El legado
A medida que pasaban los años, Alex y yo nos dimos cuenta de que nuestra vida estaba llegando a su fin. Pero sabíamos que nuestro legado viviría en nuestra familia y en el amor que habíamos compartido.
Un día, mientras estábamos sentados en el porche, Alex se volvió hacia mí y me dijo:
-Sofía, quiero que sepas que he vivido la vida que siempre quise vivir. He tenido un amor verdadero, una familia maravillosa y amigos increíbles.
Sonreí y le dije:
-Yo también he vivido una vida plena y feliz. Y siempre te he tenido a ti.
Alex me tomó de la mano y me miró a los ojos.
-Te amo -dijo.
-Te amo también -respondí.
Y en ese momento, supe que nuestra historia de amor seguiría viviendo en el corazón de nuestra familia.