Mi madre llamó de nuevo, emocionada.
—Emma, hoy es mi primer día cocinando en mi nueva casa. ¡Gracias por apoyarme!
Me sentí orgullosa.
Cuando colgué el teléfono y sonreí mientras cocinaba, Zack se acercó y me abrazó por detrás.
—Estás feliz por ella, ¿verdad?—Preguntó Zack.
—Sí, lo estoy. Estoy orgullosa de ella.
Nuestros hijos, Mateo, Sofía, y Lisa, jugaban en el salón mientras Daniel los cuidaba.
—¿Qué vamos a hacer hoy? —preguntó Zack.
—No lo sé —respondí—. ¿Qué sugieres?
—Podríamos llevar a los niños al parque.
—Me encanta la idea.
Llevamos a los niños al parque, y el sol brillaba sobre Llevamos a los niños al parque, y el sol brillaba sobre nosotros. Mateo, Sofía y Lisa corrían por el césped, riendo y jugando. Daniel los cuidaba, sonriendo.
Zack y yo nos sentamos en un banco, disfrutando del momento.
—Esto es la vida perfecta —dije, apoyando mi cabeza en su hombro.
—Lo es —respondió, abrazándome—. Estamos juntos, como familia.
Los niños vinieron corriendo hacia nosotros, exhaustos pero felices.
—Mamá, papá, ¡vamos a comer! —dijo Mateo.
—¡Claro, cariño! —respondí.
Comimos en un restaurante cercano, disfrutando de la comida y la compañía.
Después Zack, sugirió ir al cine.
—¿Qué película quieren ver? —preguntó.
Los niños eligieron una película, de animación, y disfrutamos juntos en la oscuridad del cine.
Al salir, el sol se ponía, pintando el cielo de colores cálidos.
—Ha sido un día perfecto —dije, sonriendo.
Zack me besó.
—Lo ha sido —respondió—. Porque estoy contigo.
—Te amo Zack, y a mis hijos también, me haces muy feliz.
—Te amo aun más Emma, los amo por igual.
—Y si .. vamos a cenar?, quieren ir a cenar niños?.—Preguntó Zack.
—Siii, McDonalds, quieren hamburguesas?
—Si mamá!.—Gritaron los pequeños con emoción.
—Bien!, entonces vamos, suban al auto, con cuidado.—Dije mientras les ayudaba
a colocar el cinturón de seguridad
Y sin más zack arranco hacia el McDonald's más cercano.
Claro, aquí continúo:
Llegamos al McDonald's y los niños apenas podían contener su emoción. Zack y yo nos reímos al verlos saltar en sus asientos.
—¿Qué quieren ordenar? —preguntó Zack.
—¡Yo quiero una hamburguesa de McNuggets! —dijo Mateo.
—¡Y yo una de queso! —agregó Sofía.
—¡Y yo una Happy Meal! —gritó Lisa.
Zack y yo pedimos nuestras hamburguesas y nos sentamos en una mesa cerca de la zona de juegos.
Mientras comíamos, los niños se divirtieron en la zona de juegos, riendo y jugando con los demás niños.
Después de cenar, Zack sugirió:
—¿Qué tal si vamos a casa y vemos una película juntos?
Los niños gritaron de emoción.
—¡Sí! ¡Sí! —dijeron.
Regresamos a casa, y Zack puso una película para los niños. Nos sentamos en el sofá, rodeados de nuestros hijos, y disfrutamos del momento.
—Esto es lo que significa ser feliz —dije, apoyando mi cabeza en el hombro de Zack.
—Lo sé —respondió, abrazándome—. Estamos juntos, como familia.
Los niños se durmieron pronto, y Zack y yo nos quedamos sentados en el sofá, disfrutando del silencio.
—Este día ahora es más que perfecto.—dije.
—Lo sé—respondió Zack—. Porque estoy contigo, porque estamos unidos y tenemos a nuestra familia junta.
Me besó suavemente, y yo sonreí.
—Te amo, Zack —dije.
—Te amo más, Emma —respondió.
Y así, rodeados de amor y felicidad, nos quedamos dormidos, listos para enfrentar otro día juntos.