-¡Buenos días a todos!- la voz del presentador me saca de mis pensamientos y me giro a mirar a Wind que está observando al frente, en el lado del copiloto- espero que estéis ya con los ojos bien abiertos porque hoy domingo, es día de pasarlo con la familia, y os traigo una canción que llega al corazón de muchos, esto es Stressed out de twenty one pilots.
-La voz de este presentador siempre me pone nervioso- arruga la nariz con desagrado- mi padre lo pone en la tienda todas las mañanas y solo resuena su voz diciendo buenos días- río por lo bajo.
-Yo lo tengo como despertador por las mañanas porque me obliga a levantarme para callarlo- él sonríe y nos volvemos a quedar en silencio.
Cinco horas de viaje después, ninguno ha querido pronunciar palabra por si eso nos hace explotar. A ver, hemos parado a comer y a estirar las piernas, pero estamos en tensión, cada uno en su mundo, con sus problemas y si alguien interrumpe la línea, todo se irá a la mierda. No queremos enfadarnos con el otro por algo que no tiene culpa.
Es mejor callar y no gritar.
Respiro hondo, pensando en cómo explicarle a Fire que nos conocemos desde hace tiempo, que somos un equipo y que...
-Mira, parece ser que ha habido un accidente- señala Wind un poco más delante.
-Es verdad- toda mi atención se centra en la ambulancia y los dos coches destrozados que están junto a unos de policía- ¿qué crees que ha podido pasar?
-No lo se, pero espero que estén todos bien- asiento dándole la razón.
-La última vez que me fui de viaje con mis padres, vimos un accidente y ellos comenzaron a decir que eso les pasaba por maleducados que no respetan las señales y todas esas cosas- suspiro- en ese momento quería matarlos porque yo estaba detrás llorando porque parecía que había muerto uno de los conductores- trago saliva con dificultad.
-Mi padre les tiene pavor a los coches y por ello nunca salimos del pueblo, él tuvo un accidente cuando era adolescente y desde ese momento no ha vuelto a conducir- lo dice tan ausente que dudo por unos segundos que me lo esté diciendo a mi.
Todos en cierto momento, vivimos en otro mundo para ahuyentar a los demonios de este.
-Por lo menos está bien ¿no?- suelta una risa amarga y creo que está a punto de decir algo, pero se calla- Wind- lo llamo.
-Dime- me mira de reojo y yo sigo conduciendo.
¿Dónde estás?
-¿Tienes hambre?- niega con la cabeza- ¿sed?- enarco una ceja, pero él vuelve a responderme con un "no"- vale- suspiro- ¿qué te pasa?
-¿Me tiene que pasar algo?
-Pues si, porque pareces ausente, aunque no te digo que sea malo, porque yo estoy igual, pero por lo menos yo no parezco amargada ni enfadada por algo- le ataco y me muerdo el labio, nerviosa.
¿Me estoy metiendo demasiado en su vida?
-Hay muchas preguntas que no tienen respuesta y tu pareces estar tan tranquila con todo esto que me resulta frustrante- río con ganas, sin parar, pero mirando todo el tiempo a la carretera.
-Yo he tenido una semana para volverme loca, una noche, me desperté a las 4 de la mañana o así y llamé a Guzmán llorando, diciendo que me estaba estresando porque no entendía nada, yo pensaba que eras real, pero solo aparecías en mis sueños y no tenía sentido- me quedo en silencio unos segundos- todo lo que estás sintiendo ahora yo ya lo he pasado y en estos momento solo pienso en la reacción de Fire y esperando que no sea igual que la tuya al principio.
-¿Y lo del agua?- gruño de manera inconsciente.
-No pienses en eso- le exijo- ¿por qué no entiendes que no es nada?
-Porque te he visto flotar por toda la habitación y susurrando cosas sin sentido- me explica calmado mientras que a mi me sudan las manos.
-A mi me han llamado loca toda la vida, y no quiero que nadie pase lo mismo que yo he pasado solo porque quiere demostrar algo que yo ya he intentado hacer- intento calmarme para no gritarle o algo por el estilo, este tema me enfurece.
-Lo entiendo pero...
-No hay peros, me da igual lo que tengas pensado, yo ya lo he probado todo incluso me grabé pero me dijeron que estaba manipulado y eso no había pasado- aprieto las manos en el volante- al final me callé y no volví a hablar de ello con nadie y no me pasó nunca más hasta que tu apareciste en mi mente, ya lo había superado, incluso olvidado, haz lo mismo- eso hace que se quede en silencio unos minutos.
Es mejor ocultar las sombras.
-Lo siento- asiento y sonrío al conseguir ver un cartel que dice que nos queda media hora de viaje.
-Al fin- casi me dan ganas de llorar.
-Se me ha hecho corto el trayecto en realidad- río y niego con la cabeza.
-Eso es porque no estabas conduciendo, yo me estoy muriendo y tengo unas ganas de dormir increíbles- bostezo de forma involuntaria.
-Yo es que he dormido durante dos horas, pero me gustaría tumbarme en una cama bien cómoda, sin que nada me limite el espacio- me explica con una sonrisa cansada.
-Los bordes de la cama te limitan.
-Cierto, pero si me tiro al suelo ya no- río por lo bajo.
-¿Crees que Fire nos recordará?- se queda en silencio un tiempo, pensativo.
La verdad, es que ya no se qué creer. Él podría recordar a la perfección y a lo mejor incluso nos espera, se que parece loco, pero es posible. Aunque también está la opción de que sea como Wind, no se acuerde de absolutamente nada, y que luego lo recuerde de la nada, aunque es dudable. Quiero hablar con él sin que me mire con lástima o como si fuera una loca que intenta explicarle algo sin sentido. Tengo miedo, estoy nerviosa y Guzmán me está llamando.
Mierda.
-Hola...- comienzo a decir, pero me interrumpe.
-Ya no se que pensar contigo, Sea- suspiro.
-Lo se- miro a Wind que me aguanta el móvil mientras este está en altavoz.