—¿Viene el Festival deportivo tan pronto?— Dorian miro los letreros coloridos que estaban colgados en la zona de anuncios de la escuela, opacando solo por poco los millones de papeles que promocionaban los talleres y las pequeñas sociedades de investigación formadas por los propios alumnos.
La última vez que escapo del festival, la profesora lo atrapo infraganti mientras fingía estar enfermo del estómago comiendo churros y una gran cantidad, así que sospechaba que esta vez no lo dejarían saltárselo. La profesora lo vigilaría como un halcón.
—¡Domino!— Grito Mónica mientras se acercaba corriendo a él, deteniéndose por poco a su lado y tomando sus costados como si nada.
—¿Cómo?— Dorian le miro con una ceja levantada.
—Ella ya— viene Dorian dudo, pues se veía verdaderamente horrorizada por alguna razón.
—¡Domino!— Grito otra vocecita chillona que no era de nadie más ni nadie menos que Kimberly quien lo tomo del cuello de su suéter y lo arrastro al patio de la escuela, que a esa hora estaba vacío.
El pobre no pudo ni quejarse.
En otras circunstancias, Dorian habría pensado que es porque se va a declarar pero Mónica veía la escena con horror y Kimberly daba pasos que parecían hacer vibrar el suelo bajo sus pies.
Finalmente lo soltó cuando estaban lo bastante alejados de la gente, entonces Dorian entendió que lo iban a matar.
—¿Qué tanto sabes, Domino?— Preguntó la chica cruzándose de brazos pero dándole la espalda.
—No sé nada— Dorian ni sabía de qué hablaba ¿Qué debería saber o no saber? ¿Y quién diablos es Domino?
—Tu eres Domino— Le apunto Mónica.
—Me llamo Dorian.
Mónica se quedó pensativa.
—Mónica me dijo que la atrapaste cuando estaba realizando unas compras y me dijo que lo sabes, así que no puedes hacerte el tonto— Dorian se giró hacia Kimberly de nuevo, la cual finalmente le miro sobre su hombro con una expresión de asesinato.
Dorian levanto sus manos por inercia y luego miro a Mónica con una ceja levantada.
—¿Perdón?— Se disculpó esta.
—Pudiste quedarte callada y hasta ahi habría llegado ¿Qué tan problemática eres?
—¿Problemática?— Mónica levanto la voz y le miro con el ceño fruncido, poniendo las manos en jarra— ¡Mira quién habla! ¡El que secuestro a una pobre chica!
—¡¿Secuestrar a una chica?! ¡¿De qué hablas?!— Dorian hizo una mueca de extrañeza pues la chica se estaba inventando cualquier cosa y ese tipo de inventos no eran los que le darian buena reputación, precisamente.
—¡Yo te vi cuando te llevaste a esa chica de la parada!
—¡La estaban molestando así que solo me la lleve a otro lado, de todas formas, no vayas diciendo esas tonterías a donde quiera que vayas! ¡¿Estás loca?! ¡Me vas a meter en problemas!
Incluso la gente en la lejanía veía la discusión aunque la mayoría ni se quedaba a escuchar.
—Ya basta, los dos, están olvidando el tema importante— Kimberly volvió a sujetar del cuello al chico— Mónica me dijo que guardarías el secreto pero tenía que estar segura porque si no lo haces...
La chica saco un bisturí de su manga y lo acerco al rostro de Dorian ¿Cómo rayos hizo eso?
Pese a la sorpresa inicial, Dorian noto que no tenía navaja.
—Solo el mango...— Señalo Dorian.
—Mi papá tiene muchos bisturís en casa con muchas navajas, así que la próxima no estará vacío— Le dijo Kimberly pegando la punta del mismo en la mejilla del chico— No quieres tentar al destino.
Esa niña también era peligrosa.
—Como le dije a Mónica, no voy a decir nada, de todos modos aunque le contara a alguien ¿Crees que tendría repercusión? Podría pasar como la fantasía de un fracasado que se obsesiono contigo e hizo un fanfic en su cabeza— Aseguro Dorian mientras volteaba los ojos.
Kimberly pareció meditarlo.
—Es cierto, es un fracasado que nadie topa— Mónica se encogió de hombros.
—Oye...— Se quejó el susodicho. Estaba bien que él lo dijera.
—Supongo que tienes razón, bien, te creeré— La chica guardo el mango de su arma en su manga, provocando una mirada curiosa por parte de Dorian a lo que esta le miro de mala gana— ¿Qué miras?
—No, nada, no importa— Dorian aparto la vista, levantando sus manos en señal de rendición pero volviendo a voltear los ojos.
Las dos chicas se fueron de ahí, dejando al pobre chico agotado.
—¡Nos vemos!— Mónica se despidió como si no hubiesen discutido hace segundos.
Dorian hizo una mueca. No esperaba una mañana tan movida.
—¿Y eso que fue?— Preguntó Milton cuando Dorian llego al salón.
—¿De qué hablas?
—No te hagas el tonto conmigo, el que te hayas reunido con La Princesa y con Mónica.
—Ah, una tontería, no te fijes, la verdad, están locas— Dorian hizo una mueca y se dejó caer en su jugar, soltando un largo suspiro— Y ahora que lo pienso, son nuestras compañeras de equipo ¿No? ¡Carajo! ¡Las tendré que ver más!
Milton le dio unas ligeras palmadas en la espalda.
Más tarde, mientras comían su almuerzo.
—Estaba pensando que deberíamos tener una banda ¿No sería divertido?
—Si en esa banda me permiten tocar la flauta que es el único instrumento que he tocado en mi vida, está bien— Dorian se encogió de hombros mientras mordia su sandwich con despreocupación.
—A menos que sea una orquesta o toquemos música clásica...
—La flauta también ha estado en canciones de Rock ¿No?— Le dijo, apuntándole con el sándwich.
—Creo que...
Fue entonces que Evelyn se acercó, quedándose con los brazos cruzados frente a ellos.
—Si es por lo del equipo, debes...— Comenzó Milton.
—No es por eso por lo que vine— Evelyn negó con la cabeza y miro a Dorian quien se quedó confundido, entonces lo entendió, abriendo mucho los ojos y pasando el bocado que había comido mientras la chica se quedaba en silencio.
Milton miro con extrañeza a Dorian.
—Es por la pelicula ¿No? Pues me gustó, ya entendí mejor a los personajes aunque ya los entendí desde la secuela, lo que es raro y si es un retroceso pero me gusto la pelea y el animatrónico se ve bien, me gusto mucho— Dorian se encogió de hombros mientras recordaba la pelicula que vio el domingo por la noche.