Advertencia.
Blake.
Llegue de nuevo al sótano encontrándome con la imagen de Grecy en bata recostada en una camilla de metal, a su alrededor había una maquina que media los signos vitales, una maquina la cual le iba a suministrar el oxigeno mientras estuviera dormida.
— Estas aquí. — Grecy dirigió su vista hacia mi en cuanto me vio llegar, pereció iluminársele la cara al verme ahí.
— Señorita por favor deje de moverse o le colocare mal la anestesia. — una enfermera tenía una jeringa tratando de inyectar a Grecy.
Comencé a caminar en dirección de Grecy, tome su mano y pude notar lo nerviosa que estaba, ya que no dejaba de temblarle la mano, en esos ojos cafés que me recordaban a la primer chica que me robo el aliento pude ver miedo, el miedo que sentía en esos momentos, la barbilla le temblaba presa de querer comenzar a llorar.
— Tranquila yo estoy aquí no voy a dejar que nada malo te pase, ¿de acuerdo? — la herida que tenía en el rostro aún estaba ahí cubierta por una gasa supongo que el doctor tuvo que atenderla, detalle el rostro de Grecy, tenía unos labios pequeños pero voluptuosos, unas pequeñas pestañas le adoraban esos ojos cafés que me recordaban a mi castaña, una nariz respingada, la herida no la hacia ver menos atractiva de echo no me había detenido a ver lo atractiva que ella era.
— No quiero nada de esa asquerosidad dentro de mi cuerpo Blake, por favor. — apretó mi mano y unas cuantas lagrimas salieron de sus ojos, con el pulgar limpie sus lagrimas correspondiendo a su apretón de manos.
— No quedara nada de lo que Yuudai puso dentro de ti, estarás limpia y dejaras de ser una mula, ¿de acuerdo? — tome su barbilla para que me viera directo a los ojos, la respiración se me detuvo por unos segundos al tener su vista fija en mi.
— Confió en ti. — ella me susurro, la enferma aprovecho que estaba distraída y le coloco la anestesia.
Grecy al sentir el piquete cerro los ojos presos del dolor, se tardo un par de minutos en que su respiración se calmara y se fuera adaptando al efecto de la anestesia y durmiera, no solté su mano en todo el procedimiento, estuve ahí con mis hombres cuidándola todo el momento, le sacaran las bolsas de drogas que le habían puesto hace unos días, cerraron la herida y en media hora de cirugía no hubo anomalías su corazón se mostro resistente ante el procedimiento quirúrgico, la llevamos a la habitación de Karina donde estaría en reposo el Doctor se fue no sin antes dejar unas indicaciones para su cuidado y el medicamento que tendría que tomar.
Durante todo el día no despertó hasta por la noche y todos mis amigos y yo estuvimos ahí para ella apoyándola, le informamos que saldríamos por unos cuatro días y la encargada de su cuidado sería Shena ella a la que más confianza le teníamos.
La mañana del día siguiente llego junto con la partida a Japón., Prien y Colton fueron los primeros en estar listos en la pista privada que teníamos, siendo de la mafia no nos podíamos arriesgar a que nos arrestaran, por ser el jefe las veinticuatro horas tenia disponibilidad para que mis pilotos nos llevaran ya sea en helicóptero, avioneta o alguno de los jet, uno se lo había llevado Feddei teníamos propiedades al rededor de todo el mundo para tener en donde aterrizar casas, departamentos y refugios en caso de tener que huir o solo descansar de toda esta mierda.
Karina fue la que más tardo en estar lista ya que Grecy tuvo un ataque de ansiedad no quería quedarse sola, tuvieron que sedarla para que se tranquilizara, los cuatro subimos con las maletas al jet junto con los cinco que conformaban mi equipo de seguridad y más hombres de respaldo cada quien llevaba un equipaje ligero con atuendos para cualquier ocasión, maletines llenos de dinero y armas por precaución y protección.
El vuelo de San Petersburgo hasta Tokio Japón era de veintiún horas haciendo una parada, todos traíamos puesto ropa cómoda, no iba a aguantar tanto tiempo con el traje puesto, hasta a mis guardaespaldas les había permitido traer ropa cómoda, el jet ofrecía distintos lujos para estar cómodos y no aburrirnos en tanto tiempo sobre el aire.
Al aterrizar nos fuimos directos a una de las casas que tenía a mi nombre (Feddei se movió en cuestión de días para pasar todos los vienes a mi nombre) para descansar, comer algo decente y cambiarnos, por mi parte detestaba traer cualquier traje puesto, pero no podía dejar que mi presencia se notara como la de un adolescente que es lo que era, pero no es la imagen que quieres dar como jefe.
— Tienes a tu disposición a el personal que se necesite para el cuidado de Grecy Shena, mantenme al tanto de todo. — colgué la llamada con Shena por la noche que llegamos no tuve tiempo de hablar para ver el avance de Grecy, y hoy por la mañana fue la primera cosa que hice.
— Las camionetas están listas y ya despejaron el área los demás Blake. — Prien me aviso entrando a mi habitación, aún en otro país teníamos el modo de movernos, como dije distintos lujos por ser le jefe.
— ¿Todos listos? — pregunte enviándole un mensaje a Feddei avisándole mi siguiente movimiento.
— Colton y Karina nos están esperando abajo en la camioneta en la que te vamos a mover.
Asentí tomando el maletín con el dinero que necesitaría después en la reunión, los cuatro nos montamos en una camioneta, una iba al frente de nosotros y otra detrás de nosotros, después de la alerta de Feddei sobre una fuga de información, tenía que tomar extremos cuidados en cualquier momento alguien me querrá dar de baja y para eso debo estar prevenido.
Durante veinte minutos nos sumergimos en el trafico de Tokio en busca del lugar de trabajo de Yuudai su camuflaje era ser un empresario millonario en un puesto de su gobierno, es por eso que tenía el permiso para manejar los bares y clubs que manejamos como socios. Soy nuevo pero mi gente sabe donde como y con quien moverse para que nos lleven directo a la oficina de Yuudai sin ser vistos, como bien se lo dije a mis amigos, me tengo que ganar el respeto y el ser temido, necesito seguir con vida para cuidar a los míos.