Un amor a la antigua

Capitulo 35

La Bienvenida.

Blake.

Escupí el resto de vomito en el retrete, ya no podía más, jamás había vomitado tanto en mi vida, otra arcada de vomito me invadió y regrese la cabeza al retrete sacando todo, por dios ¿qué era esto? ¿por qué me sentía así?

— Que asco, estas sacando todo el estomago. — Prien estaba recostado en el marco de mi puerta.

— Obviamente, es su primera vez ingiriendo alcohol. — Colton tenía la vista fija en mi desde el lava manos.

— Si así se ve embriagarse, paso no quiero esa experiencia en mi vida. — Karina estaba detrás mío pasando su mano por mi espalda masajeando la zona cada que tenía la arcada de vomito.

— Si, tu tienes prohibido ingerir cualquier sustancia. — Prien la amenazo.

— No empecemos con el debate de hermanos sobre protectores, el que lo necesita ahora es Blake.

Recosté la cabeza en la pared fría a lado del retrete, estaba sudando y me dolía muchísimo la cabeza, ¿por que les gusta tomar? ¿son masoquistas y les gusta el dolor que causa el vomito?

— Lo que el necesita es un baño de agua fría, un suero y aspirinas para bajarle la borrachera.

Prien y Colton me tomaron ambos brazos y me llevaron hasta la ducha, comenzaron a quitarme los zapatos, el moño del esmoquin, el cinturón, pero se detuvieron al querer empezar a desabotonarme la camisa.

— ¿Qué? — susurre al ver que no quitaban la vista del retrete.

— Nosotros nos encargamos. — Prien fue el primero en hablar.

— Te puedes salir Karina. — Colton levanto a Karina del brazo para llevarla a la puerta.

— Ay por favor, somos hermanos, los he visto desnudos más de una vez. — ella intento defenderse.

— A nosotros si, pero a Blake no. — Colton siguió tirando de su brazo para llevársela.

— ¿Y eso cambia las cosas por? 

— Tu sabes perfectamente el por que Karina, por favor salte y ve a buscar agua y pastillas. — Colton la saco de la habitación y le cerro la puerta en la cara.

— Eso fue grosero. — ya no me costaba tanto hablar pero aún no coordinaba bien.

— Vamos a bañarte antes de que te quedes dormido.

Ambos cambiaron de tema pero no tuve la fuerza para seguir indagando el por que su actitud hacia Karina, si todos éramos como hermanos, ella tenía razón al decir que los había visto desnudos a ambos, hasta yo lo había echo, un presentimiento se instalo en mi pecho, pero el dolor, sueño y cansancio combinado hicieron que se me olvidara apenas el agua tocara todo mi cuerpo,

Prien me sostenía para no caerme y Colton me enjabonaba y enjuagaba, me sentía como un niño pequeño he indefenso que no podía hacer nada sin caerse y lastimarse, sonreí al recordar como mi madre me enseño a bañarme solo, yo era feliz cuando me esperaba afuera del baño y me felicitaba por haberlo echo tan bien y ser un niño grande, unas cuantas lagrimas salieron sin mi consentimiento pero el agua de la ducha se las llevo, necesitaba a mi madre o Janeth, necesitaba uno de sus abrazos que te reconfortan.

Cuando terminaron ya podía caminar mejor pero aún me costaba moverme, así que salí andando apoyándome en las paredes, yo solo salí caminando del baño en lo que ellos traían ropa para cambiarme, quería recostarme estaba agotado, pero también quería llorar, el peso de las cosas comenzaba a tomarme

— Déjenme dormir. — intentaba recostarme en la cama pero Prien y Colton me lo impedían.

— No hasta que tomes algo de agua, te deshidrataste con todo el vomito que sacaste. — Colton no dejaba de ir y venir de la puerta a mi cama.

— Llegue las empleadas no estaban y no sabia donde estaban los analgésicos. 

Karina entro a la habitación con una bandeja donde tría una jarra de agua con un vaso, y una caja de pastillas.

— No entiendo Ruso así que traje todo esto. — dejo todo al lado de mi cama sobre la mesita de noche.

— Blake, ¿puedes traducir? — Colton tomo las cajas de las pastillas y las dejo frente a mi, asentí viendo el nombre de cada una hasta hallar la que era para el dolor de cabeza.

— Es esta. — señale adormilado la caja de color verde, Colton asintió y fue a servirme agua en el vaso, me lo paso junto con dos pastillas.

Me quitaron el vaso y me dejaron tumbarme en la cama, me recosté feliz acomodándome en el calor que esta emanaba.

— Bien ya que el bello durmiente esta en sus aposentos, ¿cómo dormiremos? solo hay un sillón. — Prien se giro para inspeccionar mi habitación.

— ¿Dormiremos aquí? — Karina no disimulo el tono de sorpresa.

— No nos arriesgaremos a que Feddei venga a vengarse a mitad de la noche, pido el sillón, ahí arréglense ustedes dos.

Prien fue directo al sillón de mi habitación quito algunos cojines y acomodo el lugar para dormir. 

— Iré a ver si hay más sabanas para tender una cama en el piso. — Colton emprendió la búsqueda en uno de los armarios de mi habitación.

Me senté en mi lugar con los ojos entrecerrados medio dormido y hable:

— No es necesario que se queden en el piso, vengan. — palme con mi mano izquierda el lado vació que había en mi cama. — Aquí hay mucho lugar.

Karina sonrió feliz, y Colton se giro hacia mi lugar.

— ¿Estas seguro Blake?

Asentí ante su pregunta y alce los brazos en forma de abrazo, Karina vino corriendo a recibir mi abrazo gustosa.

— Bien pero yo pido en medio.

Colton nos separo de nuestro abrazo, me volvió a recostar y se acostó a lado de mi, Karina quedo hasta el otro lado de la cama, era bastante grande así que nos permitía movernos con facilidad para acomodarnos a dormir.

[...]

En ocasione solía despertarme antes de que vinieran a buscarme pero hoy era la excepción, los golpes en la puerta me despertaron junto con el dolor de cabeza que ya no era tan fuerte pero aún dolía. 

— Joven Blake. —la voz de Shena me taladro los oídos. — Joven Blake lo están esperando a bajo el desayuno esta servido para usted y los señores. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.