Liam Gutiérrez
Camino a la casa de Estela muy feliz me fue excelente en los exámenes y evaluaciones, le quiero contar a mi chica, voy con un ramo de flores y chocolates, estos días he tenido muchos exámenes en la universidad y deseo pasar con excelentes calificaciones, ya que solamente me resta un poco más de un semestre para al fin poder terminar mi carrera, hacer mi tesis y lograr crearme un futuro.
Justo en el momento que voy llegando a la entrada de la casa un auto muy elegante se detiene frente a mí reconozco al señor como el padre de mi novia el doctor que discutía con su madre la noche de su cumpleaños, este me mira con molestia, es claro que no le agrado.
—Escuche jovencito sé que usted está interesado en Estela, pero quiero que tenga algo en claro ella es mi hija además acabo de comprometerla con un joven de su mismo estatus social que puede brindarle un futuro prometedor cosa que no veo en usted sea posible por los años venideros—las palabras del señor mayor calán muy profundo en mi interior solo pude bajar mi cabeza y sin más salí del lugar derrotado ante aquellas reales palabras.
No soy nadie y no puedo ofrecerle nada a mi edad la mayoría ya termino sus estudios y está ejerciendo peor yo no he tenido la misma suerte.
He intentado llamar a Estela varias veces, pero siempre me la niegan, mi madre está muy grave después de una fuerte recaída debido a su enfermedad y todos estamos cuidando de ella llame a mis supervisores y pedí unos días, pero no dije nada a mis compañeros para que no supieran no quiero que sepan de mi familia o me tengan lástima.
...
Una semana ha pasado y aún no he podido hablar con ella no sé qué ocurrió aunque confió que ella no aceptara ese compromiso sin primero terminar conmigo dándome la cara, pero no me puedo quedar así por eso decidí que hoy iría a buscarla aunque tenga que enfrentarme a ese hombre.
—Buenos días que desea joven —dice una chica al verme en la entrada, al parecer es nueva, pues no la he visto antes.
—Hola, vengo a ver a Estela—saludo con seguridad no me iré de aquí sin verla.
—Oh que pena joven pera la niña Estela está de luna de miel con su esposo—escuchar esas palabras rompieron mi corazón en mil pedazos, sin poder escuchar más nada me aleje profundamente desolado y traicionado, tenía que suponer que ella jamás estaría con una persona cómo yo.
Llego a mi casa después de llorar por mi corazón roto y mis sueños de formar una familia con ella desechos seguí llorando hasta que el alcohol pudo más que yo.
Otras semanas pasaron cuando decidí que era momento de resurgir y mostrarle a la familia Ruiz quien es en verdad Liam Gutiérrez.
—Papá aceptaré lo que me propongas si me ayudas a convertirme en el mejor en mi área—acepte al entrar en la lujosa oficina.
Mi padre es un exitoso ganadero de la región, pero yo siempre he rechazado su dinero soy de los que piensa que ese no es mi dinero, sino el de mis padres.
Quiero ganar dinero con mi propio esfuerzo y eso haré aunque tenga que someterme a los planes infames de mi padre tal cual como hizo mi amor del pasado.
...
Narrador omnisciente
Liam sufre su pérdida siguiendo su vida de manera automática universidad, trabajo, casa siempre lo mismo, la misma rutina y la misma amargura apoderándose de su vida de forma sigilosa. Ya no sonríe, ya no le importa nada, perdió el amor de su vida y más nada es valioso para él.
Quizás fue por idiota o más bien cobarde no lo sabe con certeza lo que sí sabe es que se destruyó totalmente su corazón. A veces piensa que seguro ese amor no era de él porque si hubiera sido de él se mantendría su lado otras veces piensa que quizás si es de él algún día volverá.
Estela sufre en silencio a kilómetros de distancia, pensaba lo que ha hecho si en verdad eso habría sido la decisión correcta, pero aun así no había marcha atrás. Esa fue la mejor decisión se decía a sí misma mientras acariciaba su abultado vientre.
Sus padres después de enterarse de que ella estaba embarazada y hacerle la propuesta acepto irse, pero jamás aceptó casarse eso no lo aceptaría, ahora con un vientre abultado de 6 meses estaba en Europa había terminado sus estudios y pronto no sería solo ella estaría su bebé estaba sola en otro país Incluso en otro continente, pero a la vez no se sentia totalmente sola tenía un pedacito de ese gran amor, de ese amor tan puro, de ese amor que ahora se convertía en un amor del pasado.
Una pequeña alegría recibió Estela cuando a solo unas semanas del nacimiento de su bebe llegó Adela algo bueno había hecho Don Patricio y le había llevado una amiga para que cuidara de ella.
—¿Cómo te sientes? —le pregunto Adela ella sabía lo que había hecho Don Patricio de mentirle al novio, pero decirlo podría alterar su salud y por ende poner en riesgo al bebe.
Adela era de las que pensaba que si estaba en tu destino en algún momento tropezaras de frente con eso y nadie podria detenerlo.
Los días pasaron y una hermosa niña de ojos esmeralda nació era idéntica a Liam no había sacado nada de ella.
Estela lloró en silencio al notar que su niña sería un claro recordatorio de su pasado, pero sobre todo de su gran amor.
Lianny Marie tenía el cabello castaño claro y los ojos verde esmeralda, tenía piel blanca y rasgos tan similares a su padre que si fuera varón fuera su viva copia.
La tristeza embargaba la madre de Estela, su hija había perdido la chispa incluso ahora se había convertido en alguien muy sumisa que hacía todo lo que se le decía, hay entendió que habían cometido un grave error.
Los familiares de Liam vieron el cambio en su personalidad y como no le importaba nada, ni su propia salud, ni nadie más, se sintieron dolidos con esa mala mujer que destruyo al chico feliz y carismático que siempre estaba dispuesto a ayudar y era extremadamente amable.
Dos personas habían sido separadas y sus vidas se habían arruinado totalmente aunque de maneras completamente diferentes.
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Editado: 28.04.2025