El cierre
Un día, mientras estaba sentada en el porche, mirando hacia el horizonte, me sentí en paz. Sabía que mi tiempo en esta tierra estaba llegando a su fin y que pronto me reuniría con Alex de nuevo.
Me sentí agradecida por la vida que había vivido y por el amor que había compartido con Alex. Sabía que siempre estaría en el corazón de nuestra familia y que nuestro legado viviría por siempre.