La sanación
A medida que pasaba más tiempo con Mateo, Alex comenzó a sentir que su corazón estaba sanando lentamente. La presencia de Mateo era como un bálsamo para su alma, y Alex se sentía agradecido por haberlo conocido.
Mateo, por su parte, se sentía cómodo con Alex y disfrutaba de su compañía. Alex le enseñaba cosas nuevas y lo escuchaba con atención, y Mateo se sentía valorado y querido.