-Hola Kenzie -saludó el chico de la heladeria.
-Ehh hola . . . -esperé a que me dijera su nombre ya que no lo conocía.
-Soy Dylan —estrechó su mano que yo con gusto acepté.
-Dylan, lindo nombre.
Me siento una tonta, ¿que le dices al chico al cuál le prometiste una cita y hasta el día de hoy no se lo cumples?, supongo que lo que tendría que hacer es clavar un gran hoyo en la tierra y perderme en este.
-¡Hey Kenzie! -gritó Daniel.
-Me tengo que ir —intentaba despedirme, ya que los chicos me estaban llamando.
-Claro, pero antes de que te vallas te queria preguntar algo.
-Dime.
-¿Te gustaria salir mañana? —propuso.
-Oh, si, esta bien —acepté ya que le debía una cita.
-Te veo mañana Kenzie -dijo yéndose.
-¿Otra vez él? -preguntó Emilio llegando a mi lado con Daniel.
-¿Y ahora que te dijo? -espetó Daniel.
-¿Que les pasa? -pregunté molesta.
Siempre digo que mis amigos son raros, pero ya se estan pasando de la raya, ¿acaso no puedo tener amigos?
-Nosotros preguntamos primero.
-¿Estan bien?
-No nos cambies de tema.
-¡¿Pero que les ocurre?!
-Solo ese chico no me da buena espina -dijo Daniel frunciendo el ceño.
-¿Y por que no?
-No lo sé, solo no me cae y punto.
-¿Estas celoso? —pregunté divertida.
-¿Celoso? ¿yo?
-¡Ay vamos Daniel! tu eres mi mejor amigo, él no.
-¿Entonces el que es para ti?
-Mmm . . . ¿un saliente?
-¡¿UN SALIENTE?! -gritaron Emilio y Daniel al unísono.
-Sip.
-No, no y No.
-No recuerdo haberles pedido su opinión.
-Kenzie a Lucas no le gustará para nada la idea que estes saliendo con un completo desconocido -habló Emilio.
-No es un desconocido —contraataqué.
-¿No lo es? ¿Segura? —insistió Emilio.
-Muy segura -hablé firme.
-Entonces dime, color favorito, fecha de cumpleaños, donde vive, masco. . . -empezó a enumerar, pero yo lo interrumpí.
-¡Ya callate! -grité.
-Sabes que tengo la razón.
-¡Daniel, haz algo! -lo miré y me ignoró.
-¡Daniel!
-Ya deja de gritar que me vas a dejar sordo -dijo Emilio dramático como siempre.
-Estúpido.
-Fea.
-Fantastica, encantadora y agradable -dije orgullosa.
-Estás loca.
-No lo estoy.
-¿Empezaran a pelear? -preguntó frustado Daniel.
-No.
-Si.
Hablamos Emilio y yo al unísono.
-No entendí nada, pero ya regresemos porque se está oscureciendo -dijo Daniel como todo un padre.
-Si papá -me burlé.
-Muy bien así me gusta.
-Parece que Kenzie te contagió la locura.
-¡Ya te dije que no estoy loca!
♡♡♡
-¡Tengo hambre! -gritó Daniel.
Habiamos venido a mi casa, Lucas y Gaby seguian ausentes al igual que Laura y Mateo, al parecer se estaban divirtiendo mucho, que no querían regresar.
Idiotas.
-En la cocina hay comida -informé.
-¡¿Y recién me dices?! ¡llevo un buen tiempo muerto de hambre! -gritó y se fue a la cocina.
-¿Lo siento?
-Los chicos se estan demorando en venir -dijo Emilio.
-¿Enserio?, no lo habia notado, como he estado cuatro largas horas con ustdes, sin ellos, no me dí cuenta -hablé sarcástica.
-¿Acaso nunca dejaremos de pelear?
-No me interesa tener una amistad sana contigo.
-A mí si.
-¿Para qué?
-Para dejar de pelear como perro y gato cada vez que nos vemos.
-¿Enserio quieres eso? -pregunté curiosa.
-¿Tú no?
-La verdad me divierte pelear contigo -confesé.
-¿Por qué?
-Me gusta verte enojado.
-A mí me gusta verte callada.
Y en ese momento Emilio mandó la buena conversación que tuvimos a la mierda.
¡Estúpido Emilio!
-Idiota.
-Gruñona.
HolAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
Instagram: @milaguzman15
LOS AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.
Con amor: yo