Yo fui esa mariposa, tenía las alas rotas. Sueños pequeños desvanecidos, sueños eternos no cumplidos. Mil dagas atravesando mi pecho, sin dejarme respirar, sin darme el derecho a volar. Pensamientos frágiles, manos ágiles. Que golpeaban mis alas contra el viento, causando grietas con cada palabra, cada mirada e incluso cada suspiro. Cada acción y cada motivo, ayudaban a esas manos a golpearme más contra él viento. Provocando que mis latidos reducieran mis sentidos. Dificultando me hablar, respirar o incluso llorar. Soy esa mariposa que con cada soplo del viento, se encuentra perdida y alejada de esta vida...
Editado: 16.12.2024