Un amor del pasado

10-Encuentro

Liam Gutiérrez

Miro a Lucrecia sentada en el desayunador tomando su desayuno hoy sé irá de viaje y eso no me importa en lo más mínimo desde hace varios meses ya ni siquiera puedo acostarme con ella, pues ya ni siento excitación al tenerla cerca ahora somos como enemigos viviendo juntos, hace unos días le pedí el divorcio y ella se negó a dármelo alegando que nunca ha trabajado y no sabría de qué vivir le propuse darle una de las casas que pertenecen a mi constructora y pasarle una pensión por al menos los primeros años hasta que busque su propio sustento o se case, yo no fui tonto me case sin amor, pero con todos mis bienes separados y aunque ella decía amarme su familia es interesada además que desde que salió del bachillerato no quiso estudiar más alegando que un esposo la mantendría y no tuvo lejos de la realidad cuando nos casamos no vi problema en que se la pasara de aquí para haya sin hacer nada provechoso, pero no logro ni siquiera darme lo que yo más anhelo en la vida sobre todo que el miedo de mi salud quizás no me dé la oportunidad en un futuro de tener hijos, por lo menos en este país está la inseminación artificial, pero yo deseo que mis hijos se conciban de forma natural con amor, calor y pasión.

La ignoro totalmente tomo un café y una manzana y salgo con mi chofer rumbo a mi constructora hace poco más de 10 años que mi amigo Jack y yo viajamos aquí por un mejor futuro y logramos tener esta empresa, pero al yo ser el socio mayoritario o mejor dicho el único, ya que puse la herencia que me dejo mi abuela una gran suma de dinero que la puse toda en mi sueño uno que hace 15 años pensé perdido por culpa de no haber luchado por el amor de mi vida.

Hoy es un día importante tengo varias reuniones y también debo darle un recorrido a la esposa de un francés a su casa la cual solo le falta la decoración y algunos detalles mínimos, me parece extraño él dijo que ella es una chica latina muy joven también me hablo de que ella tiene una hija que no es del matrimonio la jovencita pidió un estudio de baile en el sótano, su casa es muy grande y fue diseñada por mí, pero nada se compara a la casa que construí para mi amada Estela fue tal cual la soñamos tantas veces cuando terminábamos de hacer el amor.

Flashback

— Yo quiero que tú diseñes nuestra casa, quiero que sea grande tenga un sótano para los niños jugar, una casa del árbol, donde entremos todos, al menos 8 habitaciones para cuando lleguen los nietos o amigos de nuestros hijos, también un jacuzzi solo para dos... —Siguió hablando Estela sonriendo.

— Lo que desees pequeña tus deseos son órdenes — respondí besando sus labios con ternura.

Fin del flashback

Salgo de mis pensamientos cuando mi secretaria me aviso que la señora Pierre está abajo así que decido ir a su encuentro y así mostrar la casa, veo a dos mujeres no se ven mayores incluso la morena es alta y de espalda se ve hermosa tiene un buen trasero y su cabello me llevo a tiempos antiguos cosa que mi entrepierna resintió la rubia se marcha con la jovencita y yo continuo mi camino supongo ella es la persona correcta.

—Buenos días, señora Pierre — saludo amigable, pero ella se tarda unos segundos en girar.

—Señora Trinidad conservé mi apellido de soltera—dice dándose vuelta y mi mejor sueño y peor pesadilla a vez se hacen realidad.

—Estela—dije casi congelado.

—Es un gusto Liam al parecer lograste lo que soñabas—hablo señalando el logo lo miro y niego con tristeza esa era nuestra marca nuestra identidad, pero recuerdo mi promesa que me hice si la volvía a ver y no me importa nada más, mi amor del pasado regreso y lucharé por él cueste lo que cueste.

—Falta tres cosas aunque ahora no las veo tan lejos, ahora si te prometo que tú serás mía y Lianny y Elián llegaran muy pronto —dije con seguridad mientras me acercaba a ella y besaba sus labios de manera casta, ella se sorprendió, pero solo se sonrojó y luego bajo la cabeza avergonzada así que decido hablar.

— Vamos a ver tu casa y en el camino nos ponemos al día — le digo ella solo asiente aún con la cabeza gacha.

Subimos a mi auto y emprendemos camino hasta que recuerdo que ella venía con su hija y una amiga que también vivirá con ella así que decidió hablar con mi secretaria para que las envíe hasta la casa.

Cuando paramos en un semáforo le envió un mensaje rápido esta contesta afirmativamente y seguimos el recorrido.

Pero en vez de llevarla a su casa la llevo a nuestra casa dígito un código de seguridad en la puerta el que cualquier persona que conozca nuestro amor lo identificaría "llamadas-helado-playa"

— Esta no se parece a la fachada de la foto —comento frunciendo el ceño sonreí cuando note que algo noto, pues sus ojos se abrieron y sus manos temblaban mire a la dirección que ella miraba y pude ver la casa del árbol con nuestras iniciales.

— Es la casa que me describiste esa noche al llegar a mi casa hice el dibujo — murmure sosteniéndole la mirada

— Vaya eso es espectacular, ¿desde cuándo? — pregunto yo sonreí llamándola al jardín donde está el invernadero con toda clase de flores y cactus.

— Dios Liam esto es tal cual lo soñaba en aquella época de tanta inocencia —expreso con nostalgia.

— Yo lamento haber sido un idiota y no luchar por ti por nuestro amor, voy a ser sincero hace unos años me case intente ser feliz, pero la verdad tú, estaba en mi mente y corazón y en todo la comparaba contigo además el hecho de que ella sea estéril y yo casi lo sea o se me haga cada vez más difícil por cierta situaciones creo que mi gran sueño de ser padre sé irá a la basura tengo más de cuarenta años ya debería tener hijos adolescentes dando lata y sacándome canas verdes —musite con anhelo, pero al parecer eso no le gusto, pues su rostro se tornó pálido.

— Yo lo siento mucho, juro que lo siento— murmuro.




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