-¡Kenzie! -gritaron como milesíma vez Laura y Gabriela.
-¡Déjenme dormir!
Les explicaré lo que está pasando.
Ayer les dije a Laura y Gabriela que tendría una cita con Dylan, el punto es que son las 10:00AM y la dos está invadiendo mi casa y no paraban de gritar que me levante para escoger ropa para la cita, que dramaticas son.
¡Es tu primera cita!
-¡Mackenzie Smith, levantate, ya!
-No quiero.
-Tienes que escoger ropa.
-¡Pero el Lunes es la cita! —protesté.
-¡Mañana es Lunes! -gritó Laura.
-Ya deja de gritar —me quejé tapandome los oídos, mis timpanos estan que piden ayuda.
-Entonces levantate.
¡Agh! Le hice caso a la pelinegra me levanté, fui al baño, me dí una ducha, lavé mis dientes y salí en bata.
-¿Contenta?
-Bastante.
-¡Agh! Espero que esto valga la pena.
-Eres una dormilona -dijo Gabriela ganandose una mirada asesina de mi parte.
-Ya venga, pruebate esto -me entregó unos jeans, una blusa azul manga corta acompañada de una chaqueta de cuero.
-Mmm . . . ¡Siguiente!
-¡¿Qué?
-No me gusta como te queda.
-Esto -me entregó un vestido de flores.
-Completamente No.
-¿Por qué no? -preguntó Gaby.
-Está muy corto.
-Si, tienes razón.
-Ahora pruebate esto.
-Mmm . . . ¡Siguiente!
Mierda.
Creo que esta será una larga mañana.
♡♡♡
-Ese es el indicado.
¡Al fín! Nos demoramos tres largas y estresantes horas para escoger el atuendo perfecto.
¿Es algo estúpido y estresante demorarse tantas horas para escoger la vestimenta para una cita?
Si.
-Bien, ¿y ahora que hacemos?
-¿Llamamos a los chicos?
-Dale.
Los chicos llegaron y se nos ocurrió la grandiosa idea de cocinar todos juntos.
Lo malo.
Nadie sabe cocinar.
Solo Emilio.
-Chef Emilio, ¿que comeré hoy? -preguntamos todos.
-No es justo, necesito ayuda.
-¿Un Chef necesita ayuda?
-¡Me ayudan o no cocino!
-Parece que alguien ya se molestó -susurré.
-¡Te escuché Kenzie!
-Esta bien, como necesitas ayuda Kenzie te ayudará -dijo Lucas
¡¿Qué?!
-¡Claro que no!
-Sí, ya está decidido.
-¿Y ustedes por qué no pueden ayudar?
-Porque nosotros estamos ocupados.
-¿Ocupados?
-Sí y punto.
-¡Agh! Esta bien.
-Ven Kenzie -dijo Emilio.
Fui a la cocina y la verdad no sabía que hacer.
-Corta el tomate -ordenó.
Agarré el cuchillo y empecé a cortar o mas bien dicho, intentar cortar el tomate.
-Así no se hace.
-No sé hacerlo.
-Ya me dí cuenta. Mira, tienes que agarrarlo así y luego lo cortas de aquí -explicaba Emilio.
Dejé de prestarle atención porque mis ojos involuntariamente subieron a sus ojos, sus largas pestañas, eran muy largas, mi vista bajó a sus labios, rosados y carnosos, por un momento deseé besarlo.
¡¿Pero que carajos?!
¡¿Que me ocurre?!
¡Demonios Kenzie, concentrate! ¡y piensa cosas lógicas!
-Kenzie.
-Ehh, si, dime.
Mierda, espero que no me haya pillado.
-Ya sé que soy irresistible pero debemos cocinar, los chicos tiene hambre, no te distraigas observandome.
¡Maldición!
¡Me había pillado!
-No te estaba observando.
Mentira, Mentira, Mentira.
-Eres pesima mintiendo, pero esta bien, haré como que te creo —dijo con esa hermosa sonrisa y observandome con esos increibles ojos azules.
¡Estoy enferma!
-Esta bien, ¿cocinamos?
-Claro.
Terminamos de cocinar, mejor dicho, Emilio cocinó todo.
-¿Que tal está? -preguntó timído Emilio una vez al ver terminado de servir la comida a los chicos.
-Mmm. . . ¡Delicioso! -gritaron todos.
-¿Enserio?
-Sip, Emilio eres un experto en la cocina -lo alagó Laura.
-Gracias.
-¿Y Kenzie te ayudó? -preguntó Mateo.
-Para nada, yo no hice nada -confesé.
-Sí, me ayudó -dijo Emilio mirandome, no sé por qué pero me sonrojé.
¡Agh! ¡Estúpidas hormonas alborotadas!
¡Y estúpido Emilio cara de dios griego!
¡Joder!
¡Me estoy volviendo loca!
HolAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
Instagram: @milaguzman15
LoS aMo
Con amor:yo