CONFESIONES
Narra Laura:
Ha pasado un mes desde que conocí a David, desde ese momento él y yo hemos comenzado una relación. Pasó todo demasiado deprisa pero las cosas nos han ido bien, al menos hasta ahora puesto que sentía que ya no era lo mismo, que yo ya no lo veía de la misma forma, no sentía lo mismo.
Creo que el hecho de que los chicos me presentaran a uno de sus amigos, mis sentimientos por David cambiaron. Alex es un chico maravilloso, simpático, siempre pendiente de mí… Todo era muy confuso porque empezaba a sentir cosas por Álex pero después estaba David… No sabía qué hacer.
Lo que tengo claro es que tengo que hablar con David, se merece una explicación, se merece que sea sincera Además también está Natalia. Sé que le gusta David a pesar de que no ha querido decírmelo, se le nota, para mí es muy obvia. Ella está sufriendo por mi culpa y se merece ser feliz. Agradezco que haya querido mantenerse al margen por mí, es una gran amiga pero creo que se merece ser feliz con la persona a la que quiere.
Narra David:
No sé qué es lo que me pasa últimamente pero no hago más que pensar en ella. Soy consciente de que tengo novia pero no se me va de la cabeza mi mejor amiga.
Natalia.
Las cosas entre Laura y yo van bien pero ya no siento lo mismo por ella. No quiero hacerla daño, no se lo merece pero tampoco puedo mentirla, ni a ella ni a mí mismo. Laura se merece a alguien mejor, alguien que la quiera bien y de la misma forma, no alguien como yo que mi corazón le pertenece a mi mejor amiga.
Hoy he quedado con Laura, no puedo seguir más con esta mentira porque me está matando por dentro más y más cada día. Sobre todo porque no puedo decirla lo que siento a la chica de la que estoy enamorado. Tengo que contárselo a Laura.
Llego al lugar en el que he quedado con Laura. El sitio era perfecto, el mismo sitio dónde le pedí que fuera mi novia. Creo que es simbólico, empezar y terminar en el mismo sitio, cerrando este círculo. Lo único que me aterra de todo esto es perderla, no quiero, es mi amiga ante todo y es un gran apoyo para mí, solo espero que me entienda y acabemos bien.
Me siento en un banco, apartado de la zona central del parque en el que hay una fuente, creo que así tendremos más intimidad. Al cabo de cinco minutos la veo aparecer, tan guapa como siempre porque sí, es muy guapa. Me ve y me sonríe, se acerca a mí y me besa. Un beso que significa mucho para mí, la despedida.
—Hola preciosa —saludo como siempre.
—Hola guapo —me responde ella— ¿Cómo estás? —pregunta sonriendo.
—Bien —respondo—. Tengo que hablar contigo —digo nervioso.
—Yo también quería hablar contigo de algo —me dice seriamente.
—Tu primero —le digo porque lo mío va a ser peor.
—No mejor tú antes —me dice—. Has sido el primero en decir que tenías que contarme algo, después lo haré yo —me dice cogiendo aire.
—Está bien —respondo suspirando para saber por dónde empezar.
Me quedo un rato en silencio, no sé muy bien por dónde empezar a decirla lo que siento. No quiero hacerla daño pero tengo que ser sincero.
—Yo… —intento comenzar—. Laura este mes contigo ha sido maravilloso pero… —me callo para ordenar mis ideas.
—¿Pero? —me insta Laura para que siga hablando.
—Ya no siento lo mismo por ti —la miro a los ojos—, te quiero sí pero como a una gran amiga o incluso como una hermana. Lo siento –me disculpo—, siento mucho que esto esté pasando pero no puedo más, no puedo seguir mintiéndome a mí mismo, ni mentirte más a ti, no te lo mereces —agacho la mirada.
—¿Te has enamorado de otra chica verdad? —me pregunta.
—Sí —respondo sincero mirándola a los ojos.
—¿Natalia verdad? —me pregunta mirándome a los ojos.
—¿Cómo lo has sabido? —pregunto sorprendido.
—Se te nota en la mirada cuando la ves —me mira como si fuera lo más obvio del mundo—. Es la misma mirada que me dabas cuando empezamos —me explica.
—Lo siento mucho Laura —digo triste—. Espero que puedas perdonarme alguna vez —intento ser algo más positivo de cara al futuro.
—Está todo perdonado David, has sido sincero conmigo —me sonríe—. Pero quiero también contarte lo que venía a decirte —me agarra de las manos.
—Claro —respondo y espero a que me diga algo.
Me mira a los ojos y me sorprendo con lo que veo. No están tristes o apagados, solo hay felicidad. ¿Por qué? ¿La estoy dejando no debería de estar triste? No entiendo nada.
—Lo que quería hablar contigo es que yo tampoco siento lo mismo por ti, desde hace bastante la verdad —comienza a hablar—. Quería decírtelo porque no quería mentirme más, ni a ti tampoco, no te lo mereces. También para decirte que he empezado a sentir cosas por Alex. No sé cómo ni porqué pero ocurrió sin más –termina de decir para después mirarme.