Un amor a toda prueba

Parte 8

Apareció en el umbral un muchacho que parecía el hermano gemelo del hijo legítimo de Gabriel.

— Félix, maldito desgraciado — gritó Adrien furioso.

— No digas eso de tu hermanito.

— Que estupidez dices.

— Es la verdad, es el hijo que tuve con Amelie.

— Mi tía — no puede ser, esto es una pesadilla.

— Félix nació diez días antes que tú, Emilie vio que yo no dejé a esposa, por eso conspiró para hacerme creer que tu eras de otro.... por eso mate a Amelie, mi cuñada quería tomar su lugar, y que te reemplazará con su hijo.

— Esto es una locura.

— ¿Puedo llamarte padre? — preguntó ansioso Félix.

— Solo cuando mates a tu madre, entonces te reconoceré como mi hijo.

— Suéltame, no quiero volver a Paris, los dos están locos — Adrien estaba desesperado.

— Para que veas que no soy tan malo, cumpliré tu deseo, iremos a que conozcas por fin a tu tía, lástima que ella y tú no vivirán mucho luego ese encuentro — le tomó la cara para que lo mirará — nadie me traiciona y vive para contarlo, ni siquiera tu... Félix tomará tu lugar — miró a Marinette — y sobre la puta...

— No le hagas daño, por favor — se dejó caer de rodillas — no me opondré a mi destino, pero no la mates.

— Que interesante... Natali — llamó a la mujer que inmediatamente apareció a su lado.

— Diga señor.

— Llévatela, cuando termine mi asunto familiar te contactaré. Volveré por ella para que sea la querida del nuevo Adrien.

— Marinette.... cuídate y protege mi otro tesoro. Prométeme que vivirás, pase lo que pase... te amo...

Al joven lo sacaron lo más rápido que pudieron, seguido por su padre y Félix, Natali miró todo con ojos cansados, sin ninguna emoción.

— Enciérrenla en la bodega del lado oeste.

— Por favor señorita Natali, ayúdeme.

— Cómo pudiste creer que el señor Agreste no sabría qué pasaba, él lo sabe todo.

"El guardaespaldas debe habernos escuchado... qué pasará con Adrien...".

Por suerte su carcelera le permitió llevar el pequeño bulto de tela que tenía en la habitación, allí estaba la estatua de la madre de Adrien, y una muñeca de trapo que Sabine le había hecho a Marinette a los 5 años. La dejaron al fondo de un galpón, en una pequeña pieza, con suerte una vez al día le daban de comer y la dejaban ir al baño. Increíblemente un día después de su encierro, aparecieron los dos felinos.

— Plaga... Tikki... pensé que los había perdido, como a mí Adri... — lloró mientras los animalitos se acomodaban en su regazo, para darle algo de tranquilidad.

Cuatro días más tarde, apareció su guardiana a verla.

— Srta. Natali, por favor, déjeme ir.

— ¿Para qué? El Titanic chocó con un iceberg y se hundió hace unos días atrás.

— Se... hundió... ¿Adrien?

— Todos los que iban en el grupo murieron.

— Miente...no puede ser... él no pudo morir... ¿Por qué me tortura de esa manera? DEBE ESTAR VIVO.

— Ahora debo buscar la manera de tomar el control de los negocios, muchos quieren ganarme por ser mujer. Solo quería darte personalmente la noticia — miró a Marinette, derrotada — no te preocupes, pronto te encontrarás con él.

La muchacha pensó que la mataría, pero la mujer tenía una idea más diabólica.

— Cierren las puertas y ventanas de este sector, que nadie más venga por aquí por cinco años — dio vuelta y se fue.

— Por favor no... — Marinette miraba desesperada como clavaban tablas, para dejarla enterrada, vida.

Plaga trató de atacar a los secuaces de la mujer.

— Maldito gato — a quien el felino había logrado arañar en la cara, lo tiró al suelo y lo pateó a los pies de la muchacha.

— Plaga... muévete amigo... PLAGA — luego que todo quedo en silencio, Marinette trato de soltarse, pero las cuerdas estaban atadas muy fuertes — no puedo ayudarte, además ¿Para qué saldré de aquí? Adrien ya no está.

Luego de varias horas, la jovencita de pelo moreno se quedó dormida por el cansancio y la sensación de abandono que tenía en su corazón, por eso no vio como una sombra entró por el techo, por una claraboya oculta en el techo, cortó las amarras de la muchacha, que ni se dio cuenta lo que había pasado.

"Ojalá tengas mejor suerte que yo, cuando conocí a Gabriel me enamore perdidamente de él, por eso hice todo lo que me pidió".

Tikki despertó, al principio quiso atacar, pero al olfatear la figura, se le acercó y le lamió la mano.

— Cuídala, era así de inocente cuando lo conocí, ojala no termine como yo — Natali se acomodó el traje oscuro ajustado que usaba para los trabajos especiales que le encargaba su jefe y amante, Gabriel Agreste, se escurrió por donde había entrado.

La gatita se volvió a Marinette, le saltó al regazó y empezó a maullar.

— ¿Qué pasa? — la muchacha despertó desconcertada — ¿Fuiste tú? — debe haber sido quien rompió las amarras — amiga... gracias...

Ambas se acercaron a Plaga, estaba helado, quieto.

— Mi pequeño... trataste de salvarme, eres un gran héroe.

La gatita maulló triste, para luego tomar la manga de la muchacha y trató de hacerla subir a una mesa.

— ¿Qué quieres? No hay forma de...

La felina logró saltar y le mostró donde estaba la claraboya.

— ¿Quieres que salga? ¿Para qué? Ya no está Adrien, no hay nada allí para mí, tal vez deba aceptar mi destino.

"Marinette.... cuídate y cuida mi otro tesoro. Prométeme que vivirás, pase lo que pase... te amo... — las últimas palabras de Adrien resonaron en su mente".

— ¿Qué debo hacer? — miró al cielo, angustiada — por favor, padre, madre... mándanme una señal.

En eso se escuchó un lastimero maullido, que no venía de la felina. Rápidamente Marinette miró a Plaga, así descubrió que el gatito estaba todavía vivo.

— Que así sea, Tikki guíame.

Tomó la bolsa de tela, donde tenía el busto de la madre de Adrien y su muñeca, la amarró a su cuello, en una de sus manos llevaba al gatito mal herido. Le costó todo el resto de la noche, pero pudo salir a una callejuela. Con cuidado se fue, cuando estuvo tranquila, sacó parte de dinero que tenía guardado en la muñeca de trapo.



#10907 en Novela romántica

En el texto hay: misterio, traicion

Editado: 11.04.2023

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