Último recuerdo

27

Abro la puerta mirando a todos lados detrás mío por si algún guardia me ha seguido o algo por el estilo, que no lo dudaría. Entro en la sala y compruebo que están todos ya aquí, pero cada uno a un lado, Wood meditando, Wind en una esquina, hecho un ovillo y Fire tumbado en el suelo mirando el techo. Todo está muy silencioso y nadie parece importarle, ni siquiera se dan cuenta de que estoy ahí hasta que carraspeo sonoramente y todas las miradas se dirigen a mi.

-Hola, chicos- les sonrío sin poder disimular la ilusión que me da tenerlos a todos ahí.

El primero en ir a saludarme es mi hermano.

-Sea- dice mientras me abraza con un pelín demasiada fuerza.

-Me ahogas- con una carcajada me suelta- ¿por qué no me contestabas?- la sonrisa se le va de la cara de golpe.

-Me han estado haciendo pruebas en el cerebro para ver como me había afectado todo, querían saber cómo acciono el fuego, si lo hago de una forma diferente a la de antes o si sigue siendo con emociones fuertes- traga saliva, recordándolo todo- no quería que vieran que tu entrabas a mi cerebro.

-Menos mal- suspiro aliviada y él frunce el ceño- pensaba que estabas enfadado conmigo o incluso que te tenían torturado, encerrado o a saber que, he llegado a creer lo peor.

-Pues estoy perfectamente, aunque un poco cansado- asiento.

-Yo igual, los entrenamientos son horribles- comento y miro fijamente a Wind, que no aparta la mirada- ¿no me das un abrazo?- veo como sus ojos se cristalizan, pero no se levanta.

Decido ir hacia él y sentarme yo a su lado para así abrazarlo y dejar que llore en mi hombro todo lo que quiera. Estamos así unos minutos en los que siento la mirada de los otros dos en la sala, pero parece ser que a Wind no le importa y a mi menos. Cuando nos separamos, limpio con mis pulgares algunas lágrimas restantes y le sonrío.

-Ahora estoy aquí, contigo- le susurro y cojo su mano- no te volveré a dejar solo, te protegeré.

-Te he echado de menos- juega con mis dedos, distrayéndose.

-Y yo a ti- nos levantamos los dos y vamos con Fire y Wood que ya están intercambiando algunas palabras- ¿qué tal estáis todos en general?- ellos me miran preguntándose si lo que digo es enserio o no.

-Creo que hablo por Wind y por mi cuando digo que estamos mejor que antes- asegura e intento disimular que eso me afecta.

-Perfecto- me siento junto a ellos, formando un cuadrado- ¿y tu, Wood?

-Estoy bien- asiente, indiferente.

-Bien- suspiro, no se por donde empezar.

-¿Por qué estamos aquí?- pregunta Wind sin soltar mi mano.

-Chicos, debemos salir de aquí- medio susurro por si alguien nos escucha o algo así.

-¿Por qué?- suelta Fire con desgana- nuestras vidas eran una mierda y aquí, aunque sea horrible, es mejor- asegura y percibo como el chico de ojos grises que tengo al lado asiente con la cabeza.

-Nos quieren usar como armas- intento que lo entienda- quieren que muramos en la batalla, les da igual nuestras vidas porque ya han matado a miles más, no hemos sido los primeros experimentos y no creo que seamos los últimos si no hacemos algo.

-Si vuelvo deberé mentir a Gracia- me explica y yo me muerdo la lengua para no decirle que seguramente ella era una espía y que lo sabía todo.

Encima, seguramente no debamos volver a los pueblos en los que hemos estado viviendo dos años de nuestras vidas, aunque me muera por ver a Cin, ya encontraré alguna forma de contactar con ella. 

Me se su número de memoria.

-Por favor chicos, no todo sería malo en vuestras anteriores vidas, debe de haber algo que os hacía sonreír, que os hacía reír y os alegraba los días sin pedir nada a cambio- les suplico que piensen y casi me pongo a llorar.

Hay un silencio en el que nadie dice nada, cada uno en sus pensamientos, buscando y recordando momento buenos, cosas que los saque de este agujero, o eso espero. Lo mío lo tengo claro, ya que tengo una mejor amiga. Cin me ha sacado de todos mis bajones y me ha hecho levantarme de nuevo aunque a los 5 segundos alguien me volviera a tirar al suelo. Sin duda sin ella no estaría aquí o seguramente estaría como los chicos ahora.

-Mi mejor amiga- suelta Wind y yo lo miro es la chica esa que viste cuando entraste a la tienda.

-¿Mia?- asiente con la cabeza y yo le sonrío.

-Ella siempre va a la tienda y compra una tableta de chocolate negro, es un torbellino, llena de alegría en el cuerpo, siempre riendo y tirándolo todo al suelo- traga saliva- la he llegado a considerar como una hermana.

-Eso es precioso- aprieto su mano y él me devuelve el gesto, más relajado.

-Mia hacía mis días más llevaderos, debo admitirlo, aunque no se diese cuenta- sigue contando su historia- me llama amargado- arruga la nariz con desagrado y yo río por lo bajo.

-A veces lo eres- él rueda los ojos con una sonrisa en el rostro.

Ha dejado de llorar.

-Mi perro- dice en voz alta Fire- Jack, él me sacaba un sonrisa cada vez que lo veía, me pregunto como estará, si me echará de menos ya que lo he dejado más de dos semanas con Gracia, nunca he hecho eso, es al único que no tenía que mentir.

-Seguro está perfectamente, y querrás volver a verlo ¿no?- sonríe de lado y asiente- pues escuchar mi plan, porque creo que hay cosas que me dejo.

De repente, la puerta de la sala se abre y todos nos quedamos mudos, sin atrevernos a levantar la mirada. Mi cabeza empieza a maquinar las peores escenas que podrían pasar empezando con 50 descargas eléctricas y un Santa Claus sonriente. Oímos un carraspeo y en seguida me relajo porque aunque parezca una locura, solo con eso, ya se quien es y Wood también porque sonríe inconscientemente.

-Siento llegar un poco tarde- me dice tímidamente.

-Tranquilo, siéntate con nosotros, no te has perdido nada- asiente y hace lo que le he dicho, quedándose al lado de su novio.



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En el texto hay: misterio, amor, amistad

Editado: 09.01.2021

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