Alexia
Compartimos una rica comida preparada por Jamie, es muy lindo compartir con alguien y no estar sola, sobre todo estar con el que me hace sentir única. Charlamos de todo, es lindo porque tenemos muchas cosas que coincidimos y otras no, pero hace que todo sea más entretenido. Cuando terminamos de comer levantó la mesa y lavó todo, como el cocino a mi me toca esta parte.
Jamie
Nos acomodados en el sillón a mirar un rato de televisión, hay una película que le gusta a Alexia y la dejó. Sin darme cuenta nos quedamos dormidos, creo que la actividad y la comida nos dio pereza a los dos.
Me despierto al escuchar mi nombre y veo a Alexia que se remueve, tiene una pesadilla que la inquieta. Me pide que no me vaya y por sus mejillas ruedan lágrimas. La tomó por los hombres y la trato de despertar.
-Alexia estoy acá, tranquila no me pienso ir a ningún lado.
Abre los ojos, está como perdida y me mira con mucha tristeza. Me parte el alma verla así, quiero verla bien y que se sienta mucho mejor.
-Estás acá, te habías ido.
-Siempre voy a estar contigo, solo fue un mal sueño. Quieres contarme lo que soñaste?
-Estaba en mi dormitorio mirándome al espejo, probándome ropa, nada me parecía quedar bien. De pronto estabas detrás de mí. Me miraste y me dijiste: Tienes un cuerpo horrible, deforme, no se que hago a tu lado. Cuando me gire para verte habías desaparecido y sentí el vacío de tu ausencia, empecé a llamarte pidiéndote que no te vayas y fue cuando me despertaste. Si me dejas mi vida dejaría de tener sentido. Te amo Jamie.
Alexia
Me apoyo en su pecho y lloro, saco afuera lo malo que sentí en el sueño. El me acaricia y me besa el pelo, mientras me mece para que me tranquilice. Me voy calmando lentamente, levanta mi cara tomándola de la barbilla, me besa castamente.
-No podría alejarme porque sin tu presencia mi vida tampoco tiene sentido. Yo quiero ser tu compañero de vida no temas seré tu presente, tu futuro. Quiero ser todo para vos y darte todo mi amor.
-Jamie eres la historia más bonita que el destino escribió en mi vida. Me bastaron unos días para saber donde quiero quedarme, y no es ni aquí ni allá, no es un lugar, eres tú. El que llegó a curar mis heridas esas que nadie conoce y solo tu las ves.
-Me gustaría curar tus heridas con mucho amor, pero primero tengo que saber que es lo que las provocaron. Quiero ayudarte a ser feliz, aunque suene egoísta, deseo lograr tu felicidad para que podamos vivir juntos siempre.
Lo miro, el amor se refleja en sus ojos y se que debo hacer lo correcto, quizás así ahuyente mis fantasmas y pueda por fin ser feliz.
-Se que mereces que te cuente lo más profundo que hay en mi corazón, lo único que te pido que cuando comience a hablar me dejes hacerlo hasta que termine. Jamás en mi vida hable de este tema con nadie, porque me cuesta mucho sacar afuera todo lo que me hace sufrir y siempre prefiero guardarlo en lo más profundo, mostrando a todos que mi vida siempre es la mejor aunque no lo sea.
-Claro amor, te voy a escuchar. Que hagas esto me demuestra que yo te importó mucho y que me necesitas tanto o más de lo que yo necesito de vos.
Jamie
Se sienta derecha, baja la vista a sus manos y juega con sus dedos, lo que me va a contar debe ser muy importante y doloroso para ella. Por eso la voy a escuchar con mucha atención.
-Primero tengo que contarte que no soy hija única, tuve una hermana que se fue muy joven. No éramos unidas pero éramos hermanas. Para mis padres ella era su hija, la que hacía todo perfecto, era maravillosa. Su partida fue un golpe muy duro para mí, me sentía sola y no cuadraba en ningún lugar. Siempre fui muy independiente, se que mis padres me quieren pero ellos estaban ocupados con sus cosas para prestarme atención. Cuando sucedió lo de mi hermana ellos se ocuparon mucho más de sus cosas. Por eso ni siquiera los llame para decirles nada. Todo esto me llevó a ser muy cerrada, a no contarle a nadie cuando me sentía mal, me guardaba todo. Por momentos deseaba haber muerto yo, en vez de ella, estaba segura que nadie me hubiese extrañado. Entonces la visión de mi cambio, ya no me veía linda sino algo sin forma. Deje de quererme a mí misma, empecé a ser fría y distante con la gente, no abrazaba ni dejaba que lo hicieran. Si preguntas por qué llegué a esto no se como explicarlo, porque ni siquiera yo lo se. Lo que sé es que todo esto hizo que mi corazón se endureciera y dejara de sentir. Hasta que te conocí a vos, que me mostraste que el amor es algo bueno, que aunque yo me viera fea vos me veías hermosa. Entendí que a tu lado la felicidad podía ser posible, pero debía contarte todo esto para liberar el dolor de mi alma y poder por fin ser yo misma. Ahora ya sabes todo, si no quieres saber más de mí lo comprendo, no puedo obligarte a estar al lado de alguien como yo.
Su relato me entristeció mucho, verla tan frágil cuando siempre parece tan fuerte. Todo esto reafirma mi idea de cuidarla y darle el amor incondicional que se merece. No puedo seguir distante de ella, porque cuando termino de hablar se cubrió la cara y comenzó a llorar de una manera desgarradora, lo que hizo que yo también llore con ella. La senté en mi regazo y la abrace muy fuerte, quiero transmitirle todo lo que siento por ella.
Editado: 22.11.2018