---Siete Años---
En este día… Por alguna extraña razón… El viejo maestro me ha pedido que valla a cinco picos.
Al principio lo dude, pero es la única persona en la que confió…
Kiki, me prometió que se portaría bien y me ayudaría en todo, para que no me preocupará.
No pude negarme entonces en ir.
Partí por la mañana, no me tomaría más que unos minutos llegar hasta donde está el viejo maestro, sé que en el santuario estaría prohibido, pero aquí no lo es.
Debo ser cuidadoso, de no levantar sospechas.
Lo puedo ver sentado en el mismo lugar de siempre, luce exactamente como lo recordaba, cuando mi maestro me lo presentó.
Sé que se ha dado cuenta de mi presencia, pero aun así me acerco despacio, hasta llegar a su nivel.
-Buenos días, viejo maestro- Saludo educadamente, como me lo enseñaron.
-Buenos días Mu- Contesta con ese tono amable y gentil.
-Me pidió que viniera, ¿Sucede algo?- Voy directo al grano, pienso no demorarme tanto.
Sonrió, dirigiéndome una mirada cargada de emoción –Hoy es un día importante, ¿Aun no te ha dado cuenta?-
-¿Día importante?- Trato de recordar cualquier suceso o fecha que no se me debe olvidar, pero es inútil… Nada de mi interés se celebra en ese día.
Me giro a verlo de nueva cuenta, después de hacer una introspección –Lo siento mucho, pero no logro recordar que día es hoy-
Niega con la cabeza, pero no luce enojado, al contrario parece que se divierte –Mu, este día no lo deberías olvidar, es muy importante para muchos-
Otra pista que me da, pero aun si, no logro recordar… ¿Tanto tiempo ocupado? Haciendo mi deber, y olvido algo con tanto peso…
-Como veo que luces confundido, te lo diré, pero no lo vuelvas a olvidar muchacho- Lanzo un leve suspiro al distancia, como si el pudiera estar viendo algo que mis ojos no alcanzar a hacerlo.
Me quedo atento, debo recordarlo sin importar que.
-¿Recuerdas la fecha exacta de este día?- Otra pregunta más, pero puede ser fácil.
-Hoy es… veintisiete de Marzo- Le contestó tan tranquilo, fue allí que de repente comprendo a lo que se refiere… Se debió ver en mi rostro la sorpresa que yo mismo me lleve.
-¿Ya recuerdas?- Cierra sus ojos, riendo por mi falta de memoria.
-Si- Me da ahora vergüenza, incluso cierro mis ojos, ¿Cómo puedes olvidar tú propio cumpleaños?
-No te angusties Mu, a todos nos puede pasar- Tarta de calmarme, pero me da tanta pena mi situación.
-Creo que he estado demasiado preocupado últimamente- Toco mi cabeza, estando sentando, con mis dorillas dobladas y dejando todo mi peso sobre ellas.
-Todos lo hemos estado- Su semblante cambio a uno serio.
-Sí, creo que sabemos que algo se avecina- Miro a la cascada, la suave brisa y su sonido es tan tranquilizante.
-Tú también te das cuenta- Creo que es otro motivo por el que he venido.
-No es solo la próxima guerra santa la que se aproxima ¿Verdad?- Me giro a verlo.
-Se avecina la verdad-
Esa palabra se ha perdido por tantos años, que a veces creo que nadie lograra ver más allá de la oscuridad que se ha posado en el santuario.
-¿Sucederá pronto?- Estoy algo curioso, pero a la vez, temo aun…
-Te seré muy sincero Mu, puede que el próximo año… No estemos en este mundo- Sus palabras, que ya las veía venir, las acepto… Lo he pensado estos últimos trece años, no… Incluso desde antes, se lo que significa la guerra santa, y que nunca se va sin perdidas.
-Entiendo- Mi postura serena la mantengo, ¿De qué sirve alarmarse por algo inevitable? Nosotros estamos preparados para morir en cualquier momento.
-Por esa razón, quiero que pases un muy lindo cumpleaños- Me vuelve a sonreír, me hace recordar a mi maestro… No pude evitar devolverle el gesto.
-Si…- Solo confirme, no sé qué decir –Sé que puede ser el último- Sonrió… Pero esta vez no siento que mis lagrimes amenacen a salir, no existe nada por que llorar.
-Je, je, je, ¿Cómo celebraras?- Me pregunta, tratando de olvidar el tema anterior.
Bajo mi mirada, pero la sonrisa no se esfumó –No lo sé… Ni siquiera recordaba que era hoy- Es vergonzoso aceptar que este año lo olvide.
-Come lo que te guste, y relájate, no pienses en tu deber- Esos concejos sé que tratan de ser lo mejor y creo que los tomare tan solo por este día.
-Entonces, preparare lo que me guste- Rio un momento en voz baja, pensado en que posiblemente Kiki también lo olvidara…
Últimamente le estuve exigiendo demasiado, por la misma preocupación que presentía.
-¿Cómo ha estado la pequeña estrella?- Me da curiosidad, porque a veces el viejo maestro se refiere así a Kiki, pero lo entiendo a veces.
-Muy bien, es un niño muy sano, fuerte, listo…- Sonrió de nuevo para posar mis ojos en la cascada –Algo terco… Ha aprendido el arte de reparar armaduras, pero creo que aún necesita perfeccionarlo-
-¿Estas orgulloso de él?-
-Si, por completó- No lo pensé, fue lo que de verdad siento, incluso agradezco aquella noche a verme tardado en el pueblo queda atrapado en la tormenta.
-Te dije muchacho que Kiki, estaba destinado a estar bajo tu cuidado- Me toca el hombro, un gesto amistosos –Le has enseñado muy bien...- Sé que me dirá algo más, su semblante luce algo sombrío -¿Lo has preparado?-
-Está listo, desea volverse el caballero de Aries algún día… Sus habilidades fluctúan en ocasiones, pero con entrenamiento lograra dominarlas y…- Fui interrumpido.
-Me refiero si lo has preparado para tu muerte- Creo que en esta ocasión sentí como un viento helado nos envolviera, fue algo que estrujó mi corazón.
Suspire, alfo derrotado, bajando mi mirada, no pude responder.
-Comprendo…- No me dijo nada mas –Sé que el tema es difícil, pero… Sería mejor que le explicaras más de ti-
Sabe que Kiki no conoce mi verdadero ser… No se lo he dicho, pero no encuentro el momento correcto.
-Deseo conserve su inocencia un poco más de tiempo…- En este punto, siento nostalgia… En este momento estoy en el lugar de alguien que también me tuvo que dejar.