1 Año después.
Secretos
Blake
¿Qué es la vida?, ¿como esta bien vivirla? esas preguntas no abandonaban mi mente desde hace unos meses a pasado un año desde que me posicione como el jefe de la mafia Rusa, un año desde que Feddei murió, un año desde que no veo a mi familia, he hablado con ellos, pero aun no los he podido ver ya que la guerra constante con los italianos y irlandeses no me da tregua, desde hace un año que ya no soy el mismo Blake, ya no me pesa asesinar, ya no me pesa golpear a quien se lo merezca en ocasiones lo hago solo para calmar mi ira y frustración, la organización a ido subiendo y recobrando las fuerzas que habíamos perdido con Feddei al mando.
Mis amigos por su lado se han vuelto unos especialistas en distintas áreas, Karina es la mejor en cuanto a combate cuerpo a cuerpo se hablara, por su lado Colton era el mejor en todo lo que involucraba la tecnología, era un hacker de primera, Prien por su lado era una mente maestra con las armas, ya sean de fuego o armas blancas, en cuanto a Alisa ella era mi cómplice con las torturas después de la muerte de su padre y la de su prometido, decidió quedarse a mi lado ayudando con el trabajo investigativo y las torturas, pero nadie me ganaba en los métodos de tortura, los cinco juntos habíamos creado una reputación de sanguinarios y temibles al rededor del mundo, la voz se corría rápido en todas las organizaciones, clanes, mafias, carteles, y pandillas a las que íbamos podíamos ver su temor hacia nosotros.
Nos respetaban y temían, mis únicos enemigos eran los italianos y los irlandeses, no era algo que me quitara el sueño se que los voy a encontrar y voy a disfrutar matarlos, ansió ese día en el cual los tenga frente a mi para hacerlos sufrir, verlos rogarme, tener sus vidas en mis manos, esa es mi única meta en la vida.
Mi situación con Alisa después de perder mi virginidad se volví un tanto ¿extraña?, pensé que después de tener esa intimidad seriamos algo más, pero ella me dejo muy en claro que solo le atraía en el ámbito sexual, así que han sido varias veces en las cuales nos hemos acostado pero sin nada de sentimientos de por medio, no miento me gusto la primera vez y las demás veces, pero no me llena, no me siento satisfecho me he acostado con más mujeres, pero nada me hace feliz, es solo un acto para desquitar las ganas, ya ni el boxeo me deja así, al menos este si me satisface, el boxeo para mi se a convertido en un deporte y forma de distracción, sin en cambio el sexo ya hasta se me hace aburrido.
Observo a la mujer de cabello castaño dormida en mi cama, inconscientemente se quien quiero que sea, pero ella esta a miles de kilómetros de aquí. Me levanto de la cama para darme un baño y vestirme con uno de mis ya habituales trajes, cuando estoy abotonando mi camisa Alisa entra en mi habitación sin tocar la puerta como es de costumbre.
— Al menos no llegue a interrumpir. — ella llego hasta mi lugar y me deposito un pequeño beso en los labios, como dije nuestra relación es diferente.
— ¿Necesitas algo?
— Vine a recordarte que hoy tienes una pelea. — comenzó a caminar por toda la habitación observando la ropa regada por el piso.
— Ya lo se, Karina, Prien y Colton irán conmigo.
— Bien, veo que otra ves no estas de humor.
Últimamente todo mi irritaba, estoy hastiado de todo, antes tenia sueños y metas por las cuales pelear, pero ahora vivía en automático, peleas, acostones de una noche, matar, y cazar, me habían apagado, me habían arrebatado todo.
— Si no tienes nada más que decir te puedes ir.
— ¿Nos vemos en la noche cuando ganes? — Alisa nunca me veía pelear, pero disfrutaba sus recompensas, debo decir que sabe como tener buen sexo y eso a abierto mi mente a imaginarme tantas cosas que en ocasiones se presta a cumplir.
— Si no encuentro a alguien que me atraiga si. — podría ser un hijo de puta en todo los sentidos y ser un maldito mujeriego que se acostaba con muchas, pero aun me quedaba algo de caballero.
Después de despedir a la mujer de mi cama la cual no recordaba su nombre y tampoco me importa, baje a comer algo y ver como iba la casería de Loui y Chace, tuve una llamada con mi hermana la cual por dos horas me hablo de su nuevo instituto de sus nuevos amigos y demás, no la interrumpí ya que ella me ayudaba a sobrellevar mi vida en automático, necesitaba una cosa que le diera sentido a mi vida, ¿como un joven de 18 años se puede encontrar desmotivado de la vida?, soy muy bueno fingiendo ya que nadie se a dado cuenta de todo el peso que tengo encima, de todo aquello que me atormenta, de todo el dolor, frustración y tristeza que tengo sobre mis hombros.
Al dar las nueve de noche mis amigos y yo nos montamos en una de las camionetas para ir a mi pelea, otras tres camionetas nos seguían con gente de mi confianza y guardaespaldas, como dije en este año la mafia Rusa se a abastecido de gente y a crecido.
Llegando al lugar Karina como siempre se quedo en el camerino mientras Colton y Prien me acompañaban al ring, solo ellos tenían permitido entrar conmigo, los demás me esperaban afuera.
Subí al ring con una de mis bermudas, mis guantes listo para descargar mi furia y frustración con quien fuera mi contrincante, esto era una pisca de felicidad a mi vida, anunciaron al otro boxeador, lo analice mientras subía al ring y alardeaba con que me iba a vencer, desde que inicie aquí me he mantenido invicto y pretendo seguir así.
A mitad de la pelea unos sonidos de disparos me obligaron a cubrirme y agacharme para evitar que alguno me hiriera, los gritos de la gente se hicieron presentes, de inmediato pude ver como Prien corría en dirección al pasillo en busca de Karina mientras Colton intentaba llegar hasta a mi entre la multitud de la gente, estoy desprotegido, no tenia armas y tampoco algo con que evitar las balas.