Cinco

El fin de semana había llegado por lo que sin mucho que hacer, Dorian decidió ir al cine a ver una pelicula que había estado aplazando y aunque su primera idea era invitar a Milton, este tenía que hacer unos encargos con su mamá así que le toco ir solo porque mañana no podría ir él aunque Milton si.

Las ironías de la vida.

Nunca le molesto ir solo al centro comercial o al cine así que se puso ropa cómoda, unos pantalones de mezclilla negros y una playera azul con estampado de anime, además de una chamarra delgada con capucha de color negro.

El centro comercial era un edificio cuadrado blanco, con los letreros de los múltiples locales que tenía dentro pegados en sus paredes por fuera, al menos de los famosos, con un par de entradas para peatones (Una pegada al suelo y otra tras subir unas escaleras) y una entrada para el estacionamiento subterráneo.

El joven entro con despreocupación y se encamino directamente al cine. No le gustaba perder el tiempo en otras cosas aunque aprovecho para ir a los locales de venta de juegos tanto nuevos como esos de segunda mano pues tenían, a veces, buenas ofertas que él aprovechaba cuando podia.

—Quizá la próxima vez— Dijo al ver el precio de un juego para posteriormente dejarlo en su lugar.

Entonces se giro solo para toparse con Mónica quien miraba dos juegos con una mueca extraña, pasando la vista de uno a otro.

La chica llevaba una playera blanca sin estampado, unos shorts de mezclilla y una sudadera con capucha de color verde.

Decidió que lo mejor sería ignorarla pero ambos intercambiaron miradas, algo que solo significaba problemas para Dorian

—¡Ven aquí!— Le llamo en voz baja, a lo que este solo torció los labios y se acercó a regañadientes.

—¿Qué pasa?

—¿Cuál es para la consola esa blanca?

—¿Qué?— Dorian de verdad estaba confundido.

—Ya sabes, la consola blanca, esa grande que parece ventilador, es que Kimberly me pidió que lo comprara para su consola pero no recuerdo su nombre, solo su forma— La chica dibujaba en el aire como si Dorian pudiera verlo.

—¿Kimberly? ¿Ella juega videojuegos?— Dorian se mostró incrédulo, tanto que parpadeo un par de veces.

Mónica se cubrió la boca igual de consternada que él y negó con la cabeza varias veces— ¿Puedes olvidar que lo dije?

Dorian se preguntó porque lo mantiene en secreto, luego recordó que se trata de la princesa, claro, es más factible que la estrella del club de atletismo sea una jugadora de videojuegos que la chica más linda y refinada de la escuela (Para todos menos para Dorian, claro, pues ni la topaba).

—De acuerdo... Es esa caja— Le indico el chico.

—¡Ah, ya veo! ¡Iré a pagar ahora!— La chica sujeto el empaque y entonces la llevo hasta la caja para realizar el pago.

Sin mediar más palabras, Dorian salió del local.

—¡Espera, oye!— Mónica lo detuvo cuando él ya había avanzado bastante— ¿Por qué te fuiste solo así? Ni me dejaste agradecerte, ya sabes, por salvarme con lo de la caja y con lo otro que olvidamos y no vamos a mencionar de nuevo.

"Que obvia" pensó Dorian.

—No necesitas agradecerme— Dorian negó con la cabeza, dispuesto a irse pero la chica lo detuvo, sujetando su brazo.

—No sueles hablar mucho con la gente ¿Verdad?— Mónica le miro con una ceja levantada— Bueno, como dije, me has salvado así que ¿Quieres un helado? Puedo invitártelo como pago.

¿Un helado gratis? Dorian no podía rechazarlo.

La chica le compro un cono sencillo y aprovecho para comprarse uno.

—No te preocupes, es del cambio de Kimberly, seguro lo entiende— Mónica se encogió de hombros y Dorian no supo si mostrarse de acuerdo o comenzar a tener más cuidado con esa chica.

La chica probó su helado y su rostro se ilumino, entonces se inclinó para tratar de probar el de Dorian quien reacciono, apartándose con una ceja levantada— ¿Y esto? ¿Ahora quieres robármelo?

—Claro que no, pero quiero probarlo ¡Vamos! ¡Y te daré del mío!— Mónica no parecía ver lo malo en la situación y de hecho Dorian tampoco pero ese era su helado, uno que le compro ella ¿Qué sentido tenía que le diera?

Al final lo pensó tanto que la chica se adelantó para probarlo, sorprendiendo al chico.

—¡Oye!— Dorian trato de quejarse pero la chica le metió su helado en la boca.

—¡Ya estamos a mano! ¡Y si esta rico!— Mónica se rio, entonces se apartó y comenzó a caminar lejos de ahí, girándose y despidiéndose con la mano— ¡Nos vemos en la escuela! ¡Gracias de nuevo! ¡Se me hace tarde!

Dorian se preguntó cómo podía gritar como si nada frente a todos.

Miro su helado mordido para comenzar a lamer de sus labios los restos del helado de ella. Ese también estaba rico, lo admitía.

El chico volvió a caminar rumbo al cine terminando su helado.

Cuando llego, se dirigió a la cartelera para elegir con sumo cuidado la función que se acercara más a su horario y cuando lo hizo, se acercó a la taquilla, entonces noto que la figura frente a él se le hacía conocida pero al instante aparto la vista para no meterse en problemas.

Cuando le toco a la chica, se dio cuenta porque le parecía tan familiar.

—Me puedes dar un boleto para la función de las cuatro para Godzilla 2001, por favor— Dijo Evelyn con su tipico tono serio, mientras mantenía las manos cruzadas sobre su pecho.

—¡En seguida!— Le dijo la chica.

Fue entonces que Dorian escucho algunos cuchicheos detrás de él.

—Es muy linda ¿No?

—Pero viene sola— Dijo otro.

—Imposible, quizá sea una idol en cubierto...— Esa era una tercera voz.

—Puede ser, hay que acercamos a ver...

—¡Siguiente!

—Ah, si...— Respondió Dorin, entonces se topó de frente con Evelyn quien le miro por un breve segundo y luego se apartó a lo que el joven siguió hacia la taquilla para pedir exactamente la misma sala y el mismo horario que ella.

Mirando en la pantalla los lugares, localizo el que ella había tomado, entonces decidió tomar uno lo bastante lejos pese a que ella había elegido uno que a él personalmente le gustaba.