Un Amor De Novela, Mas alla de las paginas

Capitulo 2

No podía ser. Estaba enfrente de mi, mirándome con esos ojos oscuros e intensos que había escrito tantas veces, y que solo existía en mi imaginación. Pero ahora era real, tan real como la tormenta afuera. El dio un paso hacia mi, rompiendo cualquier barrera entre mis sueños y la realidad.

—¿Mía?— preguntó confuso, con esa voz seductora y sexy que siempre imaginé en mi cabeza.

—Tristán…¿eres tú?…no puede ser—dije incrédula, sin poder creer lo que estaban viendo mis ojos. Sentía una gran conexión con él, pero a la vez, sentía temor de acercarme demasiado y que desapareciera. Que todo esto fuera solo un sueño y estuviera durmiendo en mi escritorio por el cansancio que llevaba acumulado de varios días.

También parecía estar en estado de shock, como si no comprendiera donde estaba ni porqué. Sus ojos recorrieron la habitación con curiosidad, deteniéndose en cada rincón como si buscara algo, pero hubo un punto que capto su lugar y no la soltó: mi escritorio. Mas precisamente, mi portátil.

—¿Estas bien?—pregunté con preocupación, intentando captar su mirada.

—No lo sé…estoy confundido— respondió, sin apartar la vista de aquel lugar.

Intrigada, me acerqué al escritorio, tratando de entender qué era lo que tanto le llamaba la atención. Note que el seguía cada uno de mis movimientos con atención, como si esperara que hiciera algo en especifico. Me incline hacia mi portátil y lo miré, tratando de adivinar que lo tenia tan atónito.

—¿Qué pasa con esto?—pregunte señalando la pantalla apagada.

—¿que es?—pregunto Tristán, con una mezcla de curiosidad y cautela en su voz. Sus ojos oscuros se clavaron en la pantalla de mi portátil, como si fuera un objeto extraño e incomprensible.

Me quede mirándolo, sorprendida por su reacción. ¿acaso no sabia lo que era una computadora? Claro, si realmente era Tristán, el personaje que había inventado, no tendría idea. Su mundo no tenia tecnología moderna, solo castillos, caballeros y batallas épicas.

—Es… una computadora —respondí, intentando sonar tranquila mientras mi mente se llenaba de preguntas. ¿Cómo era posible que estuviera aquí?—. Sirve para escribir, buscar información… entre otras cosas.

Frunció el ceño, como si tratara de procesar mis palabras. Dio un paso mas cerca y, con evidente cautela, alargo la mano hacia la pantalla. Antes de que pudiera tocarla, encendí la computadora. La luz del monitor ilumino su rostro, y por un instante, pareció dar un pequeño salto hacia atrás, sorprendido.

—Tranquilo, no muerde —dije, sin poder evitar una sonrisa nerviosa.

Él me miro con seriedad, pero luego su expresión cambio. Su mirada volvió a la pantalla, donde ahora encendida, se mostraba el ultimo documento que había estado escribiendo: “El caballero de mis sueños”. En la primera linea salia su nombre, un recordatorio de la locura que era todo esto.

—¿Que es esto?—preguntó, señalando su nombre. Su voz sonó más grave, más seria.

Me quede sin palabras. ¿como se supone que iba a explicarle que el era un personaje ficticio inventado por mi? Era absurdo, pero también aterrador. El era real, estaba aquí frente a mi, y sin embargo, su existencia estaba atada a las palabras que yo había escrito.

—Es…una historia que escribí—admití al fin, sintiendo como el calor subía por mis mejillas. Era una respuesta vaga, pero no sabía cómo decirle la verdad sin que pensara que estaba loca… o peor, que esto era un error y se desvaneciera.

Él tomo asiento en mi cama sin dejar de mirarme, como si tratara de descifrar un misterio.

—¿Una historia?—repitió, lentamente—.¿Me estas tomando el pelo?

Su pregunta me dejó helada. ¿Que si le estaba tomando el pelo? Claro que no. ¿Había salido Tristán de mi imaginación a través de las palabras? Si. Aunque era difícil de creer, efectivamente, eso había ocurrido. Podía llegar a entender, su actitud, no era una información nada fácil de procesar, pero era la verdad.

—No estoy segura de cómo pasó—respondí al fin, con un hilo de voz—.Pero si estás aquí… debe haber alguna razón.

—Debes de estar loca o algo, yo no soy ningún personaje tuyo, soy de carne y hueso, ¿ves?— preguntó molesto señalando su atuendo, que no era para nada normal, por lo menos en mi época.

—No estoy loca, ¿vale?—le dije ya enfadada— ademas no he sido yo quien a aparecido de la nada en mi apartamento, sino tú.

Él no contesto de inmediato. Sus ojos se posaron de nuevo en mi portátil, en el texto que había escrito, y un destello de algo —¿Desconfianza? ¿duda?—cruzó por su rostro.

—Entonces, Mía… Si es verdad, dime algo que solo yo sepa.—

Su desafío me dejó sin aliento. Mi mente corría a toda velocidad. ¿Como podía responderle? Si era realmente Tristán, entonces todo lo que sabia sobre el provenía de las palabras que yo misma había escrito. Pero para él, esas palabras eran su vida, su pasado, sus recuerdos.

Respiré hondo, tratando de recordar algún detalle único, algo que pudiera demostrar que no estaba mintiendo. Cerré los ojos y pensé en el capitulo mas intimo de la novela, el que nunca había mostrado a nadie.

—Tienes una cicatriz—dije finalmente, mirando sus ojos oscuros—. En el lado derecho de tu pecho. La conseguiste cuando salvaste a tu hermana de los soldados enemigos.

Vi como su expresión cambiaba de inmediato. Su boca se abrió ligeramente, y una mezcla de sorpresa y alarma cruzó su rostro.

—¿Como lo sabes?—susurró, llevándose una mano al pecho como si pudiera sentir la cicatriz bajo su ropa.

—Lo escribí—respondí en voz baja, con el corazón latiendo con fuerza—. Todo lo que eres, todo lo que recuerdas, proviene de las paginas de mi libro. Pero no sé como… no sé cómo has cruzado al mundo real.

Tristán se quedó inmóvil por un momento, como si intentara procesar lo que acababa de decirle. Luego se puso de pie de un salto, comenzando a caminar de un lado a otro en mi pequeño apartamento.

—Esto no tiene sentido—gruñó, pasando una mano por su cabello oscuro—. No puedo ser solo un personaje de una historia. Tengo recuerdos, emociones, una vida. No puede ser inventada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.