Leonardo
Después de dejar a Olivia en su casa, me dirigí a la mía a pie, ya que no estaba muy lejos, esperaba que Valeria no hubiera matado a Samatha en mi ausencia, digo le haría un favor al mundo solo no quiero ver a mi hermana tras las rejas.
Cuando llegue de nuevo vi los autos de mis padres al lado de mi moto ¿dos días seguidos llegaban temprano? Eso sí era extraño y confuso.
—¿Hola? ¿Val? —de nuevo pregunte por mi hermana, ni loco preguntaría por mi ex.
—Tu hermana está dormida —casi pegó un brinco al escuchar a mi padre— ¿Donde estabas?
—Por ahí —Ni loco les diría todavía de Olivia, así como son mis padres, a saber de que son capaces.
—Ya nos ha contado Samantha lo qué pasó en el parque ¿quién es la chica?
Si mi padre tuviera una mínima aura parecida al padre de Olivia, quizá le hubiera dicho todo, pero ese no era el caso, trate de escabullirme, sin embargo mi progenitor lo previo y me corto el paso.
—Te he hecho una pregunta Leonardo ¿Quién es la chica?
—¿Para que lo quieres saber?
Él pareció meditarlo.
—Tienes razón, no ocupo conocerla para saber que no es para ti, sea quien sea, termina con ella y consigue alguien de nuestra clase, no una...cualquiera sin oficio ni beneficio, alguien como Sam por ejemplo.
—No.
Ni siquiera lo pensé ni nada, solo sabía que nada ni nadie me alejaría de Olivia, mucho menos mis ausentes padres.
—¿Qué has dicho? —el tinte de la voz de mi padre era peligroso, pero no me amedrentó.
—¡He dicho que no! —grite y, aprovechando un hueco que había, me fui a encerrar a mi habitación.
(...)
Mi relación con mis padres nunca ha sido muy buena, desde pequeño siempre me sentía una carga para ellos, siempre ocupados trabajando, cuando nació Val pensé que cambiarían, pero no lo hicieron, solo mi madre se tomó una licencia de maternidad y después regreso a ser la misma desobligada de siempre.
Creo que por eso Valeria y yo somos tan unidos, prácticamente la crié.
Quiero seguir despotricando en contra de mis padres, sin embargo, unos toques a mi puerta me lo impiden, ruego porque no sea Samantha, hoy no ando de humor.
—¿Hermano? —Aún en la penumbra, pude reconocer a mi hermana.
—¿Qué pasa Val? Papá dijo que estabas durmiendo.
Le indique con un gesto que pasará y así lo hizo, cerrando la puerta a su paso.
—Eso les hice creer, me lleve el regaño del siglo por culpa de tu ex.
—Lo siento Val, no tenías porque aguantarlos —Me sentí un poco culpable, si de por si la relación con nuestros padres era precaria, metiendo a Valeria, la empeoraba.
—Descuida, lo volvería a hacer con tal de ver a esa perra recibir su merecido ¿Cómo se quedó tú novia?
—Val... —la mire— Es la primera vez que me preguntas por alguna de mis conquistas ¿qué pasa?
Ella me regreso la mirada, hasta que hablo.
—Me gusta alguien —dijo de golpe.
—Si, el tal Mochomo, no me agrada Val, pero... —Me interrumpió.
—No, él ya no me gusta, me gusta Cristobal.
Momento ¿escuche bien? Le gusta el hermano de Olivia, vaya que pequeño es el mundo, sonreí con ternura.
—Es algo...inesperado, pero Cristobal se me hace un buen partido para ti.
Valeria me vio como si tuviera dos cabezas.
—Pero él también es motociclista y... —ahora quien la interrumpió fui yo.
—Se lo que hace, pero también sé que es alguien de códigos ¿por qué dudaste en decirme?
—Mamá y papá no lo aprobarán.
—Vale ¿Y cuando te ha importado la opinión de nuestros padres?
—Quiero que acepten a Cristobal, los demás chicos eran solo para que se molestaran y me pusieran un poco de atención, a Cris realmente lo quiero.
—Te ayude ¿Ok? Yo también quiero que acepten a Olivia.
—Eres el mejor —sonrió.
—Ahora ¡A dormir! Que mañana iniciará nuestro plan: Aceptación de los hermanos Navarro.
Choco las palmas conmigo y me abrazo para después irse a su cuarto toda feliz.
No sé si nuestro plan será exitoso, pero vamos a intentarlo.
(...)
Pensé que a la mañana siguiente tendría que volver a enfrentarme a mi padre, grande fue mi sorpresa cuando no los encontré, ni a él ni a mamá, bueno nunca estaban, pero los sábados por lo general les veíamos un poco el pelo, mas con Samantha aquí.
—Si buscas a "los padres del año" se fueron con la zorra al centro, a que, quien sabe —llegó Valeria con una manzana.
—Bueno, eso nos da tiempo para planear nuestro próximo ataque ¿que tal si invitamos a la familia Navarro Valencia a cenar?
—¿A todos? —mi hermana me vio con cara rara— Papá y mamá nos mataran, quizá primero a Cris y a tu novia.