Cap 7: Cadena de voces

Después de leer la carta de Mateo y salir viva de la reevaluación emocional, Mariana supo que no podía quedarse callada.
Ella no quería ser solo una chica enamorada.
Quería ser el eco de todos los que alguna vez fueron silenciados.

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Esa misma semana, comenzó un proyecto secreto.
Usando un software antiguo de edición y fragmentos de los diarios de sus antepasados, Mariana empezó a construir algo nuevo:

> Una protesta silenciosa.
Una cadena de voces.
Un video que lo contara todo.

Grabó su propia voz leyendo fragmentos de las cartas. Luego editó audios
simulados de voces de Julián, Mateo, Catalina, Santiago y hasta Santiago Jr., usando sus diarios, textos y registros históricos para recrear sus palabras.

—“Yo amé a Mateo cuando todos me dijeron que no podía” —decía la voz de Julián.
—“Y yo no solté la mano de Julián, aunque temblara” —respondía la voz de Mateo.
—“Este amor lo construimos para que ustedes no tengan miedo” —decía la voz de Catalina.
—“Mi hijo, Santiago Jr., nació del amor. Como tú, Mariana” —decía la voz reconstruida de Santiago.

Luego, Mariana agregó su propia voz:

> “Yo no quiero esconderme.
Yo no quiero que Cristian sea castigado por amarme.
Yo soy la descendiente de un linaje de amores valientes.
No me callo más.”

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El video era profundo, poético, poderoso.
Duraba solo 2 minutos y 16 segundos.
Pero en ese corto tiempo… contenía más de 150 años de amor, dolor y resistencia.

Cristian lloró cuando lo vio.
—¿Estás segura de publicarlo?
—No.
—¿Y aún así lo harás?
—Sí.

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Lo subieron a la red en la madrugada, en modo libre, sin firmas.
Solo con el título:
“Un amor así.”

En menos de 12 horas, el video fue compartido miles de veces.
Docentes, jóvenes, incluso adultos mayores comentaban:
—“Mi hija necesita ver esto.”
—“Esto es historia.”
—“Ya no estamos solos.”

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Y mientras tanto, en su lujosa oficina central, Jessica Robayo miraba la pantalla con furia.

—¿Creen que una cadena de voces va a detenerme?
—Esto apenas comienza…

Tomó un vaso de vino, pero al apretarlo, lo rompió con su propia mano.

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