Un amor a la antigua

Capitulo 54

Traición Parte II

Blake

Los ojos lo sentía pesados, todo a mi al rededor daba vueltas, estaba borroso pero pude distinguir esa voz, esa voz que durante años escuche, apoye y alenté.

— ¿Qué estas haciendo tu aquí? — intente que mi vista se aclara pero el golpe fue demasiado fuerte.

— Yo he estado bien, ¿y tu que tal has estado Blake Wiliams? oh no perdón me debo referir a ti como Blake Vasíliev. — ignoro mi pregunta respondiendo sarcásticamente.

— ¿Tu qué tienes que ver en todo esto? — cerré y abrí los ojos en repetidas ocasiones para que mi vista se aclarara y reconocer la figura que estaba frente a mi.

— Bueno digamos que no eres el único con secretos.

— ¿Dónde esta mi hermana? — alce mi vista para enfrentarlo, no puedo creer que alguna vez lo llame amigo.

— Ah si Yesenia, permíteme.

El camino hasta encontrar una puerta que estaba a unos metros de mi por el lado derecho.

— Mira quien a venido a hacerla de súper héroe. — tomo a Yess por el cabello tarándola en el piso a mis pies. 

— No debiste venir, te van a matar. — intentaba acercarse más a mi pero no podía se notaba agotada, también la tenían amarrada.

— Hice una promesa tu hermano mayor siempre te va a cuidar. — pude ver en sus ojos las lagrimas que se le acumulaban, ese era de nuestros primeros recuerdos de pequeños.

— Si, si, mucho amor fraternal pero no vinimos a esto. — el tomo de nuevo a mi hermana a la fuerza, la recorrí con la mirada y pude notar la sangre seca que salía de uno de sus muslos.

— Como te atreves a tocarla, ella no tiene nada que ver con esto. — forceje furioso intentado quitarme las cuerdas pero no podía, estaban bien amarradas y el dolor en la cabeza me mareaba en cuanto movía la cabeza.

— Por el solo echo de que es tu hermana la toque. — vi como Yess intentaba defenderse pero su fuerza no era la misma que la de el.

El la sentó en una silla a lado de mi y puso más cuerdas para amarrarla solo de la cintura, la puerta se volvió a abrir dejándome ver al maldito que ocasiono todo esto.

— Siento llegar tarde. — Loui Mutolo aprecio vistiendo un traje azul, al verme sonrió con cinismo. — Al fin tengo el gusto de conocerte en persona heredero Vasíliev, ¿cómo están tus padres? 

La ira y el rencor comenzó a correr por mi sangre, intente con más fuerzas zafarme de ahí pero no podía el amarre estaba muy fuerte.

— No te atrevas a mencionar a mis padres y mi apellido escoria de mierda. — grite furioso, a Loui pareció no importarle nada de lo que decía.

— Huy que modales, tu madre no te educo bien. — volvió a reír con cinismo hasta acercarse al otro sujeto. — Muy bien echo hijo, te ganaras el respeto rápido. 

Al escuchar la palabra "hijo" me quede quieto en mi lugar, no eso no puede ser cierto.

— ¿Cómo que hijo? — dirigí mi vista a ambos en busca de una explicación, esto no puede ser.

— Cierto no hemos echo las debidas presentaciones. — Loui me sonrió con arrogancia y puso la mano en el hombro del que creí mi mejor amigo. — Blake Vasíliev o Wiliams me presento. — acomodo su caso para continuar hablando. — Mi nombre es Loui Mutolo, jefe de la mafia italiana, mi hijo Chace Mutolo o como tu lo conociste Chace Furst.

No moví mi vista de ambos, la revelación me cayo como un balde de agua fría, no podía ser cierto, el era mi mejor amigo, la persona en quien más yo confiaba, el niño que me ayudo a defender a mi hermana, el niño que me escogió para estar en su equipo de futbol, el era quien me ayudaba con la chica que me gustaba, el era como mi hermano, no me puede estar traicionando. 

— No es cierto, el no es tu hijo el es Chace, el fiestero que no sabe que hacer con su vida pero que tampoco quiere ser un don nadie en la vida, el es mi mejor amigo. — el pecho me dolía, Chace no me veía a los ojos evitaba mi mirada. — Chace dime que no es cierto, no se con que te este chantajeando pero te prometo que todo va a estar bien, solo confía en mi, yo te puedo dar lo que sea, dinero, casa, protección.

Chace camino hasta el lugar de mi hermana y la tomo por el cabello ocasionando que ella levantara su rostro, saco una navaja y la puso en la garganta de mi hermana.

— ¡No, no! ¡detente! a ella no le hagas nada, no le hagas daño por favor, es a mi a quien quieren. — no me importo desgarrarme la garganta gritando, su vista no se apartaba del cuelo de mi hermana, la respiración comenzaba a faltarme, la ira y el temor no le daban paso al oxigeno. — tu eres mi mejor amigo, te abrí las puertas de mi casa, de mi familia, no lo hagas, te daré lo que quieras. 

El pareció razonar cuando giro su vista hacia a mi y emprendió el camino hasta quedar frente a mi.

— Tu no me puedes dar nada de lo que quiero. — Chace me enfrento. 

— Claro que si, soy jefe de la mafia Rusa, tengo dinero, contactos, pero por favor deja que ella se vaya, es mi hermana.

— ¡Por tu culpa yo perdí a mi madre! — Chace me interrumpió señalando a Loui. — el la mato todo por que yo no quise hacerle daño a tu familia por tu supuesta amistad, ¿dime me vas a traer a mi madre de regreso?  

Trague saliva nervioso, era obvio que eso no lo podría hacer.

— Te crees mucho por ser la cabecilla de una maldita mafia, pero yo te lo voy a quitar, voy a quitarte todo lo que tu quieres así como tu me lo has quitado.

— ¡Yo jamás pedí ser esto! nunca pedí ser un mafioso, y a m también me a costado la vida de mis padres, yo los perdí antes que tu por el que es tu padre y no te estoy culpando de nada a ti, por favor reacciona Chace.

— ¡Tu tienes a una familia! — el señalo a Yess que se encontraba temblando. — tienes a gente que moriría por ti, ¿qué tengo yo? nada, mi madre era lo único que yo tenía y me la quitaste.

Chace tomo en un puño mi playera y con su mano derecha comenzó a golpearme en todo el rostro, sentía como la sangre brotaba de mi labio partido, mi pómulo mancho mucho más su mano.




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