Estaba soñando con comida.
Si, así de rara soy.
Cuando siento que me tiran un balde de agua.
-¡Felíz cumpleaños! -gritaron todos mis amigos.
-Gracias, pero me pueden decir ¿de quien fue la increible idea de tirarme agua? -pregunté y todos señalaron a Emilio.
-Claro, tipico de Johnson.
-¡Feliz cumpleaños a tí! -entró cantando mi madre con un pastel.
-Pide un deseo.
-No pidas que desaparezaca por qué no se cumplirá -avisó Emilio.
-No perdía nada intentándolo.
Soplé las velas.
¿Mi deseo?
Secreto.
-Y dime Kenzie ¿como se siente tener 18 años? -preguntó Gaby, a ella le faltaban tres meses para su cumpleaños.
-Genial, un año más de vida y sabiendo que te falta poco para la vejez -dije y vi como mis amigos se empezaron a reir.
-¿Hoy van a la playa verdad? -preguntó mi madre.
La playa quedaba cerca.
Asi que no habia ningún inconveniente con la hora.
-Si.
♡♡♡
-Llevemos eso -le dije a Laura.
Estábamos en un supermercado comprando comida para llevar.
Ya estaba todo listo.
Solo faltaba la comida.
-Chicos nosotros los esperamos en el auto -dijo Daniel.
-Bueno, adiós.
Y adivinen ¿con quién me quedé?
Si.
Con Emilio.
-¿Jugos? -preguntó.
-De naranja.
-No, mejor de limón.
-Naranja, limón no me gusta.
-A mí no me gusta la naranja, así que llevemos limón.
-Naranja.
-Limón.
-Naranja.
-Limón.
-¡¿Por qué se demoran tanto?! -gritó Lucas acercándose a nosotros.
-¡Es el!
-¡Es ella!
Gritamos Emilio y yo al unísono.
-¿Y ahora que pasa? -dijo Lucas harto.
-El quiere jugo de limón, pero yo quiero naranja, no me gusta el limón.
-¡Y a mí no me gusta la naranja!
-¡Agh! ¡Mis tímpanos!, ¡solo lleven uno de cada uno!
-Esta bien.
-¡¿Por eso hacian un escándalo?!
-¿Si?
-¡Agh!
Uy parece que mi hermanito ya perdió la paciencia.
Terminamos de comprar y prendimos el viaje a la playa.
-¿Cuánto falta? -preguntó como milésima vez Laura a Daniel, que iba de conductor.
-Laura, no quiero ir a la cárcel por asesinar a mi mejor amiga, así que hazme el favor de callarte -amenazé.
-Está loca -susurró Emilio.
-Emilio, sabes que tus susurros son un asco ¿verdad?
-¡Llegamos! -gritó Gaby.
-Miren, esa es la casa de mi padre -dijo Mateo señalando la enorme casa.
Wow.
Era enorme.
-¿Esa es su casa? -preguntaron atónitos los chicos.
-Sip.
Entramos y wow.
Por dentro era mucho más grande.
-Hay tres habitaciones, cuatro dormiran en ellas y uno dormirá en el sofá -dijo Mateo.
-¡Yo durmo con Laura! -grité agarrando de los hombros a la pelinegra.
-¡Yo quería dormir con ella! -se quejó Mateo.
-Yo dije primero.
-Yo duermo con Gabriela -dijo Lucas agarrando a la pelirroja.
-¿Qué? A ver ¿de qué me perdí?
-No nada, solamente no quiero que duerma en el sofá.
-Bueno -dije no muy convencida.
Esos dos tienen algo.
-Entonces yo duermo con Mateo -dijo Emilio
-Esta bien . . .espera ¡¿qué?! ¡¿Eso significa que dormiré en el sofá?! -gritó Daniel.
-Lo siento, nah mentira, no lo siento -dije y agarré mis maletas para irme a la habitación.
-¡Arreglen sus cosas! ¡Terminen rápido para ir a la playa! -gritó Mateo.
Me dirigí a la habitación con la pelinegra.
Y ¡diablos!
Parecia todo un cuarto de princesa.
-Es hermoso -comentó la pelinegra.
Acomodamos las cosas y salimos.
-¡Listo! -gritamos todos saliendo de nuestras habitaciones.
-¡Al mar!
Corrimos saliendo de la casa hasta el mar.
Mierda.
-¡Que tarados somos! -grité.
-¡Nos olvidamos ponernos los trajes de baño! -informó Gaby.
-¡Oh, verdad!
Tuvimos que volver a la casa por nuestros trajes de baño.
Cuando ya estabamos listos, salimos.
-¡Ahora sí! ¡Al mar!
Me metí al agua y ¡Dios!
El agua estaba fría.
Estuvimos un bien tiempo en el mar hasta que nos aburrimos.
-¿Una partida de voley? -propuso Daniel.
-¡Claro!
Salí del agua, me sequé y me puse un vestido de flores.
-Lucas, Gabriela, Kenzie y Laura, son un grupo -dijo Daniel.
-Emilio, Mateo y yo somos otro.
-¿Por qué nosotros somos tres? -se quejó Emilio.
-No jodas y diviertete.
Daniel tiró la pelota cayendo en nuestro lado.
Pero yo reaccioné primero y la agarré antes de que cayera al suelo.
La tiré y Emilio la agarró.
El la tumbó para nuestro lado.
O mejor dicho para mí.
Me la tiró a próposito el muy idiota.
Yo la agarré y se la volví a tirar, esta vez más fuerte.
Y con más intenciones de que le caiga a Emilio.
-¿Esto es un juego grupal? Por qué parece un juego entre parejas -habló Lucas.
-Fue Emilio, el me lanzó la pelota.
-¡Y tu me la devolvistes!
-Empecemos el juego de nuevo, esta vez jugando en grupo -comenté.
Jugamos por un buen tiempo, hasta que cada uno se cansó.
-Vamos a ducharnos, tenemos que estar listos para la . . . -empezó a hablar Laura pero fue interrumpida por los chicos.
-¡Laura! -gritaron todos.
-¿Que ocurre? -pregunté confundida.
-Nada, Laura queria decir que hay que irnos a bañar porque olemos feo -dijo Lucas.
Me confundieron aún más.
No les presté mucha atención.
Al fin de cuentas, mis amigos son unos tontos que siempre se comportan como tal.
Me fui a bañar, una ducha bien larga.
Salí en bata y ahí se encontraba Gaby y Lau.
-¿Que hacen aquí? -pregunté, ellas se iban a bañar en los baños del piso de arriba.