Un Amor Fugaz

Capitulo 5

Maya

Después de llegar a casa, llamé a la señora Clinton para hablar con los niños y explicarles porque no me iban a ver durante está tiempo. Por lo menos lo tomaron bien, Owen me dijo que si lo podía ayudar con los exámenes mediante vídeollamadas y con gusto acepté.

Mi primo me dijo que no fue fácil hablar para que me dejarán ir pero dado a que voy bien me dió el permiso siempre y cuando entregué los trabajos que me asignen vía online, y así no perder mis notas.

El martes pasa volando y ni cuenta me di, entre acomodar mis cosas, e ir a comprar unas cosas con Tom se nos fue la mañana; las chicas vienen a despedirse de mi en la tarde o eso fue lo que dijeron, ivy de inmediato creo el chat grupal el cual se llama “Chic@s de Fuego” ya que en el grupo está Erik, y no queremos que se sienta excluido.

Mi tía no me a querido hablar y mi prima lo que hace es hablarme sarcásticamente ya que yo no le caigo bien y pues ha dicho que por mi culpa su hermano está en contra de su mamá, para no entrar en discusión sólo me cayó no quiero contiendas.

Viajaremos en auto, Tom tiene un auto pero esta vez no se lo pudo traer, pero aquí pago para irnos y el es quien conducirá, le pregunte cómo era todo allá y lo único que me dijo es que en el camino me dirá todo, mientras estemos en casa no, para no incomodar a mi tía.

—¡Pitufa!— gritan abajo.

—Voy en su segundo— bajo corriendo encontrándome a mis amigas en la sala.

—¿Maya porque no nos habías dicho que te dicen pitufa?— resopla Sara.

—Pues es que él unico que me dice asi es mi primo, y sólo a él le permito que lo haga— queda prohibido que ustedes lo hagan.

—Eres una mala amiga—, hace pucheros.

Todas vienen a abrazarme y decirme que me quieren mucho. Les presento a mi primo y ellas muy encantas se presentan con él sin siquiera dejarme decirles sus nombres.

«Las chicas son tremendas»

Mi primo se va a jugar el resto de la tarde mientras las chicas se quedan en mi habitación para charlar un poco.

—Tienes que buscarte novio Maya, no queremos que te quedes soltera.

—En el grupo podrás enviar fotos de los prospectos y así nosotras te daremos el visto bueno. Y no es pregunta es una orden.

—Chicas tranquilas no estoy buscando novio. Si llegara por casualidad alguien se los haré saber a través del grupo ¡SÍ!

—Que saben de Erik— pregunto para cambiar el tema.

—Hoy no podrá venir porque tuvo un inconveniente pero dijo que será el primero en esperarte en el terminal para despedirte.

—Bueno será que lo vea mañana.

La tarde se resume en una muy animada platica con las chicas y con sus ocurrencias por supuesto.

Me siento triste y a la vez feliz tengo una mezcla de sentimientos que no puedo explicar; llegada la noche me pongo nostalgica porque extrañaré a las chicas.

Decido escribirle a mi hermana para decirle que es un hecho que me iré con Tom de viaje; hablamos por una hora en la que me dice que disfrute del viaje que no le preste atención a las cosas negativas y que me cuide mucho.

Llegamos una hora antes al terminal donde partiremos en unos minutos, mi primo empacó unos dulces y yo unas donas para no comprar nada por el camino y así llegar un poco temprano.

—!MAYA MARGARITA! a dónde piensas irte sin despedirte de mí— Grita Erik.

Volteo y lo veo corriendo hacia mí.

—¿Cómo que margarita? Pregunto incrédula.

—Eso fue lo único que escuchaste—, que mala amiga eres.

—¡Lo siento! Además te he escrito y no he sabido nada de tí— El mal amigo es otro.

Me cruzo de brazos a forma de broma.

—Mi hermanita se enfermo y me tocó cuidarla por eso desaparecí estos días— dice aflijido.

—Pues no sabía nada, espero que se mejore. Lo abrazo.

Comienza a decirme que no sé me ocurra ocultar le las cosas que me pasen estando de viaje, sabe que se creó un grupo para chismear pero aún así le puedo escribir a él aparte para decir cosas que no les diré a las chicas.

A decir verdad de todos a los únicos que le cuento con lujos de detalle todo lo que me pasa es a Zoe y a él. Fueron los primeros que conocí y les tengo mucha confianza, no quiere decir que no la tenga con ivy y Sara pero supongo que todos somos así con algunos de nuestros amigos.

Llegada la hora de partir, me despido de mi amigo y de las chicas por el grupo que ya comenzaron a escribir desde temprano.

Voy con Tom en el auto mientras el conduce, le hablo de cómo voy en clases y le pregunto cómo es a dónde iremos.

—Bueno iremos a Richmond Hill, queda exactamente como a dos horas de aquí que de Calgary.

Osea que el viaje es largo, digo para mí misma.

—Vivo con los chicos— ya los conocerás son buenas personas.

—Espero pueda llevarme bien con ellos— Por cierto dónde ¿dormiré?

—No te preocupes la casa tiene suficientes habitaciones ya acondicionare una para tí cuando lleguemos—, además no todos los chicos viven allí sólo vivimos tres y tú qué ahora harás parte del grupo.

—Por lo menos no son mucho—, digo dentro de mí.

—Tom hay algo de lo que quiero hablarte.

—Haber dime, de que trata.

—No es nada malo, es que solo quiero decirte que cómo pasarás el día en la universidad no tendremos mucho tiempo para salir, así que trabajaré en las mañanas y en las tardes podré salir a conocer la cuidad contigo—. ¿Que te parece?

—¡Pitufa no tienes porque trabajar! Quiero que descanses aquí, no que te pongas a trabajar.

—Lo sé y entiendo pero así podré hacer algo de dinero y ayudarte con la compra de la comida y otros gastos que se requieran— digo para que me pueda decir que si.

—¡Esta bien!… Tu ganas.

—No lo digas con tanta emoción que me contagias.

—Es que entiende, no quiero que estés de aquí para allá como estabas en casa.

—Entiendo pero no es para tanto, prometo portarme bien y no darte dolores de cabeza.



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En el texto hay: romance juvenil, soledad tristeza

Editado: 05.07.2024

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