CAPÍTULO 1

Un Nuevo Comienzo*

Emma:

Ha pasado tanto tiempo, pero no puedo negar que la vida en Los Cabos es deliciosa. Es tan acogedor estar aquí junto a las personas que más amo en el mundo, que en mi caso son mi esposo y mis hijos, "mi familia". Tenemos una casa aquí, es muy linda, tiene una piscina grande. Aunque estamos cerca de la playa, preferimos caminar por la arena hasta llegar al mar.

Mis pequeños han crecido demasiado; Zack ya les tiene su propia habitación, pero al final del día, todos terminamos durmiendo en la misma cama. La empresa está siendo un éxito, y soy la vicepresidenta de Luxury Affair, una empresa que diseña trajes a nivel mundial y productos de lujo como Rolex, etc. Está siendo un éxito a nivel global.

Es difícil, lo admito. Jamás había manejado algo así, y mucho menos algo tan grande como una empresa con fama mundial. Afortunadamente, no podría haber logrado este puesto sin la ayuda de mi amado esposo y mi gran amigo Daniel. Juntos hemos formado una familia en la que, desde el primer día, Daniel es tío de mis tres hijos.

Mi madre está en la cárcel; no me siento orgullosa de eso, pero me siento más tranquila ya que así no podrá hacernos más daño. Pronto saldrá, tiene más de dos años encerrada, ya casi cumple su condena.

—¿Hey nena, no nos invitas a tomar el sol junto a ti? —preguntó Zack.

—Claro que sí, vengan.

—¿Yo también puedo acompañarlos? —preguntó Daniel.

—Por supuesto —dijo Zack.

—¿Y qué tal va la empresa? —preguntó Daniel.

—Genial, Emma es vicepresidenta de Luxury Affair —dijo Zack.

—Estoy tan feliz de ser parte de este proyecto —dije con alegría.

—Wow, felicidades, serás una gran vicepresidenta —dijo Daniel.

—Muchas gracias, Daniel.

Emma, Zack y Daniel conversaron sobre la empresa y los cambios que habrá ahora que Emma forma parte importante de la empresa.

—¿Y ahora que eres vicepresidenta... piensas hacer algunos cambios en la empresa? —preguntó Daniel.

—Puede que sí, como ascender a Daniel —dije.

—No es necesario, Emma, me encanta mi puesto —dijo Daniel.

—Estás seguro de eso? —preguntó Zack.

—Claro, me gusta mi trabajo —respondió Daniel.

—Quiero expandir la marca, pero antes necesito checar más a fondo sobre lo que hacen en nuestra empresa —dije.

—Nuestra empresa, cariño, ahora es nuestra —dijo Zack.

—Bueno, ¿me ayudas con eso? —pregunté.

—Por supuesto, estarás bien informada para ser la mejor vicepresidenta de Luxury Affair —dijo Zack.

En ese momento, Daniel recibió una llamada de la cárcel.

—Denme un segundo, por favor —dijo Daniel.

—Claro —respondieron Emma y Zack al mismo tiempo.

Al terminar la llamada, Daniel volvió hacia las hamacas donde se encontraban reposando todos.

—¿Qué pasa, Daniel? —pregunté.

—Era una llamada de... la cárcel —dijo Daniel.

—¿Y qué te dijeron? —preguntó Zack.

—Emma, tu madre saldrá de la cárcel en un par de horas —dijo Daniel.

—¿Qué? —exclamé.

—Así es, ya cumplió su condena —dijo Daniel.

—No puede ser. Me acaban de mandar un correo de que hay una empresa rival que está intentando sabotear Luxury Affair —dijo Zack

—Ay, no puede ser. O sea, que las malas vibras siguen. ¿Qué hemos hecho para que nos pasen este tipo de cosas? —dije.

—Tranquila, amor, esto no nos detendrá. Sé que puedes, sé que podemos. Estamos juntos en esto —dijo Zack.

—Zack, son mis primeros días y ahora tengo que lidiar con una rivalidad. No, no, mejor me quedo en casa a cuidar a mis hijos —dije.

—Emma, no tienes por qué preocuparte. Todo estará bien. Aparte, nosotros llevamos emprendiendo desde hace más de 10 años —dijo Daniel.

—Así es, nena, tú tranquila, todo estará bien —dijo Zack y me abrazó para consolarme.

En ese momento, los pequeños se acercaron y abrazaron a sus padres.

—¿Qué pasa, mamá? —preguntó uno de los niños.

—Todo está bien, hijos. Su mamá está pasando por un momento difícil, ¿les parece si le damos todos un abrazo para que se sienta mejor? —preguntó Zack.

—Sí —respondieron los tres pequeños y abrazaron a su madre.

—Mi amor, lo vamos a resolver. Vas a estar bien, van a estar bien —dijo Zack.

—De acuerdo —dije, conteniendo las lágrimas.

...

Samantha: Este lugar es como un vacío, igual que el que hay dentro de mí. No entiendo por qué hice todo lo posible para hacerle daño a mi hija. Aunque todo lo que hice nunca fue con la intención de hacerle daño, solo quería que ella volviera conmigo, que no me tuviera miedo. Ella estaba embarazada y un idiota la apuñaló por culpa mía. El idiota de Issak no supo darle un susto. Esto lo hice sin intención de que ella volviera a mis brazos, y que fuera mi bebé una vez más. Pero ya no, ella ya es mayor de edad y ahora no puedo decidir sobre su vida. Ella ya hizo la suya, creo su familia, y yo destruí la mía.

Al caer la noche, Emma, Zack y los niños decidieron pasear por la playa, sentir la arena y escuchar las olas del mar que estaba muy tranquilo.

—Te amo, lo sabes, verdad —preguntó Zack.

—Claro que lo sé, Zack. También te amo, cariño —respondí.

Los niños rieron al sentir el agua mojar sus pies.

—A estas pequeñas pulguitas les encanta el mar por lo que veo —dijo Zack.

—Así es —dije.

—Aún no me creo que soy papá —dijo Zack.

—Ni yo que soy mamá, y tu esposa —dije.

—Y que gracias a ti, hemos logrado muchas cosas —dijo Zack.

—Lo sé, lo mejor es que nuestro amor sigue intacto y así seguirá para siempre —dije.

—Claro que sí, Zack, para siempre —respondí.

Tiempo después...

—Emma, puedo hablar un momento contigo —preguntó Daniel mientras se acercaba a los sillones de la gran sala de estar.

—Claro, toma asiento. ¿Qué sucede? —pregunté.

—Solo quería preguntarte, ya que tu madre está por salir pronto, no sabremos cuando salga exactamente, pero puede que sea en esta semana, incluso podría ser mañana. Y pues lo que quería preguntarte es que si... vas a querer que la traigamos a casa. ¿Digo porque algo quieres hacer cuando ella salga, no? ¿Porque Zack está viendo si le compra una casa a su padre o le renta un departamento o algo así? ¿Qué opinas tú sobre eso? —preguntó Daniel.