Un amor del pasado

14-Una familia de tres...

Liam Gutiérrez

Hace ya dos semanas desde que conocí a mi hija hemos salido a muchos lugares diferentes al zoológico, al cine, a la playa, al Mall y a comer mucho helado y pasteles, ella ama las cosas dulces igual que su madre cuando la conocí.

Ella tiene una personalidad picante y jovial es fascinante la conexión que ya hemos formado en tampoco tiempo, ya la llevé a mi casa y me rio recordando la cara de Lucrecia cuando llego y nos vio tirados en el sofá con botes de helado, palomitas acarameladas, agua de gas y muchos chocolates.

¡Épico!

Flashback

Llegamos a mi casa era un domingo en la tarde Lianny insistió en querer conocerla aunque me parece que lo que realmente deseaba era cruzarse con Lucrecia, pero la señora estaba de paseo gastando mi dinero aunque ahora eso no me importa ya puse la demanda de divorcio le dejaré esta casa dos carros y una pensión por dos años espero que en ese tiempo consiga un buen marido que la mantenga o estara en muchos problemas.

Después de elegir una película de acción o mejor dicho una serie mi hija quería ver rápido y furioso como hombre es emocionante que ella le guste aunque su comentario no me agrado del todo, ya que aunque no la vi de pequeña no puedo aceptar que quiera ya hacer cosas de grandes.

— Papá cuando cumpla 16 años me deberías regalar un auto así queda saldada tu cuenta de regalos en los últimos 15 años— dijo y automáticamente negué acabo de encontrarla si le doy un auto en 9 meses que es su cumpleaños no la veré más y eso no lo puedo aceptar.

—¿Por qué no? —pregunto haciendo pucheros pero a la vez enojándose en eso se parece a su madre tienen los mismos gestos.

— Te amo y no quiero que te alejes en un auto y pienses solo en chicos y luego te olvides de mí, pues eso es lo que hacen las chicas cuando ya tienen autos— dije tomando los alimentos para ir hacia el sofá queriendo cerrar el tema.

— Pero si lo miramos de otra forma me lo debes, me debes 15 regalos de cumpleaños, 14 Navidades, 12 por las notas de finales de curso y podría seguir con otras festividades como cuando a los 8 años gane un corcuso de baile o a los 10 gane un corcuso de deletreo además eres mio y jamás me alejaré—hizo su recuento en tono serio.

— Haremos algo yo te observaré por un tiempo y si eres lo suficientemente madura lo hablaré con tu madre y te daré el auto que quieras — dije y la vi sonreír antes de besar mi mejilla, gesto que sin duda me haría salir corriendo a comprar el maldito auto constar de volver a sentir esto en mi pecho.

¡Amo a mi hija mía, mía, mía!

— Quiero un Ferrari o un Lamborghini así que trabaja duro papi— dijo sacándome la lengua y ya sé quién le cumplirá ese capricho necesito viajar mi padre amara a mi hija en cuanto la vea y la escuche hablar.

Pasan un par de horas en las cuales ya hemos visto dos películas y estamos por la tercera mientras reímos y disfrutamos del momento entra una furiosa Lucrecia a mi casa.

— Me puedes explicar por qué tengo un correo de un bufete de abogados con una demanda de divorcio puesta por ti —grito aun sin percatarse de la persona a mi lado.

— Buenas tardes si estoy bien gracias por preguntar ¿Y tu?— conteste llevando una cuchara de helado a mi boca la cual le arrebate a Lianny.

—Y ¿quién es esta niña? No me digas que ahora eres un viejo rabo verde asalta cuna, lo que hace la edad — murmuró con asco, me enoje y estuve a punto de gritarle que estaba loca por siquiera pensar eso peor mi hija se me adelanto.

— ¿Eres ciega o solo idiota? Él no es eso, pues yo soy su hija no lo notas somos dos gotas de agua—le dijo con voz gélida y siguió comiendo una mezcla extraña de palomitas y helado.

— ¿Qué dice esta mocosa? —pregunto sorprendida yo sonreí y asentí.

— Por eso quiero el divorcio y no hay nada que puedas hacer mi hija no me quiere compartir y sabes mi deseo de tener hijos y ahora que la tengo no lo desaprovecharé y no le digas mocosa a mi hija ella tiene nombre y es Lianny — termine de hablar con bastante seguridad y autoridad para dejarle las cosas claras.

— Papi quiero ir con mamá — dijo con falsa inocencia mi hija, asentí aguantando la risa por la cara de espanto de Lucrecia.

Espero que haber presenciado esta escena no le produzca un infarto, pues no estoy para darle explicaciones a nadie.

Fin del flashback

Ahora estoy muy nervioso mirando a Estela ella me dijo que quería hablar así que subimos a la azotea de su departamento, ella mira la ciudad cerca de la orilla, mientras yo permanezco más alejado esperando que me diga lo que desea hablar.

—Te acuerdas de mi cumpleaños y la playa esa vista era maravillosa — murmuro sin mirarme, su mirada estaba perdida en las luces de los grandes edificios ¿qué estaban a la distancia.

—Jamás lo olvidaría fue nuestro primer beso y muchas emociones se involucraron ese día— conteste, ella asintió aun sin mirarme.

—No quiero parecer ansioso pero me tienes nervioso—musite esperando que iniciara.

— Liam empecemos de nuevo sin secretos ni mentiras hagamos que este amor que se mantuvo intacto por tantos años florezca —pidio mirándome a los ojos.

— Sé mía Estela, pues yo siempre he sido tuyo —respondí para luego adueñándome de sus labios, nos besamos con tanto amor que sentí que el tiempo fue efímero, pero alucinante a la vez mi corazón galopeo asustado y todo mi cuerpo se estremeció.

— No tengo que aceptar, ya que siempre he sido tuya solo que aún no era nuestro momento — murmuro abrazándome y así permanecimos hasta que nuestra hija carraspeo desde las escaleras avisando su entrada.

— Estáis decente no quiero frustrarme aún soy chica — grito burlona, Estela rodó los ojos y yo sonreí.

— Deja las bromas Lianny Marie Gutiérrez Trinidad — le grito su madre de vuelta y una vez más sentí esa opresión en mi pecho mi hija ya hace unos días es mi hija legalmente aunque me entere de que siempre lo había tenido, pero sin mi firma no lo podía usar en asunto públicos o legales.




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