Era hoy, asistiría a la academia de verano para reforzarme en clases extras y decidir ya lo que voy a estudiar, cada año asisto a ella no por voluntad sino por obligación, es igual todos los años entras a las 3.pm y sales a las 5 o 6.
Tristemente mi prima no estará en ella ni André ya que las matriculas se debieron realizar antes de 2 meses para asegurar vacantes.
Me levanto de la cama, me doy un baño, después de minutos me cambio, me pongo una cafarena con un pantalón jeans azulejos y zapatillas negras, tomo desayuno, me despido de mi prima y tía y salgo a la academia.
Como hoy es el primer día se debe llegar temprano para que todos nos presentemos los profesores nos den indicaciones..
Estába caminando por la vereda, justo debo pasar por la casa de Francisco, ojalá no salga, no estoy lista para verlo y afrontar su mirada.
Al pasar por su casa ignoro esa dirección y me paso defrente, al estar más lejos solo dejo un gran suspiro atrás....
Ya al llegar a la academia, me detengo el la puerta principal, toco la puerta, el maestro me dice pasa, me saluda y da la bienvenida, es el Maestro Wilmert un hombre casado de 56 años, ya lo conosco de los anteriores años, así que será fácil estar en su clase, aun no había muchos alumnos, solo veo a los del año pasado nada especial.
Ya todos reunidos nos sentamos en nuestros puestos, estábamos apunto de iniciar las presentaciones, hasta que veo que la sombra de dos chicos se asoma por la puerta de afuera.
El Profesor solo les dice que pase...
Mis ojos se centraron en el, volvieron las mariposas en el estómago, mi piel estuvo tiesa con solo verlo, mi mente ya imaginaba muchas cosas con su llegada, no creía que el estuviera aquí, todavía en este momento la vida me lo pone de frente.
— Como ya estamos todos es hora de presentarnos, comenzamos de derecha a izquierda, por filas—dice el profesor.
—Hola.. me llama Juan Carlos, tengo 17 años, me gusta el básquet y la computación.
Al mirarlo este chico tenia algo extraño, tan solo escucharlo llamo mi atención y curiosidad.
—Soy Arlet, tengo 16 años, a mi me gusta el diseño y crear accesorios.
Y así pasaron los minutos escuchando a mis nuevos compañeros conociendo a cada uno tan solo con la mirada, hasta que llegó su turno.
—Hola... me llamo Francisco, tengo 17 años, a mi me gusta la música y componer canciones.
Después que el se presentó un grupo de chicas de atrás, soltaron risas, algunas querían coquetear.
Veo que no todos estamos por el mismo propósito aquí! Primer dia y el ya tiene admiradoras.
Por su parte solo sonrió al verme, ni en una bola de esférica mágica hubiera imaginado que el estudiaría aquí, el destino se encarga de unirnos, yo quería evitarlo pero ahora sera imposible.
Solo el maestro nos dio la bienvenida, nos explicó como serían las clases, los horarios de entrada y salida, las reglas de la academia y nos dio charlas de cómo tener un futuro mejor, hasta nos estuvo contando su vida.
Todo lo del año pasado.
No evitaba dejar de ver a Francisco es se sentaba a solo dos espacios a la derecha que yo, sentía cólera cuando Raquel la que le hizo el conversación, pero porque si el y yo no sabemos nada — Suspire.
—Siento que Francisco nota mis celos...
El profesor antes de irse dijo que el hiso grupos de 2 para la limpieza del salón de clases:
La lista fue asi:
Juan Carlos y Raquel
Yuri y Carla
Mariana y Omar
Alberto y Arlet
Merly y Francisco
Luciano y Alicia.
El profesor se despidió y se fue.
Al escuchar nuestros nombres juntos, los dos nos miramos queriendo trasmitir satisfacción o impresion.
Es destino esta jugando conmigo, ahora no solo devia tenerlo como compañero de clases si no que también como compañero de limpieza.
Estaba concentrada en mis pensamientos, hasta que siento la respiración de alguien tras de mi y unas palabras que dijo : hola compañera.
Sabia quien era. Esa voz era única, me puse nerviosa y sentí emoción.
—Bueno seremos compañeros de limpieza
—¿Me parece o estas molestas?
—No, no tengo por qué estarlo— ¿por qué lo dises?
— No por nada olvídalo mejor—hasta enojada te ves linda.
Mi cara cambió de color a una roja...
— Solo esperemos que el profesor nos diga nuestro turno para limpiar el salon después de la clase.
—Si' que casualidad— oye ya es horas de salida, nos vamos juntos?
—Lo ciento,pero me quedare un rato conversando con el director
— ¡No importa!, yo te espero...
— Gracias, pero me demorare, mejor será que te vayas.
—¡Que terca eres Merly!, bueno tu te lo pierdes, hasta luego compañera.
Sin más que decir se fue, sentí sarcasmos en sus palabras, ahora debíamos quedarnos los dos solos al final de clases para limpiar el salón.
No lo acompañe por miedo, si miedo que sacara el tema de su pasado y las decisiones que tome, siento que este sentimiento se hace más fuerte con su presencia, no me importa su pasado, si llego a cambiar y ser una mejor persona, lo admiro mucho, pero esta en como saber sobrellevar ese vico, solo se eso de el, y lo más decepcionante fue que no me entere por su propia boca...Nose por que lo hasia o cuales fueron sus razones para matarse de esa manera, quiero su confianza, quiero ser parte de su historia, entrar a su corazón para bien, ser un gran apoyo para el, ojalá el lo entendiera así.
Suspire.
Estoy sola en el salón, todos ya se fueron, solo en la oficina están el director y otros profesores, salgo para irme a mi casa, veo que ya se está haciendo tarde, ojalá no me agarre la noche, de las cosas que más me dan miedo es la oscuridad, a la mala hora vi muchas películas de terror, camino rápidamente, sin darme cuenta que mis pies se enredan y caído por la final de la escalera.
El dolor era fuerte, tenía la rodilla raspada y estaba empezando a sangrar, solo respiraba aguantando las ganas de llorar, era muy débil para esto, sentía un dolor inmenso que me impedía caminar, intente contener la sangre, pero cada vez salía más y más, me estaba desesperando.