Un Amor En Familia

CAPÍTULO 5

"Resistir en las sombras"
Emma:
Sentí un escalofrío recorrerme mientras me miraba en el espejo, como si una sombra acechara a mis espaldas. Todo estaba en movimiento, todo iba demasiado rápido. Entre la amenaza a la empresa, la posible traición de mi madre, y el desafío de mantener a mi familia segura, sentía como si todo estuviera desmoronándose a mi alrededor. Pero no iba a rendirme.
Tenía que resistir.
Cuando bajé al comedor, Zack ya estaba allí con los niños, pero podía ver en sus ojos que estaba preocupado, a pesar de su sonrisa tranquila mientras les servía el desayuno. Daniel también había llegado temprano, y su presencia, como siempre, me daba un poco de paz. Sabía que podíamos contar con él, sin importar qué.
—Tenemos que seguir adelante con el plan —dije, tomando un sorbo de mi café mientras me sentaba—. El lanzamiento de la nueva línea debe suceder cuanto antes, o perderemos la ventaja.
Zack asintió, pero había algo en su mirada que no me gustaba.
—Emma, necesito hablar contigo antes de que vayamos a la oficina —dijo en voz baja, pero firme.
Lo miré, esperando que continuara, pero no lo hizo. Simplemente me señaló hacia la puerta de la terraza, y supe que lo que tenía que decirme no era algo para los oídos de los niños.
Nos alejamos de la casa, caminando hasta la playa, donde el sonido de las olas nos envolvía en un silencio íntimo. Sabía que Zack quería protegerme, pero después de tantos años juntos, ya no podíamos guardarnos secretos.
—Recibí otro mensaje esta mañana —comenzó Zack, su voz tensa—. No es solo una amenaza a la empresa… esto es personal. Quieren que retrocedamos. Si no lo hacemos, no sé qué más podrían intentar.
Sentí que mi respiración se detenía por un segundo. No era solo la empresa. Era nuestra vida, nuestra familia, nuestro futuro.
—No podemos retroceder, Zack. Lo sabes, ¿verdad? —Lo miré directamente a los ojos—. Si damos un paso atrás ahora, les estaremos diciendo que pueden controlarnos. Que pueden destruir todo lo que hemos construido.
—Lo sé, pero no puedo evitar preocuparme por lo que podría pasar. No quiero que tú o los niños sufran por esto, Emma.
—No lo haremos —respondí, más decidida que nunca—. Vamos a resistir. No voy a dejar que el pasado nos atrape. Vamos a proteger todo lo que hemos logrado.
Zack asintió lentamente, y me abrazó con fuerza. Sabía que estaba asustado, igual que yo, pero también sabía que juntos éramos más fuertes.
Más tarde, en la oficina, la tensión era palpable. María y el resto del equipo estaban trabajando sin descanso para asegurarse de que el lanzamiento de la nueva línea fuera perfecto. Pero, a pesar de los esfuerzos, las noticias no eran buenas. La competencia seguía adelantándose, robando ideas, y ahora se hablaba de una posible filtración interna.
Daniel estaba reunido con nosotros, revisando informes, pero no había mucho que pudiéramos hacer sin más información.
—¿Estás segura de que quieres seguir adelante? —preguntó Daniel, su mirada fija en mí.
—Sí —respondí sin dudarlo—. No vamos a dejar que nos intimiden.
—Bien, porque he estado investigando un poco más sobre esa empresa rival —Daniel hizo una pausa, como si considerara qué tanto debía decirnos—. Al parecer, no es una simple competencia. Tienen conexiones con personas que no son precisamente legales. Y hay algo más… he oído rumores de que tu madre podría estar involucrada con ellos.
Las palabras de Daniel cayeron como una bomba en la habitación. Zack me miró, esperando mi reacción. Yo, en cambio, solo sentí una frialdad que me recorrió el cuerpo.
—Sabía que podía ser posible, pero no quiero asumir nada hasta que tengamos pruebas. Mi madre… ella ya ha hecho demasiado daño, pero no quiero creer que esté dispuesta a llegar tan lejos.
Daniel asintió, comprendiendo.
—Entonces, tenemos dos opciones —continuó—. Podemos enfrentarnos a ellos de frente, haciendo público lo que sabemos, o podemos investigar más profundamente y tratar de desmantelarlos desde dentro. Pero cualquiera de las dos opciones conlleva un riesgo.
Zack intervino entonces.
—Creo que deberíamos investigar primero. Saber con quién estamos lidiando antes de hacer cualquier movimiento brusco. No quiero poner a la familia en peligro innecesariamente.
Asentí, sabiendo que Zack tenía razón. No podíamos actuar sin información sólida.
—De acuerdo. Vamos a investigar. Pero mientras tanto, seguimos adelante con el lanzamiento. No podemos mostrar debilidad.
Daniel se levantó y se acercó a mí, colocando una mano en mi hombro.
—Lo haremos. Estamos en esto juntos, Emma. Y no importa lo que pase, no te dejaremos caer.
Sonreí, agradecida por su apoyo. Sabía que la situación era peligrosa, pero al menos no estaba sola.
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Esa noche, después de que los niños se durmieran, Zack y yo nos quedamos en la terraza, escuchando las olas y disfrutando de la brisa fresca. Todo estaba en silencio, pero dentro de mí, el caos no cesaba.
—¿Estás bien? —preguntó Zack, rompiendo el silencio.
—No lo sé. A veces siento que no puedo con todo esto, pero luego pienso en lo que hemos logrado y sé que no podemos rendirnos.
—Y no lo haremos —dijo, acercándose más a mí y rodeándome con su brazo—. Vamos a resistir, pase lo que pase.
Me recosté en su pecho, sintiendo su calor y su fuerza, y por un momento, me permití sentirme a salvo. Pero sabía que el verdadero peligro aún no había llegado.
Y cuando lo hiciera, tendría que estar lista para enfrentarlo.




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