Un Amor De Chocolate

El Funeral

LIAM

Todo había dejado de existir a mi alrededor, nada importaba ya. Mi mente quedó en blanco total luego de recibir aquella nefasta noticia.

Alice estaba muerta. Mi niña amada, la persona para quien escribí mi diario íntimo y por quien estuve a punto de perder la razón. Mi Alice murió despedazada en esa bomba. ¿Cómo podría seguir viviendo ahora?

Ni siquiera Orfen podía llenar éste vacío que la muerte de mi niña me dejó. Sentía que lo mejor que podría sucederme en éstos momentos, era seguirla al otro mundo. Pero mi por Orfen me mantenía atado a éste mundo aún. No quería ni podría dejarlo solo aquí, donde solo la oscuridad habita.

Pero en éstos momentos, de lo único que era consciente era que aún respiraba y del intenso dolor que sentía en mi pecho.

Alice, mi dulce niña ¿Por qué te fuiste así? Me abandonaste ¿Y ahora qué será de mí? Cambiaste sin saber toda mi vida, recuerdo de una paz que no se olvida. ¿Cómo podré seguir existiendo sin tí?

Podía sentir la presencia de mi amado Orfen a mi lado y como pude sujeté su mano con la mía. Quería hacerle saber que era consciente de su presencia y que lo necesitaba más que nunca.

Alice, mi amor. Me duele tanto tu muerte. Alice.

Lloraba a más no poder sin moverme, no me era posible hacerlo. Orfen me limpiaba las lágrimas. Lo sé. Soy tan débil maldita sea y solo dolor le ocasiono a aquel que tanto amor siente por mí. Pero nada podía hacer en éstos momentos para evitarlo.

ORFEN

Tuve que internar a Liam en un psiquiátrico e instalarme con él, debido a su intenso dolor luego de la pérdida de Alice.

Al concluir el funeral le pedí a mi sobrino Mefis que se ocupara de todo ya que no podría hacerlo yo por tener que dedicarme al completo a los cuidados de mi amado Liam.

Ví a Anthony en el funeral junto a Gabriel, impedir que Mefis asista. No quise intervenir por obvias razones. Pero al concluir la ceremonia me acerqué a Anthony. Teníamos que hablar.

— Anthony tu padre no está en condiciones de hacer nada por sí mismo — empecé diciéndole — Pero su intensión jamás fue quitarte el apellido ni hecharte de su vida. Solo quería que te alejes del hijo del monstruo que tanto dolor le ocasionó.

Anthony estaba destrozado por la muerte de su hermana, podía notarlo. Era tan parecido a Liam que me partió el alma y sin lograr contenerme más, lo abracé. Él lloró intensamente en mi hombro derecho.

Cuando se calmó un poco se apartó de mí. Aproveché para entregarle el diario que Liam escribió. Sin bien sabía que él conocía la historia de su padre y mía y había leído parte de ese diario, quería que lo lea al completo, así conocería a su padre como Alice llegó a conocerlo.

— Toma Anthony, leelo desde el inicio aunque conozcas parte de su vida. Por favor, hazlo. Así podrás llegar a entenderlo mejor. Y lo conocerás como Alice llegó a hacerlo.

Anthony recibió el diario de su padre y lo guardó en el interior de su tapado, en uno de los bolsillos, mientras se quitaba las lágrimas de su rostro.

— Podrás entender muchas cosas acerca de tu padre. 
— ¿Dónde estarán ustedes?

Le dí la tarjeta del psiquiatrico privado de los Archer. Solo tenía que llamar e identificarse como el hijo de Liam Archer e inmediatamente lo conducirían a nosotros.

— Gracias Orfen, grqcias en verdad. Y....por dios....salva a mi padre una vez más....por favor te lo pido. Ya perdí a mi hermana, no podría perderlo a él también.

— Descuida, no es nada que yo no pueda hacer. Y tú....solo procura tener cuidado. Estás jugando con fuego muchacho.

— No me equivoqué Orfen. Gabriel se parece a tí más que a su propio padre. Y Mefis es quien más daño me ocasionó.

— Dejaré a mi sobrino Mefis a cargo de todo y no a tí — dije — Pese a lo que dices, no confío en Gabriel ni en tí por defenderlo tanto. 
— Es lo peor que puedes hacer Orfen

— Pero lo haré Anthony.
— En ese caso tendré que recurrir a la justicia. Después de todo soy el hijo de Liam Archer, y llevo su apellido. No es Mefis quien debe velar por todo sino yo y ni siquiera tú podrás pasarme por encima Orfen. Lo siento.

Como ví que hablaba en serio, no tuve más opción que aceptar sus palabras y cambiar de planes. Dejaría que Anthony se ocupe de todo como el Archer que en verdad era. Solo esperaba no equivocarme.

Me despedí cordialmente de él y me fuí, mi amado esposo me necesitaba más que nunca.

Alice, descansa en paz pequeña. No te preocupes por tu padre, él estará bien. Es más fuerte de lo que todos se imaginan.

Con éstos pensamientos atravesé la puerta y me fuí del funeral.




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