Un amor al aire libre

CAPITULO 3

UNAS HORAS DESPUES:
nos despertamos y vemos que ya es de noche, se ve genial ya que en nuestra habitación tenemos una gran ventana y se ve espectacular ya que se ven todos los edificios iluminados y junto con la oscura noche se ve más que fantástico.
Prendo la televisión mientras emma va a bañarse y pongo una película al igual que pido solo unas botanas por el teléfono de la habitación.
Cuando llega la comida justamente Emma sale con una toalla en la cabeza y otra en la mayoría de su cuerpo, se ve increíble.
–Me estas mirando?—pregunta.
–Por supuesto.—digo, no lo iba a negar.
–Que es lo que miras?.—me pregunta seductora.
–Tu cuerpo amor.—digo sonriendo de satisfacción.
–Porque?, te gusta?.—dice y se saca la toalla pero para mi sorpresa esta en ropa interior.
–Enserió?, estas en ropa interior?.—pregunto indignado.
–Por supuesto, que esperabas?, que me desnudara? y con la ventana abierta, no no, hoy no será guapo.—me dice mientras se acomoda la ropa interior.
–Bueno, tendré que esperar.—digo haciendo cara triste.
–Solo será por un tiempo cariño, no es mucho.—dice y se sienta en mis piernas en ropa interior mientras me acaricia el cabello.
–Me estas provocando acaso?, porque si es así, te juro que no te preguntare y te arrepentirás de haberme provocado.—digo sonriendo mientras acaricio su espalda con mis dedos y dejo besos mojados en su cuello.
–Esta bien, ya lo dejare de hacer, aunque esa idea no esta nada mal.—dice sonriendo.
–Ay emma, me encantas demasiado.—digo y le acaricio la mejilla y después la beso lentamente pero en un beso con lengua.
–Porque este beso esta tan lento?, acaso quieres que me vuelva loca?, besame bien carajo.—dice haciendo que muestre una sonrisa y la tome de la nuca para besarla más apasionadamente, pero cuando estamls a punto de que se venga algo mejor....tocan la puerta.
–Agg, quien carajos es?.—pregunto gritando.
–Buenas noches servicio a domicilio.—dicen detrás de la puerta.
–Esperame cariño.—digo y emma solo sonríe mientras se pone de pie para poder seguir cambiándose.
–Cuanto es?.—pregunto al señor.
–Serian 50 pesos por favor.—dice el señor.
–Aquí tiene, quédese con el cambio.—digo recibiendo las frituras y entregándole un billete de 200.
–Muchas gracias señor, buenas noches.—dice.
–Buenas noches.—respondo y cierro la puerta.
–Quien era?.—pregunta emma.
–Era uno de la recepción, pedí frituras para ver la televisión.—digo mientras le invito denlas frituras.
–Y después de esto, comeremos algo?.—pregunta con curiosidad.
–Claro, pero prefieres comer en el hotel o fuera, en algún restaurante?, lo que tu desees.—digo y le acaricio la mejilla.
–Me gustaría comer afuera, así podría observar un poco de California.—dice ansiosa.
–Me parece buena idea, pero ahí que ir en el carro, a mi me gusta demasiado manejar, así como a ti te encanta leer.—dice sonriendo.
–Esta bien pero podemos invitar a Daniel, se que no te cae de lo mejor pero entiende el nos aviso sobre lo que estaba apunto de suceder y el llego hasta acá, nos protegió amor.—dice.
–Esta bien, tienes razón, hay que invitarlo, vamos toma tu bolso.—digo y la tomo de la mano
–Ey Daniel puedes salir un momento.—dice Emma tocando su puerta con insistencia.
–Que pasa chicos?, todo bien?.—pregunta daniel abriendo la puerta.
–Vamos a comer, quieres venir?.—pregunto.
–Tu invitándome a mi a comer con ustedes?, que extraño, estas enfermo o algo así?. —pregunta daniel burlonamente.
–Claro que no, ya ven déjate de rodeos.—dice zack.
–Esta bien, traeré mi chaqueta.—dice y trae su chaqueta y nos vamos hacia un restaurante que conozco.
 




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