Un amor al aire libre

CAPITULO 19

Zack:
Daniel me comentó que Emma había salido, que cuando el fue a tratar de convencerla ella estaba de salida, ella no le comento nada a daniel de hacia donde se dirigía, al parecer ya sospechaba que yo lo había mandado a que la convenciera para que platicara conmigo y me entendiera, pero bueno, tendría que encontrarla a como de lugar, ella no podía alejarse de mi tan fácilmente, así que mandé con mi amigo el experto a que rastreara su celular, claro, el era chop. 

No quería llegar a estos extremos, pero la amaba, ella estaba embarazada y ella era menor de edad como para que estuviera sola y abundando por la calle, así que tendria que buscarla por mi cuenta. 

Se que por los errores que cometí con ella, tal vez no quisiera verme y por eso escapa de mi, pero ella tiene que entender que todo lo que hago lo hago por ella, si, se que en su cumpleaños no la fui a visitar, pero era por una buena razón, yo estaba buscando al idiota que le hizo daño la otra vez, y al que la quería violar, se que ella también estaba angustiada y asustada, pero creo que yo fui muy sincero cuando le dije que yo la protegería por sobretodo, y ahora no puedo hacerlo, porque no tengo idea dónde mierda esta, pero tengo una idea, veré si daniel sabe como iba vestida, tal vez así sabré a donde fue.
Le marque a daniel, y aunque tardo en contestar, si atendió. 

Aló?.—Contesto daniel.
—Te tengo que preguntar algo importante.—Dije caminando de un lado a otro por la habitación.
—De que se trata?.—Preguntó.
—De emma, necesito que me digas como iba vestida, por favor daniel, se que no me lo quieres decir porque tal vez ella te dijo algo, pero sabes que ella está en peligro, esta embarazada, y ya tuvo dos atentados en el que en uno de ellos, casi pierde la vida ella y nuestro hijo... o hija, por favor, ten piedad.—Le dije Suplicante. 

La verdad estaba muy desesperado, sabía que había sido un completo idiota al no explicarle bien lo que estaba sucediendo o el porqué no la fui a visitar el día de su cumpleaños, y se que los regalos no justificaban nada, se que a ella le hubiera gustado más mi presencia que un simple presente. 
Pero creía que ella entendería el porqué estoy haciendo todo esto, pero al parecer no fue así, claro que tengo que explicarle con calma, pero si ella no me escucha o se aleja, pues claro no hay manera. 

Daniel me explicó a detalle como vestía emma, así que rápidamente salí en su búsqueda, tome el auto y por su vestimenta parecía que iba a alguna fiesta, o tal vez... a una discoteca.
Si! , ella estaba en una discoteca, y claro, tendría que buscarla por cada discoteca que fuera.
Aunque tal vez eso me lleve horas, tendría que encontrarla en algún lugar de esos. 

Emma:
La fiesta a mi parecer estaba muy divertida, y como me sentia muy triste pedisolo un mojito de alcohol, después una chica se me acercó y me preguntó... 

Hola, estas sola?.—Preguntó.
—Si por?.—Conteste.
—Puedo sentarme?.—Preguntó.
—Claro porque no?.—Dije y se sentó.
—Que haces aquí sola?—Pregunto la chica.
—Aquí, tomando un poco, estoy un poco triste porque mi novio no me visito en mi cumpleaños y yo estaba en el hospital.—Conteste.
—Estas embarazada?.—Pregunto de repente.
—Si porque?.—Pregunte.
—No puede ser, suelta eso mujer, como vas a tomar estando embarazada?, no hermosa, estas embarazada y al bebe o... bebes, les hará daño.—Contesto.
—Ay no, no lo sabía.—Dije soltando el trago.
—Mesero, venga, le puedo pedir un jugo de mango preparado?.—Dijo la chica.
El mesero dijo que si.
—Perfecto, pero si alcohol, para la chica por favor.—Contestó.
—Gracias.—Dije sonriente.
—Claro, oye me permites un momento, iré al sanitario.—Dijo la chica.
—Claro.—Dije y se marcho corriendo. 

De repente unos chicos se sentaron alrededor mío, y otro en el lugar de la chica.
Disculpen, este lugar está ocupado.—Dije
Lo siento, ya me senté.—Dijo el chico.
Tranquila linda, no te haremos nada, a parte el lugar estaba vacío cualquiera se puede sentar aquí o donde sea, por cierto que lindas piernas tienes.—Dijo y se atrevió a tocarme.
De repente la voz de la chica y una voz conocida a lo lejos gritaron:
—Déjala en paz!.—Era la voz de la chica y de zack al mismo tiempo. 

Gire y vi como se acercaban los dos hacia mi, desde direcciones opuestas.
—No la vuelvas a tocar, o te juro que no volverás a ver la luz del dia.—Dijo zack demasiado enojado.
—Sueltala!.—Dijo la chica con una botella de vidrio en la mano.—Si no la sueltas te reventare esta botella en la cabeza.
Esta bien lo siento, que amargada preciosa.—Dijo el idiota.
—Maldito idiota.Dijo zack e intento perseguirlo pero yo lo detuve.
—Tranquilo.—Dije.—Estoy bien.
—Segura?.—Me pregunto la chica.
—Si muchas gracias.—Conteste.
—Ahora si, explicame que haces aquí?.—Pregunto zack.
—Mira toma mi teléfono, cualquier cosa me llamas, y pues así yo los dejo tranquilos para que puedan platicar esta bien?—Dijo la chica.
—Claro, como te llamas?.—Pregunte.
—Clara.—Contesto.
—Perfecto, cuídate.—Dijo.
—Igualmente.—Dije y zack me jalo hacia afuera del establecimiento.






 




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