Kimberly Linárez, la chica que está tirada en medio del pasillo, según el carné que estoy recogiendo junto con sus fotocopias y libros. En lo que estoy colocando los tapones a los diversos lapiceros de colores reconozco una voz y cuando alzó la mirada, Pamela va corriendo hacia donde su amiga se encuentra.
- ¡Kim! ¿Estas bien? – Escucho su melódica voz.
Se toma la molestia de ayudarla a ponerse de pie; y de terminar de recoger las últimas cosas que quedaban. Mientras que yo penosamente le extiendo la mano con las otras cosas que pude recoger, con la esperanza que pueda hacer más de algún contacto con Pamela.
- ¡Dame eso! – Gruñe Kimberly al arrebatarme las cosas que tenía sostenidas.
- Gracias. – Susurra con esa tierna y dulce voz, Pamela.
- ¿¡Como que gracias!? Ese tipo salió de repente y me boto con todos mis papeles… - Mientras Kimberly parece discutir ahora con Pamela, yo he quedado como un completo idiota ante la presidenta estudiantil, solo puedo verla alejarse del lugar donde quedé inmóvil, con la mirada fija en su espalda; hasta que ella voltea y una pequeña sonrisa se despide de mí.
Al parecer ya se le olvido lo que sucedió aquel día, cuando me fulmino con la mirada, y ahora una dulce sonrisa me acompañará por el resto del día. Tanta era mi emoción de la expresión de Pamela que ni percatado estaba que mis compañeros de tour estaban detrás mío riendo a carcajadas por mi pequeño accidente.
Recorrimos los laboratorios de computación, la cocina, la biblioteca y la enfermería; para finalizar, fuimos a conocer las canchas de futbol y el estadio Valle Verde, donde los integrantes del equipo estaban en su entrenamiento, ya que se acercaba el torneo Inter escolar de futbol, lo más alto que un equipo como estos puede alcanzar; al otro lado de la cancha estaban practicando las porristas, y entre ellas puedo alcanzar a ver a Pamela, desafortunadamente no esta vestida como las demás, con su uniforme, sino que está dándoles instrucciones o regañándolas, en eso me doy cuenta que el capitán del equipo de futbol y todo su equipo de trabajo llegan con las porristas y parecen tener una conversación, luego de un momento llega todo el equipo a molestar con todas las demás porristas, y parecen llevársela muy bien. De tanto de haber estado pendiente de ello desvié la atención y la profesora se dio cuenta de ello.
- Joven, ¿Tiene alguna pregunta? – Pregunta con la esperanza de dejarme en ridículo.
- ¿Cómo puedo entrar al equipo de futbol? – Pregunto con la idea de poder juntarme más con la porrista Pamela.
- Eso le puedes preguntar más a detalle al profesor Mauro, el de deportes, quien es el entrenador del equipo. – Y señala al profesor quien en este momento está hablando con Pamela.
El tour termina donde empezó, con todos los estudiantes reunidos en el patio central, y las últimas palabras del director quien nos alienta a ser mejores y alcanzar lo que nos propongamos, y lo único que quiero alcanzar es a Pamela Díaz, así que comenzaré mi plan desde mañana intentando entrar al equipo de futbol.
Ya de regreso hacia nuestras casas, me acompaña Saraí, ya que vivimos cerca y en el camino le cuento todo mi plan maestro.
- ¿Y de verás crees que funcionará? – dice Saraí un poco dudosa de mí.
- Claro que puede fallar.
- Me gustaría tener tu confianza para creer que es algo sencillo tratar con la persona que te gusta. – Dice mientras agacha la mirada.
- Es cuestión de confianza y hacer todo lo que esté a tu alcance para darle el mensaje a esa persona.
- Bueno te deseo lo mejor. – Me dice con una sonrisa.
- Igual para ti. – Le devuelvo la sonrisa.