Un amor al aire libre

CAPITULO 22

Zack: 

AL DIA SIGUIENTE: 

Despierto y emma no está en la cama, en ese momento, se escucha la regadera abierta, al parecer se está dando un baño.
Así que me dirijo hacia la cocina de la habitación y preparo el desayuno para cuando ella salga. 

Como note que tenia todos los ingredientes necesarios, decidí hacerle una pizza casera, de esa que le encanta que se la haga, ya que es artesanal, es una receta de mi madre, la extraño mucho, su partida me dolió tanto, pero me dolió aún más que aún así estando pequeño y no teniendo la conciencia exacta, mi padre me haya culpado de su muerte. 

Sentí como una lágrima se deslizaba por mi mejilla, suspire, y sin mas me desahogue... comenze a llorar, en sollozos, que por alguna razón al momento de escuchar la ducha cerrándose, aumentaron y llore más fuerte, me arrodille y continúe llorando 
Emma salio de la nada de la ducha, su shampoo inundó mis fosas nasales y posteriormente sus brazos me rodearon, y sentí una paz que jamás había sentido. 

Que pasa cariño?.—Pregunto con un tono de preocupación.
—Perdon, no quería interrumpir tu ducha.—Dije mientras agachaba la mirada.
—No no, dime que paso mi amor, estas bien?, que sucede?.— Dijo tomándome de las mejillas obligándome a verla, se veía tan bien hasta con el pelo mojado.
—Mira cámbiate y te cuento, por favor.—Conteste.
—Pero...
—Estaré bien, bonita, anda ve.—La interrumpí y conteste. 

MINUTOS DESPUES
Pasaron unos cuantos minutos, en los cuales logré calmarme y pensar en lo que le iba a decir, era algo que había marcado demasiado en mi vida, en mi ser, que tal vez sería algo imposible explicarlo de manera comprensible. 

—Ahora si me contarás que paso?, necesito saber para ayudarte o hacer algo, mi amor.—Dijo, cosa que casi me hizo quebrarme de nuevo, esto era muy difícil, y más platicarlo con alguien después de demasiado tiempo.
—Pues, bueno... ahh, esto es difícil, te acuerdas que hace mucho tiempo, te lleve a mi casa por primera vez?.—Le pregunte.
—Si claro, como iba a olvidarlo, aunque se que estuvo mal escaparme, en el momento que me subí a tu camioneta, sentí una paz incontrolable.—Contesto.
—Y te acuerdas que entraste a una habitación por error?.
—Si, era tu habitación.
—Y ahí, que encontraste?—Le pregunte.
—Pues, me gusto que todo tu cuarto era negro, pero lo que más me intereso y causó curiosidad, era la foto que estaba en el buro junto a tu cama, donde había una azafata sosteniendo la mano de un niño muy parecido a ti.—Conteso de nuevo.
—Así es, de eso te quiero hablar, porque aunque se que ya paso demasiado tiempo, te prometí que algún día te revelaría quien era esa mujer.—Dije.
—Si, pero recuerda que si no te sientes bien diciéndolo, por mi no te preocupes, solo quiero tu estés bien, ok?.—Me dijo emma, cosa que me hizo romper en llanto y se lo dije sin más dudas.
—Ella era mi madre, y por supuesto el pequeño era yo, pero esa foto es muy dolorosa, ya que el mismo día que nos tomaron esa foto, ella tenía un vuelo al que asistir, de echo el avión se encuentra a unos pasos de ahí.—Conteste rompiendo en llanto al instante.— Y después de unas horas nos enteramos por las noticias que su avión se desplomó, después uno de los tripulantes de cabina nos informaron que había sucedido, y que mi madre había fallecido, mi padre al saber eso me echo la culpa, porque ella había dicho que ella trabajaba de eso por mi, para sacarme adelante. 

Y al final mi padre me abandono cuanto cumpli 10 años, y desde ahí empeze a trabajar. 

Y yo sentía un gran odio por mi padre, pero ahora se que el también estaba dolido y que amaba a mi madre, y pues al pasar de los años me enteré que mi padre había muerto por una gran dosis de alcohol mezclada con metanfetaminas. 

Emma se sentó al lado de mi y junto su cabeza con la mia mientras yo lloraba incontrolablemente, después nos abrazamos aún estando sentados en el suelo, y ella me recargo en su pecho, cosa que me hizo recordar a mi madre, cuando me ponían  las inyecciones de pequeño y me dolía pues obviamente lloraba, así que ella acercaba mi cabeza hacia su pecho colocando su barbilla encima y acariciándome para tranquilizarme. 

—Perdon por no decírtelo antes, bonita.—Dije, y ella me limpio las lágrimas con sus dedos.
—No tienes que disculparte, créeme que lo entiendo a la perfección.—Dijo acariciando mi mejilla.
—Ven aquí linda.—Dije, le ayude a levantarse y nos dimos un abrazo un fuerte, aunque no tanto por su pancita. 

Después la cargue en mis brazos le di un beso en la frente, otro en sus preciosos labios y la lleve a la habitación para que se pudiera vestir. 

1 HORA DESPUES 

Nos pusimos a ver películas en pillama, y emma me obligó a usar una pillama de stich, ella el stich rosa y yo el azul, aunque yo me negué, ella me insistió, y yo termine aceptando, al final nos vemos fabulosos. 

Me sentía aliviado de que al fin pude decirle a emma quienes eran los de la fotografía de mi habitación en la casa de londres, y revelar la verdad de porque mi madre no estaba conmigo.




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