Un amor del pasado

3-Tristezas y confuciones

Estela

Salgo corriendo no quiero estar más aquí llegó a la puerta, pero en ese instante Liam me detiene y me abraza me siento desecha, pero por unos momentos sus brazos me hacen sentir segura.

—¿Quieres ir de paseo en mi motocicleta? —Me pregunta con una sonrisa conciliadora y yo asiento con la cabeza.

—Pues sí así es, toma mi casco y vamos, ¿dónde te gustaría ir chica del cumpleaños?—lo dice con una sonrisa y agradezco que no pregunte que fue todo lo que pasó allá dentro, porque ni yo misma sé. No puedo creer que el doctor Patricio en realidad sea mi padre.

—Pues no conozco el mar así que me gustaría ir a la playa—digo subiendo a la moto.

—Perfecto en una hora llegamos más o menos—me responde.

Yo me abrazó a su cuerpo y absorbo ese exquisito olor, me dejo llevar y siento la brisa chocar con mi rostro veo las luces de la ciudad mientras vamos a toda velocidad al cabo de una hora llegamos casi no hay nadie y no estaba emocionada por lo sucedido, era el día de mi cumpleaños debía estar feliz, pero en fin ya estaba atardeciendo nos sentamos a ver el bello paisaje en brazos de mí ahora novio.

Sin darme cuenta mis mejillas están mojadas por mis lágrimas todo ahora tiene tanto sentido mi madre nunca me traía de pequeña y al morir la madre de Don Patricio no le quedó de otra que traerme con solo 15 años, me inscribieron en el mejor colegio de la ciudad al venir de una granja yo no sabía que era un colegio de niños ricos qué más podía hacer, y yo que hacía era la hija de una sirvienta en el mejor colegio de la ciudad tenía dos profesores particulares en casa uno de mandarín otro en inglés qué tonta soy, siempre pensé que ese hombre era bueno y ayudaba mi madre, pero solo estaba lavando sus culpas él es un desgraciado por haber dejado a una chica del servicio embarazada y sobre todo ella se negaba hablar de mi padre a decirme la verdad. Por qué nunca me dijo que yo era la hija de su jefe mi abuela sé que nunca supo nada de esto, sino ella me lo hubiera dicho mi vida es un desastre.

—Nena desahógate yo siempre estaré para ti—no dijo nada más y solo me dejé abrazar por el hasta caer en los brazos de Morfeo.

Liam

Hace 2 horas que Estela se quedó dormida en mi regazo y yo estoy sorprendido por su belleza en solo unas horas sufrió un gran desengaño y me pone triste que ahora que sabe que es hija de un hombre tan rico seguro no me vuelva hablar así que voy a aprovechar este momento con ella al máximo porque no puedo dejar que crezca este sentimiento que está tan grande y fuerte dentro de mi pecho cuando la veo o la tocó, pero sobre todo ahora que la tengo encima de mí escuchando su suave respiración.

¡Oh Dios mio! Ayúdame soportar porque ahora quiero besarla y llegar a donde no he llegado con ninguna mujer todo a causa de mi enfermedad. Como una chica como ella siendo hija de una eminencia cómo es ese doctor terminara estando con un hombre que es defectuoso.

Estela

Abro mis ojos Deseando que todo fuera un sueño, pero el frío y el mar me recuerdan todo, soy una bastarda mis lágrimas salen sin avisar y me doy cuenta de que estoy en el regazo de este bello chico y mi corazón se acelera tocó su mejilla y siento una corriente eléctrica subiendo por mi espina dorsal, Será posible que me esté enamorando por primera vez, él abre sus hermosos ojos de color esmeralda y me sonríe.

—Hola, hermosa ¿te gusta lo que ves?— yo me sonrojo, pero aun así no aparto la vista, yo soy tímida, pero también decidida y muy terca...ahora ya sé a quién lo saque.

—¿Y a ti te gusta lo que ves?—pregunto al notar que no me deja de mirar, él asiente plantando un rico beso en mi boca.

Sus labios son tan suaves, tan cálidos tan perfecto y el movimiento de estos contra los míos me llevan a otro mundo de lengua se abre paso la mía vida y mi esta lo acompaña y se envuelven en un majestuoso baile algo magisterial, único y especial, nos separamos por falta de aire observando como nuestras respiraciones apenas pueden volver a recuperarse.

—Maldición es muy tarde es casi media noche—dice separándose de mí y dando un salto me toma de la mano y nos subimos a la moto.

....

La luz el sol me pega en mi rostro haciéndome bufar afuera se escuchan unos ruidos me despierta por completo me levanto voy al cuarto de baño tomo una ducha y me alisto para volver a la realidad, soy la hija de la señora de la cocina, pero también la hija del doctor o sea yo la hija de la chica del servicio con su jefe típico cliché qué mala suerte la mía, en fin camino hasta la cocina al entrar tomo el desayuno y observo a mi madre mirando cada uno de mis movimientos intenta hablarme y yo la detengo con la mirada levantando la palma de mi mano no deseo hablar con ella y mucho menos escucharla en este momento, salgo de la cocina, ya que es domingo decido ponerme hacer ejercicios, así pasó el resto del día sola y sin hablar con nadie.

....

Otro día de clases, me levanto voy hacia el cuarto de baño tomo una ducha me colocó el uniforme ayer no hablé con mi madre y mucho menos con el doctor, por suerte, voy a la cocina y solo tomó una manzana y salgo sin ver a nadie el colegio, solo queda a unas cuadras así que llegó caminando al cabo de 15 minutos estoy viendo el montón de adolescentes hablando y andando por doquier, suspiro a ver a mis amigos y decido acercarme a ellos para charlar.

—Oye Estela que paso en tu cumpleaños tu madre nos dijo que te sentías mal—comenta mi mejor amiga Annie, aunque se ve en su rostro como que no creyó la excusa de mi madre.

—Si amiga nos fuimos sin despedirnos de ti—Dicen Laura y Marcos al unísono.

—Bueno lo siento mucho, pero ya todo está bien, gracias por compartir conmigo-—digo y todos entramos al salón de clases y en suma tranquilidad finaliza nuestro día.

Liam

Ya es lunes otra vez y no he sabido nada de ella, no me ha llamado y por haber pasado todo ese asunto en su casa no he querido molestar ya es mediodía y decido parar con mi trabajo para comer, a las 1:30 pm regresé sigo trabajando el teléfono timbra y contestó...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.