Un Amor En Navidad

capitulo 17

-No, ya te dije que llore porque me arrepentí de lo que paso.

Shay se acercó a ella sin hacer ruido y la abrazo pegando su pecho a la espalada de la joven.

-Pequeña mentirosa –dijo en su oído –es solo que está enfadada y quieres castigarme.

La chica beso su nunca y Emily se dijo que no lo soportaba más. Se liberó del abrazo y se alejó.

-¿Cómo te atreves a tocarme? –Dijo furiosa -¿Cómo puedes pensar que volveré a permitir que me toques después de que me engañaste de esa manera, después de que me hiciste creer…?

Emily no pudo terminar de hablar por el llanto la invadió. Shay la tomo de la cintura y la llevo al sofá en el que se sentaron.

-Mi amor, no es para tanto -le dijo acariciándole el cabello.

-¿Cómo te atreves a decir…? Querías vengarte por lo que te hice hace años, quería enamorarme para después dejarme… ¿Y dice que no es para tanto?

Shay frunció el ceño.

-¿Qué? ¡Por Dios, Emily! ¿De qué hablas?

-Del engaño: me engañaste haciéndome creer que… que había algo entre nosotros.

Shay se quedó en silencio durante un rato.

-¿Qué fue exactamente lo que oíste esta mañana? –pregunto después.

-Lucy te decía que no estaba de acuerdo, pero tú insistías.

-Así que no escuchaste todo.

-No, no así falta –dijo ella secándose las lágrimas – con eso me basta para saber que pretendía.

-Pues te equivocas –dijo ella con firmeza –sabe que hay una confusión. Yo jamás pretendía vengarme de ti.

Emily quería creerle, con todo su corazón y toda su alma, quería creerle.

-Entonces lo del engaño… -dijo ella.

-Parece que aún no sabe la verdad –dijo Shay –y es hora de que la sepa, aunque te enfades de la misma manera. Llego la hora de sincerarme contigo.

Shay se levantó y fue hasta la licorera y sirvió un whisky, al igual como lo había hecho la primera noche en que se vieron. Sin mirarla comenzó hablar.

-La noche en que llegaste aquí diciendo que quería que me pusiera en contacto con mi madre me sorprendió mucho. Jamás pensé que me buscaría para eso, pero sobre todo, me sorprendí porque mi madre no me dijo que iba a venir.

-¿Qué? ¿Qué Lucy no te…?

-Jamás perdí el contacto con mi madre, Emily. Ella siempre ha sabido de mí y yo de ella, de todos. Un mes después de esa noche hace tantos años, la llame por teléfono y nos reunimos. Desde ese día no hemos visto muchas veces. En eso consistió mi engaño, en no decirte que veía a mi madre con frecuencia y algunas veces también a tu padre.

Emily no lo podía creer. ¿Por qué nunca se enteró? ¿Por qué se lo ocultaron? Ahora todo parecía encajar. El reencuentro entre Lucy y Shay en casa de su padre había sido emotiva, pero no demasiado. Y ahora que lo pensaba, ni su padre, ni Lucy y mucho menos Shay había hablado del supuesto pasado separados, ni lo que habían hecho en esos años.

-¿Por qué carajo me lo ocultaron? ¿Por qué mierda nunca supe que se veían? ¿Por qué no me lo dijiste esa noche ha? ¡Como debiste reírte de mí, de mis esfuerzos por buscarte! –dijo ella.

-Claro que no –dijo Shay acercándose a ella y sentándose a su lado -por favor, escúchame. Tiene que oír todo. Un mes después de esa noche, telefonee a mi madre y le pedí verme con ella. La cite en casa de mi padre y la convencí de que lo mejor era quedarme a vivir con él, pues volver a casa de Eduardo podría desencadenar otro suceso igual o peor.

Emily no la podía culpar por creer algo así. Tenía razón en pensar lo peor de ella.

-Mi madre me dijo que estaba cambiando –continúo Shay –pero no quería arriesgarme ni arriesgarla a ella a que volviera a ser la de antes si yo regresaba. Así que le suplique que no dijera nada. El tiempo paso y a pesar del cambio que había tenido quise que no supiera de mis encuentros con mi madre; pensé que eso podría en peligro la naciente relación entre ustedes. Los meses dieron paso a los años y jamás quise que la situación se modificara.




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