ruido de muchas cosas cayéndose, libros, impresiones, lapiceros e incluso una chica de la secundaria…