¿POR QUÉ ME ODIAS?

Me subí al carro, mamá venía arras de mi.

—¿Qué pasó?— mamá abre la puerta del copiloto, donde yo estaba—, ¿Te sientes bien?.

—si, me empezó a doler el estómago, creo que deberíamos irnos— mamá estaba preocupada.

—¿Segura que te sientes mal?, ¿Qué pasó con alex?.

Me escusa fue esa, no quería volver a verlo, me ha lastimado mi corazón.

—a–ah... el se estaba bañado y no pude hablar con el, pero antes que llegáramos a la casa de los hunter ya me sentía mal— mamá solo asintió—.

—entonces, vamos a despedirnos.

Salgo del carro y nos adentramos ala casa de alex.

—¿Está todo bien?— pregunta Sofía.

— no, hazle se empezó a sentir mal. Creo que la llevaré al doctor.

—¿Q-Qué? ¿Al Doctor?

—si, al doctor.

De pronto me acordé que le tengo miedo ala inyecciónes, así que mi escusa se va al drenaje.

—pero, si quieres nos quedamos otro rato más. De seguro se me pasara— sonreí—.

—Claro que no, debes ir al doctor.

—Exacto, vete— alex aparece atrás de su madre, pero al mirar a su mamá termina la frase—. Al doctor.

¿En serio quiere jugar conmigo?. Pues esta bien quiere jugar con el fuego, pues jugará con el fuego.

—Si, estoy bien— miro a mi madre—. Quedémonos otro rato más.

Mire a alex y alce mi ceja, su cara se puso muy seria.

—Bueno, entonces si se quedaran. Pasemos al comedor.

La señora Sofía avanza al  comedor y todos vamos atrás de ella, excepto alex.

—Te dije que te fueras— me agarra de mi brazo muy fuerte—.

—Me estas lástimando— susurre entre dientes—. No me tengo que ir, vine a ver a tu madre, no a ti.

Me aprieta más, y me acerca a el. Nuestra caras estaban tan cerca.

—¿Estás segura?. Pues yo haré que te vayas. No te quiero verte ni un segundo más.

—Eso lo veremos.

—Alex sonrie de lado, y se acerca a mi oído—. Ya lo verás, y espero y cuando cruces esa puerta. No te quiero cerca de mi madre, ni de mi. Por que si llego a verte de nuevo aquí, te arrepentirás toda tu vida.

—No te tengo miedo, así que suéltame.

Alex me suelta bruscamente, y se va al comedor. ¿Qué acabo de escuchar? Cual es el odio que me tiene.

•••••

todos nos encontrábamos en el comedor, la señora Sofía le indicaba a la empleada de la casa lo que serviría

Alex se encuentra alfrente de mi, su madre estaba alado de el y el señor se sentó al extremo de la mesa.
Mi madre estaba alfentre de la señora Sofía y yo de Alex.

Pasaron unos minutos y empezamos a cenar. La empleada no sirvió vino.

—¿Y como vas en la universidad hazle?— pregunta el señor Alejandro.

—pues, no estoy estudiando. Me dedique a otras cosas— le sonreí al señor —.

—¿Cuales?— la señora Sofía me pregunta—.

—La muerte de mi padre me dejo un vacío, y mejor decidí ser una diseñadora de vestidos, ahora me encuentro llevando cursos. He avanzado un poco, y también ya he hecho vestidos.

—oh, ¿En serio?.— Sofía sonríe—. Y ¿Has vendido vestidos?

— Si, antes que llegara a Seattle, trabaja con mi tía, ella también diseña vestidos y tiene si propio boutique.

—Recuerdo que tu padre quería que estudiaras para abogada— el señor comenta—. ¿Por qué no lo hiciste?.

—padre, recuerda que hazel siempre quiso ser una diseñadora de vestidos— alex habla, y me mira—. ¿O me equivoco?.

— Es cierto, pero mi padre no quería.

—El señor alejandro se ríe—. Tu padre siempre fue anticuado, desde niña el ya sabía que carrera ibas a estudiar. Y...— el señor pausa y mira a alex—. Y con quien te casarías.

Alex se da cuenta que la indirecta era para el. El solo me mira y prosigue cenando. Todos estaban incómodos por la indirecta del señor

— Y bueno, ¿Que tal la comida?— Sofía cambia el tema—.

—La verdad está riquísima— comenta mi madre—.

—Ah, si. Antes que se me olvide. Pues ya que están aquí, les queremos invitar a nuestro aniversario—Sofía toma la mano del señor Alejandro—. Cumpliremos 20 años de casados, la invitación se la entregaré cuando se vayan. El aniversario es este sábado.

—wow, tan rápido cumplirán 20 años, cuando hazel y yo, nos fuimos de aquí apenas tenían 5 años de casados.— mamá sonríe—, mi mejores deseos para ti amiga. Y ¿cómo te va a ti alex? ¿Tienes novia?

—alex mira a mamá—, bien señora, si tengo novia. Es una chica linda. Y siempre ha estado conmigo y cumple con sus palabras— alex se mantiene serio—.

Me está fastidiando, fue una indirecta para mí. Esta loco si esto se quedará así.

—Me acuerdo que una vez una niña fastidiosa hizo una promesa, pero lastimosamente no pude hacer eso—alex siguió hablando—.

Mi corazón se ha roto nuevamente, lo hace solo para lastimarme.

—¿Quién es esa niña?— mi voz se escuchó muy insoportable

—No te puedo decir, esa niña ya murió.

—¿Quién era alex?— pregunta Sofía

—No la conoces mamá.

— Y ¿Te piensas casar con ella?— murmure

—si, tenerla en el resto de mis días. Como ya te dije ella si cumple.

—Espero y sean felices— estoy tan quebrada. Quiero llorar pero me estoy aguantando.

—Bueno, yo me retiro tengo cosas que hacer—alex se para de su asiento—.

—Tu no iras a ningún lado— El señor Alejandro le advierte— Es de mala educación irse sin esperar a los demás. Hazel vino por ti, y así que es tu invitada. Hazme la amabilidad de sentarte en esa silla.

—Alex se queda parado y no le obedece a su padre—. Yo no tengo nada que ver con ella, y es su invitada, no la mia— alex me mira—. Provecho.

Sin más que decir Alex se va del comedor, el señor solo lo asesina con la mirada. Al momento que Alex sale de ahí, el señor golpea la mesa.

—Cariño dejalo— Sofía le agarra el hombro—, de seguro no tuvo un buen día.

—No se preocupen, es un adulto y los adultos a veces no tenemos un buen día— mi madre sonreí—.

— El no tiene eso, siempre se la pasa en fiestas, rodeado de mujeres. Se la pasa de vida galante, desde que tiene 15 años.