En la sala de espera, Alex nos informó sobre la gravedad de la situación.
—Thompson confesó todos sus crímenes —dijo—. Tu madre es testigo clave.
De repente, el médico salió con una sonrisa.
—La operación fue exitosa. Su madre se recuperará.
Respire aliviada. Daniel me abrazó.
—Todo saldrá bien —dijo.
...
Horas después, mi madre despertó. Su mirada busco la mia.
—Emma, lo siento... —susurró.
—Descansa, mamá —respondí, tomándole la mano.
Ella sonrió débilmente.
—Te amo, hija.
—Te amo también, mamá —dije, llorando.
La reconciliación comenzaba.
Mi madre, débil pero determinada, comenzó a contar su historia.
—Emma, siempre te quise proteger. Thompson me manipuló, me amenazó... Pero nunca te olvidé, y se que en el pasado te hize mucho daño y no sabes cuanto me arrepiento, pero bien dicen que de los errores se aprende y creo que yo eh aprendido mi lección, solo quiero ser feliz y sobretodo que tu lo seas.
Lloré, sintiendo compasión y amor.
—Mamá, te perdono —dije, abrazándola.
Daniel sonrió, aliviado.
—Estamos juntos en esto, Emma —dijo.
Mi madre sonrió, con lágrimas.
—Gracias, hija. Comencemos de nuevo.
...
Con mi madre en recuperación, nuestra relación floreció. Aprendimos a comunicarnos y a confiar nuevamente.
La justicia había prevalecido. Thompson estaba detrás de las rejas, mi madre comenzaba a sanar y a recapacitar.
La relación con zack estaba mas unida que nunca, nuestra relación era hermosa.
Mientras mi madre estaba en terapia, Zack, Daniel, Ryder y yo, nos encargabamos de poder reconstruir nuestra empresa, de hacerla crecer de nuevo, al igual que yo seguía más pendiente de mis hijos ya que el tiempo que yo reemplaze a zack como presidenta, había acabado y podía disfrutar de más tiempo de calidad con mis hijos, mi madre estaba llendo a terapia y junto a mi esposo y a daniel buscábamos algún lugar para que nuestros padres pudieran vivir.
—Que hacen?.—Preguntó Daniel mientras bajaba con mis dos hijas en brazos.
—Ven, acércate, estamos buscando un lugar para nuestros padres, aunque sea para que tengan donde vivir.
—Así es, quiero que sea un lugar como este, tan acogedor y cómodo para ellos.
—Si, al fin de cuentas... son nuestros padres, no?.
—Tienen razón, les ayudare.
Minutos después...
De repente, daniel grito desde la sala, y sonriente se dirigió hacia nosotros, mostrando fotos de una hermosa casa en un barrio tranquilo, a una hora de nuestra residencia.
—Es perfecta —dije, emocionada—. Creo que les gustará
Los tres sonreímos emocionados.
—Creo que si.—Dijo Daniel.
Zack asintió, entusiasmado.
—Vamos a hacerlo realidad.
La casa era acogedora, con jardín y espacio para mis padres. Era perfecto para que pudieran relajarse y pensar todo lo que necesitarán pensar.