Un nuevo desafío
A medida que Emma crecía, Alex y yo nos enfrentamos a nuevos desafíos. La disciplina, la educación y la seguridad se convirtieron en temas importantes en nuestra vida.
Un día, Emma se despertó con fiebre alta y tuvimos que llevarla al hospital. Alex estaba muy preocupado, pero yo sabía que todo iba a estar bien.
Después de horas de espera, el médico nos dijo que Emma estaba bien y que solo era un virus. Alex y yo nos abrazamos, aliviados.
-En momentos como estos -dije-, me doy cuenta de lo mucho que amo a nuestra familia.
Alex me miró a los ojos y sonrió.
-Yo también -dijo-. Yo también.