Último año

Cuatro

Normalmente se distraería hablando con Milton un rato de camino a casa pero esta vez no pudo. De hecho, lo más probable es que tenga que acostumbrarse a eso de vez en cuando si las prácticas del equipo de básquet comenzaban de nuevo. La verdad es que si esperaba que ganaran, eran buenos, por lo que sabía. El solo había ido a un par de sus juegos de la temporada pasada porque poco sabia de ese deporte.

Decidió entonces desperdiciar su dinero pero no yendo a comer a donde Lena.

Un paraíso para un gamer siempre será su casa, con su consola o su PC gamer pero para alguien que había crecido con juegos de maquinita gracias a su padre, una sala recreativa era como el paraíso.

El mismo tenía un panel de palancas pero no tenía todos los juegos que quería.

— ¡Vamos allá!— Dorian se motivó para entrar, acercándose a la barra para cambiar dinero por fichas.

Su primer juego definitivamente fue un Street Fighter y este lugar tenía el SF2 por lo que logro hacerse con una maquina sola para echar un par de partidas. Otra ventaja es que eran baratas las fichas por lo que podría jugar bastante tiempo por poco dinero.

Jugo un par de partidas con facilidad, entonces noto que alguien se sentó frente a él, lo que significaba que quería retarlo. Normalmente no lo aceptaría pero ¿Qué perdía? Si lo hacía, podía buscar otro juego viejito y seguir en racha.

La partida comenzó y ante su sorpresa, perdió.

No se consideraba increíblemente bueno pero sea quien sea era increíblemente bueno, casi como si estuviera enfrentando a su padre en sus inicios. Ahora al menos ganaba un par de veces de las diez rondas que solían jugar.

Dorian se levantó y fue entonces que noto que quien le gano era una chica.

Era una chica de cabellos morenos pero teñidos de rubio, pudiendo solo notarse su color natural en su cuero cabelludo, de labios delgados, nariz fina, labios delgados, y de ojos color violeta. Ese no podía ser su color natural. Tenía una estatura aproximada de uno sesenta y cinco. No era del todo delgada aun así, no es muy llenita. Su ropa era digna de una rockera de la vieja escuela.

Unos pantalones de mezclilla negros con huecos en las rodillas, una sudadera con capucha de una banda famosa y sus cabellos tenían un adorno de calavera blanca aunque ese estilo lo había visto ¿Un anime?

—Oye, tu— Le llamo, provocándole un escalofrió a Dorian. Esa chica era peligrosa.

— ¿Eu? ¿Qué?— Preguntó Dorian sin saber cuál sería la respuesta correcta.

— ¿Por qué te vas? ¿Tienes miedo de que te venza de nuevo?— La chica giro su cuerpo para mirarlo con una mueca desafiante pero el hecho de que no estuviera sonriendo le generaba señales de alarma.

—Eh, no, solo, creo que ya jugué bastante…

— ¡No es cierto!— La chica levanto la voz, provocando que Dorian se encogiera solo un poco aunque cuando continuo hablando, lo hizo en un tonto más bajo, aunque igual de alarmante— No tienes mucho que llegaste, yo te vi, he estado jugando con los caballos todo el rato…

—Pues…

—Cobarde… Lo entiendo— La chica se levantó del lugar y quizá fue su imaginación pero su expresión se mostró triste.

Dorian se quedó mirándola irse y dejo caer sus hombros.

—Podría jugar de veces más— Dorian rasco su nunca, mientras la chica se detenía, entonces se giró y volvió a su lugar como si nada hubiera pasado a lo que Dorian la imito, sentándose en la máquina de enfrente y colocando otra moneda.

Si seguía perdiendo, no habrá valido la pena ir.

Dorian se esforzó y entonces, volvió a perder.

— ¡Perdedor!— Aseguro la chica desde su máquina, soltando una leve risotada.

— ¿Ah sí?— Dorian levanto la voz y coloco otra moneda para jugar, entonces froto sus manos y se preparó para ponerse serio, aunque ya estaba serio desde hace rato— ¡Vamos de nuevo!

— ¡Así se habla!— La chica levanto la voz pero ya no parecía tan peligrosa.

Y esta vez, Dorian gano.

— ¡Ahí tienes! ¡¿Quién es el perdedor?!— Le grito Dorian en tono de burla, inclinándose para verla.

— ¿Eh?— La chica le miro severamente, provocando que este se escondiera tras su máquina de nuevo.

—Quiero decir que fue divertido ¿No? ¿Quieres que juguemos de nuevo?— Dorian se rasco las mejillas, aun sin comprender el cómo tratarla para que no quisiera suicidarlo de unos siete balazos en la espalda.

La chica se puso de pie y entonces se colocó a un lado de Dorian quien se encogió solo un poco.

—Allá— Le dijo la chica apuntando con la cabeza, por lo que Dorian tuvo que mirar sobre su hombro hacia las máquinas del fondo, algo que le provocó una sorpresa todavía más grande.

Al fondo estaban los juegos en cooperativo como Contra y Metal Slug por nombrar a los más conocidos. De todos modos muchos de esos estaban en japonés porque eran maquinas importadas. Ni él los había tocado.

Se sintió aliviado de que tomara un Metal Slug, sentándose de su lado.

Dorian tomo asiento y coloco una moneda, mientras ella hacia lo mismo, entonces comenzaron a jugar.



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En el texto hay: cliche, romance, harem

Editado: 06.06.2025

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