Yo estaba corriendo, la verdad que no recuerdo de quiénes o qué, solo sé que grité por mi dolor en la pierna.
En eso le pides a tus acompañantes que detengan, te acercas al bosque y me encuentras.
Nuestras miradas se cruzaron, el tiempo se detuvo para nosotros sin importar de dónde venía cada uno, quisiste continuar conmigo.
Siempre que podíamos reunirnos, lo hacíamos, compartíamos momentos agradables y yo cada vez me enamoraba de ti.
En uno de esos encuentros, nuestra tensión era cada vez más fuerte que nuestros cuerpos se unieron.
Los síntomas de embarazo eran evidentes, decir lo que pasó entre nosotros sin habernos casado, era para que me detestaran.
Tomaste la decisión de dejar el palacio en el reino de Goguryeo para estar conmigo, yo estaba lejos de aquel lugar, yo vivía en el reino de Silla.
No te importó dejar todo para vivir casi sin nada, ya que si me llevabas al palacio, tu padre iba a odiarme.
Un día yo despierto y paseo a nuestro hijo de 1 año y medio, en eso te veo sigilosamente con un hombre y yo los sigo a ustedes sin que se den cuenta.
El bosque era tan verde que se sentía paz y podías respirar un aire tan puro que me alegraba, las calles del pueblo estaban vueltas de arena y paredes de barro.
Escuché al hombre hablar de que tenías que regresar porque el rey te buscaba, sin querer yo pisé una rama y se dieron cuenta que yo estaba allí con nuestro bebé.
Te pedí que regresaras para evitar una tragedia, que no importa si me dejabas con nuestro hijo, que vuelvas a vivir aquella vida tan lujosa que tenías, yo quería evitar tener alguna discordia con su padre.
Me comentaste que no nos abandonarías, que ibas a estar con nosotros.
Pasó un tiempo para que el rey nos encontrara, tú aún tenías algunas pertenencias en nuestro hogar, recuerdo la imagen de un tigre.
El rey gritó que no aceptaría descendencia de una pobre, vino y le quitó la cabeza a nuestro hijo. Yo lloraba intensamente por aquel acto tan atroz, mientras que a mí me torturaba en frente de tus ojos y él te decía que si no me quieres ver sufrir que acabes con mi vida, su espada atravesó el espacio que hay entre el estómago y los intestinos... Tú no quisiste acabar con mi vida, así que, tu padre lo hizo por ti.
El odio, el rencor, la desesperación y el desprecio hacia él sumergía en ti, quisiste acabar con él, sin embargo, él mandó a tirar las flechas en el cual te cayeron encima.
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No sé qué sueñO, yo en esa época no conocía de la cultura coreana y mucho menos de las dinastías y aparte que en el sueño yo andaba en hanbok. Aunque bueno, se viene el capítulo 2 no sé cuándo ajsksk.