Epílogo

Maya

Meses después

Aún tú recuerdo no se va, siento que todavía estás aquí conmigo, no puedo creer que después de tanto no pudiste quedarte más tiempo a mi lado. El primer mes fue el más difícil, los recuerdos eran demasiados, llegar a casa y no verte hacia que se me formará un nudo en la garganta y mis lágrimas se hacían presentes; al tercer mes me dolía aún más porque quería que me abrazaras y me dijeras que todo era una vil mentira que si estabas aquí conmigo.

En las noches anhelaba tus abrazos, tus caricias y tus palabras bonitas. Los siguientes meses fueron una tortura, llegué a descuidar mi salud, mis amigas y mi hermana fueron las que me ayudaron a mantenerme serena y cuidarme más para que nuestro bebé naciera bien, lo entendí y por el comenze a sobrellevar tu perdida. Los recuerdos llegan de vez en cuando y los drenó para no tener que volver a lo de antes.

Después del nacimiento de nuestro hermoso hijo, tuve sentimientos encontrados, todo en él me recordaba a tí, sus ojos, su cabello, su rostro, todo absolutamente todo. Mi amiga Zoe y Asly fueron las que estuvieron conmigo durante los primeros meses, mi hermana también me ayudaba cuando podía. Lo cierto es que te extraño más de lo que imaginé, se que si estuvieras aquí las cosas serían diferentes. Eh sentido la necesidad de irme del departamento, pero se ha hecho imposible porque no soy capaz de dejar el lugar donde fuimos felices.

Hay días en las que siento que de algún modo estás presente, mi vida está atada a ti desde el primer día que me confesaste tu amor. Lastimosamente el destino tenía otros planes para con nosotros, uno donde no estarías para compartir con lo más puro que fue el fruto de nuestro gran amor. Hoy después de tanto tiempo te doy las gracias por mostrarme lo que es el amor, por traer luz a mi oscura vida, por ser paciente conmigo y por darme la dicha de ser la madre de Mauro, si así se llama, quise que tuviera nuestra inicial pero que también tuviera parte de tí. Es un niño muy dulce inteligente y saludable.

Amor no sabes la falta que me has hecho, no hay día en que no te recuerde y anhelé que estes aqui. Te amo, te amo muchísimo y no dejaré de hacerlo. Un día como hoy hace dos años te fuiste y no sabes cuánto duele.

No puedo controlar las lágrimas, estos dos años no han sido faciles pero gracias a las personas que me rodean y quieren, hacen que todo sea más llevadero. Me quedo unos minutos más viendo la lápida y colocó las flores que traje. Decido marcharme hasta el auto donde está Zoe con Mauro.

—Se quedo dormido después de saltar en el asiento—. Me comenta mi amiga.

—Mi chiquito.. le acaricio la mejilla y se me escapa una lágrima.

—¿Te encuentras bien?

—Si, solo estoy un poco susceptible.

Me abraza diciendo que todo estará mejor. Luego de eso nos fuimos a visitar a Emma quien está como loca tratando de controlar a mi sobrina Juli, es un encanto pero cuando come dulces es imparable. Mauro se despertó hace unos segundo y se va con su prima a jugar, mientras nos quedamos hablando con Emma. La vida nos ha cambiado bastante, quien creería que iba a tener un bebé, que mi gran amor se iría de una manera sorprendente, que mi padre volvería, que mi hermana tuviera una hija y que ahora seamos una gran familia.

Después de la muerte de Mauricio sus padres decidieron velarlo, su padre quería que lo cremarán pero su esposa se opuso. Gracias a ella tuve la oportunidad de verlo por última vez y estar con el allí. Mi suegra ha estado en contacto conmigo para saber sobre su nieto, tuvo la oportunidad de conocerlo cundo cumplió su primer añito y quedó enamorada de él, Sofía también está feliz de tener un sobrino y me lo demuestra llamando para consentirlo. El único que no me ha aceptado todavía es mi suegro, ahora que no está su hijo es más difícil aceptarme ya que me culpa de todo lo que pasó.

Comenzaré a estudiar pronto, es una meta que tengo y no desistí de ella. Estos dos años han sido duros pero también llenos de alegría y felicidad absoluta, ver a mi pequeño crecer es lo mejor del mundo. Su primera palabra fue papá, le expliqué que su papá está en el cielo en forma de estrella, cada vez que nos quedamos admirando el cielo, mi niño sonríe diciendo que papá está allí y nos ve.

Mi hermana me dice que le dejé a Mauro para que comparta con Juli, me devuelvo sola al departamento. Ha sido difícil estar de pie, pase casi todos los meses del embarazo llorando, se que no debía pero luego de tanto entendí que tenía que seguir adelante más ahora que tengo a mi niño, de recuerdo tengo el álbum que Mauricio me regaló con fotos de él y mías para poder mostrarle a mi hijo quien era su padre.

Voy hasta el balcón de mi habitación, me quedo sentada viendo el cielo, busco la carta que me escribió Mauricio volviendo la a leer.

Primero que nada quiero decirte que eres la chica más dulce, alegré y amorosa del mundo. Se que hay hombres detrás de ti pero me da gusto saber que soy yo el que te tiene, amore mío no sabes lo feliz que me has hecho, tenerte ha sido lo mejor, estos meses han sido una locura. Desde que te Vi supe que eras la chica indicada, a pasear de todo lo que nos ha pasado seguimos aquí, ¿Sabes porqué?, Porque nuestro amor es invencible. Aún recuerdo la primera vez que te ví, cuando comenze a sentir cosas por ti y cuando finalmente te confesé mi amor me hiciste realmente el chico más feliz del mundo.

Adoro poder amanecer contigo, besarte, abrazarte, y ser el dueño de todas tus sonrisas. Lo más bonito que pudimos hacer es nuestro bebé, la emoción es tanta que estoy desesperado que no hay día en que pueda dejar de pensar en verlo, tocarlo y darle el amor que se merece, soy más que feliz. Mis sueños se han cumplido desde que estoy contigo pero el poder ser padre es el más grande, nuestros pasos han sido algo rápidos pero seguros porque mientras seamos tu y yo no necesito nada más.