Un nuevo desafío
Acepté el proyecto con Julián y me lancé de lleno a trabajar en los detalles. La campaña publicitaria sería un evento de alta gama, con modelos de renombre y un equipo de profesionales de primer nivel. Me sentí emocionada y nerviosa al mismo tiempo, sabiendo que este proyecto podría ser un punto de inflexión en mi carrera.
Mientras trabajaba en el proyecto, comencé a notar que Julián era un cliente exigente. Me llamaba constantemente para discutir detalles y me pedía cambios de última hora. Me sentía abrumada por la presión, pero estaba decidida a hacerlo bien.
Una noche, mientras trabajaba hasta tarde en la tienda, Alex se acercó a mí con una mirada de preocupación.
-Sofía, ¿estás bien? Te he llamado varias veces y no contestas -dijo, su voz llena de inquietud.
Me sentí culpable por no haber respondido a sus llamadas. La verdad era que había estado tan ocupada con el proyecto que me había olvidado de todo lo demás.
-Lo siento, Alex. He estado muy ocupada con un proyecto -dije, intentando restar importancia al asunto.
Alex me miró con una expresión seria.
-¿Qué pasa? ¿Estás bien? -preguntó, acercándose más a mí.
Me sentí un poco intimidada por su cercanía, pero también me gustó la sensación de tenerlo cerca.
-Estoy bien, de verdad -dije, sonriendo-. Solo estoy un poco estresada con este proyecto.
Alex asintió y me puso una mano en el hombro.
-Si necesitas ayuda, no dudes en decírmelo -dijo, su voz suave y reconfortante.
Me sentí un poco mareada por su toque, pero intenté mantener la calma. No podía permitir que mis sentimientos por Alex me distrajeran de mi objetivo.
-Gracias, Alex -dije, sonriendo-. Lo aprecio mucho.
Pero justo en ese momento, sonó mi teléfono. Era Julián.
-Sofía, necesito que vengas a mi oficina ahora mismo -dijo, su voz seca y autoritaria-. Tenemos un problema con el proyecto.
Me sentí un poco irritada por la interrupción, pero sabía que tenía que ir.
-Lo siento, Alex -dije-. Tengo que irme.
Alex me miró con una expresión de sorpresa y un poco de decepción.
-¿Todo bien? -preguntó.
Asentí y me fui, sintiendo que mi vida se estaba volviendo cada vez más complicada.