Un Amor En La Nieve

El pequeño secuestro

 

Capitulo X
 

Llego al fin el día sábado, después de la cita con Leo solo tenía que preocuparme por la competencia que era esta semana en mas nada, seguramente entrenaría con Leo un día o dos antes.

Al revisar mi teléfono veo que tengo varias llamadas perdidas de Leo veo la hora y es muy temprano lo llamo de regreso.

-¡Hola Kayla! ¿Si nos veremos hoy no?

-Claro –Balbuceo como tonta en el teléfono y carraspeo mi voz para hablar mejor –Disculpa que no te conteste estaba dormida

-Así que eres dormilona

-Te sorprenderías –Bromeo

-Pasare por tu casa en 2 horas ¿te parece?

-Sí, ya sabes donde vivo de todas formas

-Si vives muy cerca de Adam

-Si…

-Bueno nos vemos –Cuelga

Ahora que lo pienso ¿Qué hare con Adam? Si Leo le ganaba a Adam tendría que ir a esa cita con Kate y puede que pase algo entre ellos ¿cierto?. No tardo en bañarme y arreglarme me pongo unos shorts corte alto rosado y una camisa manga larga blanca con unas zapatillas con tacón bajo esas zapatillas me encantaban me hacían lucir un poco más alta y sin incomodidad alguna.

-¡Vaya! –Se impresiona Zara –Estas incluso más bonita que la vez que saliste con Adam te tomaste tu tiempo pero te falta una cosa

-¿Qué? –Exclamo preocupada mientras Zara va a su cuarto y regresa con algo brillante en sus manos.

-Esto… es como un toque final para tu atuendo Me pone el collar y yo me levanto un poco el pelo para que le sea más fácil.

-Gracias –Sonrio

-De nada ahora siéntate en mesa vamos a desayunar

Se me había olvidado por completo que tenía que desayunar mis ganas impacientes por arreglarme, maquillarme y estar lista lo antes posible me hicieron olvidar que tenía hambre, mi estomago rugió en cuanto mi madre dijo “Siéntate en la mesa vamos a desayunar” ¿se me haría tarde si desayunada? Ash ¿Por qué tarde tanto en arreglarme? Zara se voltea a observarme y nota que no me he movido de donde estoy.

-¿No vas a desayunar? –Mi estomago vuelve a rugir

-¡Claro que voy a desayunar! –Me siento en la mesa y empiezo por comerme la fruta y después me como todo lo demás que son unas panquecas con miel –Bien ahora estoy lista voy a cepillarme

-¡Un momento Kayla! Te falta la avena

-Mama ya voy tarde no me da tiempo –Digo parándome de la mesa.

-Tú no vas a ninguna parte sin tomarte la avena, el desayuno es la comida más importante del día Kayla no quiere que te sientas mal por el camino, además comiste muy rápido ¿Por qué estas tan apurada?

-Siento que se me está haciendo tarde -Rezo para que Leo no llegue todavía, se lo mucho que no le gusta esperar aunque realmente mis verdaderas razones es que tengo muchas ganas de verlo.

-Bueno si llega lo invitamos a pasar y listo

-Mama pe…

-Mama nada ahora siéntate y te terminas tu avena –Le hago caso y me siento a regañadientes y le doy un gran sorbo a la avena que me quema la lengua.

-Está caliente –Susurro.

-Bueno espera a que se enfrié –Dice Zara soplando su avena, suena el timbre y abro los ojos como plato pensando que hacer ¿Debería tomarme la avena? O ¿Debería salir corriendo y solo irme? No tengo ni idea del porque me pongo así por un chico.

-Yo voy –Dice Zara y yo me quedo soplando la avena, se que de aquí no me voy a ir sin tomármela. Escucho que es Leo pero me aguanto el voltear no quiero que piense que estoy desesperada o algo así escucho que mi mama lo invita a pasar como había dicho y ahí si voltee. Se ha puesto una camisa negra con una chaqueta vino tinto “me encana esa chaqueta” pienso. Leo se queda mirando al techo de mi casa por unos instantes y me pregunto en que estará pensando hasta que mi mama lo interrumpe de sus pensamientos.

-Pasa siéntate

Leo me observa, me saluda y se sienta algo tímido en el sofá, “me recuerda a cuando yo entre a su casa” aunque sin duda su casa era triplemente más grande que la mía y sin duda más lujosa.

-¿Quieres avena? –Le pregunta Zara a Leo y no se por qué la pregunta me da tanta gracia.

-Si –Responde Leo inseguro.

-Es que estábamos desayunando como podrás ver –Ah si ya veo –Me observa – Creo que llegue muy temprano

-No no te preocupes ¿quieres también unas panquecas?

-No no se preocupe yo ya comí, con la avena está bien gracias –Dice muy educadamente Leo y muy sonriente como si le agradara estar allí.

-¿Tu si estudias con Kayla en el mismo salón no?

-Si estudiamos juntos… Kayla es muy buena alumna especialmente en ingles

-Si, Kayla siempre ha sido muy buena en ingles, siempre se pone a estudiarlo en la computadora

-Ya veo porque eres tan buena ya se tu secreto –Me sonríe.

-Si ya sabes el secreto para aprender ingles de Kayla –Le da la avena y Zara se vuelve a sentar conmigo –Espero que no te moleste que se lo haya dicho –Niego con la cabeza –Puedes sentarte aquí si quieres Leo –Le señala la silla que está al lado mío.



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En el texto hay: novelajuvenil, triangulo amoroso, accidente

Editado: 22.08.2018

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